Capítulo Cincuenta y Dos

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Japón Primera Parte: El Festival Fuji Rock.

Narra Noodle

2D-san tomó mi mano al llegar al aeropuerto de Londres. Acabábamos de regresar de Grecia y a pesar de estar kilometros lejos de aquel lugar, los recuerdos de nuestro pequeño viaje en pareja seguían tras frescos como la sonrisa que emanaba en mis rostro. 

No había nadie en el aeropuerto para recibirnos, como era de esperarse. Todos estaban un poco ocupados encargándose tanto de asuntos personales aquí en Londres, como los preparativos para nuestro siguiente viaje de mañana. Con solo pensarlo, el estómago se me hacía chiquito. 

La gira estaba por seguir en Japón y por si fuera mejor nos tomaríamos unos cuantos días de descanso ahí, por ser mi primera vez en años en pisar mi tierra natal. No era broma, pero mis ojos se llenaban de lagrimas emocionadas ante la idea de estar en casa. Aunque no podía negarlo, estaba nerviosa. 

Llegamos hasta la salida del aeropuerto y Toochi no tardó en conseguir un taxi. Ambos subimos a la parte trasera y en menos de lo esperado llegamos a casa. 

—Déjame ayudarte con eso, Noods. —Dijo 2D tomando mis maletas.

—Toochi, no es necesario, yo puedo... —Sonreí. Sin embargo, él me devolvió la sonrisa y con una de sus cejas arqueada me quitó la maleta de las manos y entró a casa. Mordí mi labio para evitar sonreír a lo grande.

Saqué dinero de mi cartera y pagué el taxi, agradeciendo por sus servicios. 

Estaba a punto de recoger un par de bolsas pequeñas del suelo, cuando un grito de dolor de 2D aturdió los oídos de estoy segura casi toda la cuadra; recogí deprisa las bolsas y entré a la casa corriendo. 

—¿¡Toochi-san, estás bien!? —Dije con apuro viendo como 2D saltaba con un solo pie, agarrando el otro con ambas manos y con una mueca de dolor en su rostro. Lo rodeé con mis brazos, entonces él se calmó y miró con rencor hacia en frente.

—Perdón por asustarte. —Dijo  una tercera voz. 

—¿Daiki? —Pregunté extrañada, 2D lo miraba con el ceño fruncido, extremadamente fruncido.

—Hola, bijin. —Sonrió. 

Detrás de él aparecieron Chaz y Lynn con Mike en sus brazos, quien inmediatamente al verme saltó al suelo y correo hacia mi, lo abracé con cariño, hace mucho no veía a mi pequeño monito.

—¿Q-Qué haces aquí, Daiki? —Intentaba disimular la incomodidad que sentía, pero el repentino enojo de 2D y mis amigos viendo como si fuera telenovela, realmente me lo impedían. 

—Bueno... Si mal no recuerdo mañana nos iremos a Japón, ¿no¿

—¿¡"Iremos"!? —Preguntó 2D con una rabia que jamás habría pensado escuchar en él. Daiki se volvió hacia 2D-san y con una sonrisa apacible le contestó:

—Sí, iremos. No es por ser un entrometido, pero les recuerdo que el padre de Noodle me pidió que  los acompañara, por seguridad. 

—¡Ja! ¡Seguridad! Nunca he entendido porque tanto alboroto porque la niña vaya a Japón, después de todo ella nació allí. —Gritó Murdoc bajando las escaleras, Lynn lo miró raro, todos giramos en su dirección para verle el rostro, mi corazón se hizo pequeño ante su cuestionamiento.

El unico que sabía porque me era difícil volver a casa era Toochi. 

—Bueno... Ella debe tener sus razones. —Contestó Lynn cortante.

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