Perfume.
Narra Lynn
Mis malos hábitos salían a flote cuando estaba nerviosa o ansiosa y hoy no era la excepción. Ya había arruinado el esmalte de mis uña en al menos una mano entera, pero eso no importaba ya, porque Murdoc estaba a nada de cruzar esa puerta del aeropuerto internacional de Londres.
Hacía un par de meses que no lo veía en persona por lo de su gira y aun así por teléfono o videollamada las cosas no andaban muy bien que digamos, tenía miedo de lo que fuera a ser su regreso.
Claire, la novia o lo que fuese de Russ —no había entendido bien hasta donde estaba llegando esa relación, solo sabía que desde la grabación del disco se habían vuelto muy cercanos—, estaba también aquí esperando la llegada del americano. Según Noodle, ella se quedaría un par de días más en Grecia con Stuart. Suertuda.
No era por darle más importancia de la debida a la ausencia de mi novio y mi mejor amiga en el país, pero no iba a mentir diciendo que las cosas aquí en Londres habían estado de maravilla, porque no era así. La escuela era un asco, cada día más y más pesada, encima con la presión de ir viendo universidades y planificar un futuro.
Había comenzado a pasar demasiado tiempo con Chaz, la verdad es que ahora solo nos teníamos el uno al otro, sin Noodle aquí, las cosas habían cambiado bastante. Me atrevo a decir que he conocido más a Chaz en estos meses de lo que he hecho en años y eso era algo por lo cual estaba feliz.
—¡Allí vienen! —Alzó la voz Claire, poniéndose de pie y corriendo a abrazar al gigantón de Russ. Unos cuantos pasos atrás de él, rezagado entre la multitud de gente con sus maletas en mano, venía Murdoc con su maleta y esa cara de pocos amigos.
Me mordí aun más las uñas y me puse de pie lentamente, caminé lentamente hacia él, parecía estar distraído pues no se percataba de mi presencia, no hasta que me paré frente a él y la gente tuvo que rodearnos para seguir con camino.
—Lynn... Te ves... —Sin dejarlo decir una palabra más me lancé a su pecho, rodeándole el cuello con mis brazos y aspirando su típico aroma a colonia vieja y cigarrillos mezclada.— más grande...
—Te extrañé, Murdz. —Mis sentimientos estaban ganando la batalla, pero no quería derrumbarme frente a él, sabía muy bien lo que pensaba de las expresión de emociones.
Murdoc estaba serio, me alejó de su pecho y me miró con atención. Negó con la cabeza y limpió mis lagrimas traicioneras con su dedo pulgar.
—Sabes que me rompe las bolas que la gente llore... en especial tú. —Dijo lo último con un tono más suave, su típica manera de hacer un cumplido... o intentar hacer uno. Reí.
—Lo sé. De verdad te extrañé mucho. —Volví a abrazarme a su cuerpo, esta vez él me correspondió.
—También te extrañé. —Dijo sin más.
Tomamos un taxi directo a Wobble Street, Murdoc encendió un cigarrillo y fue dandole caladas en silencio hasta terminárselo. El silencio era incomodo y tenso, y en mi cabeza buscaba cualquier clase de información o dato basura que sirviera para romperlo, pero esta seca, no había nada.
Claire y Russ se habían ido a otro lado, con la excusa de que Claire había prometido a sus padres ir a cenar esta misma noche con ellos y llevaría a Russ para presentarlo.
Al llegar a su casa bajó la enorme maleta del taxi, pagó y subimos en silencio hasta su recamara. La casa estaba algo polvosa por haber estado tanto tiempo sola y se sentía un aire nostálgico.
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DESIRE
FanfictionNoodle conoce a 2D tras un encuentro poco común en una fiesta, la conexión y extrema atracción que sienten el uno por el otro es instantánea y bastante fuerte. Sin embargo tendrán que lidiar contra sus deseos, ¿pero podrán? Los personajes originale...