Capítulo Treinta y Cuatro

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Al Descubierto.

Narra Russel

Fui preocupado hasta la habitación de mi princesa, faltaba menos de media hora para su entrada a la escuela y ella aun no salía de su cuarto, me angustiaba aun más que ayer según Murdoc ella había llegado alterada a casa, bueno "alterada" no fue la palabra que us'

—¿Princesa? —Pregunté tras tocar la puerta, del otro lado no se escuchaba ni un solo ruido, esto solo hacía que mi ansiedad aumentara.— ¡Voy a entrar, Noodle! —Grité a manera de aviso, en caso de que ella estuviera en un momento de intimidad o algo por el estilo... 

Al abrir la puerta la escena que me encontré era todo lo contrario a lo que esperaba, yo estaba con la idea de entrar y ver a Noodle sumergida en una fiebre terrible, pero no, ella seguía dormida y no solo eso... Dents estaba con ella, ambos dormidos en una posición de cucharita, los brazos de D envolviendo delicadamente el abdomen de ella y sus dedos entrelazados con los de Noodle, la nariz de 2D estaba hundida en el cuello de ella y para colocar una cereza al postre: Mike dormido entre los dos. 

No supe cómo reaccionar a esto, más que nada estaba impactado, sabía que eran muy buenos amigos, sin embargo esto ya derivaba a otra clase de confianza. Debatí entre si despertarlos o no pues aparte de que se veían muy cómodos, sentía que estaba invadiendo la intimidad de ambos, por otro lado, mi princesa detestaba faltar a clases. Opté por despertarlos, pero antes cerré la puerta de la habitación en caso de que Murdoc quisiera meter su nariz donde no lo llamaban.

—H-Hey... —Susurré moviendo levemente el brazo de Noodle.— Princesa, debes ir a clases... ¿O vas a faltar? —Ella solo hizo un ademán de parpadear e inspiró aire profundamente hasta soltar un leve quejido.— Noodle... 

—¿Qué? —Contestó adormilada, aun sin abrir sus ojos y aferrándose más a los brazos de Dents.

—¿No irás a la escuela? —Dents al fin sintió la presencia de alguien más en la habitación y empezó a moverse, dejando en libertad a Noodle y frotando sus ojos con sus manos, Noodle se incorporó sobre la cama y con ojos los ojos hinchados me dedicó una mirada.

—¿Qué hora es, Russel-san? 

—Las 6:45... —Contesté tranquilo, a ella en cambio pareció que le vaciaron un bote de agua fría encima; abrió sus ojos como búho y se paró de la cama en seguida. 

—¿¡Qué!? ¡Voy a llegar tarde! 

—Buenos días, Russ. —Dijo Dents sentándose sobre la cama mientras Noodle recorría como loca la habitación, ninguno de los dos se dio cuenta de lo que yo había presenciado.

—Buenos días, D... —Contesté sonriendo con sutileza.— Será mejor que nos vayamos para que Noodle pueda cambiarse tranquila para la escuela. —En ese momento, los dos se dieron cuenta de que había sido testigo de su linda siesta. Noodle dejó lo que estaba haciendo para ver a 2D, quien ya tenía los ojos blancos y la cara pálida, yo caminé divertido hacia la puerta y me quedé esperando a que Dents viniera conmigo, él con pasos nerviosos caminó hacia la salida mientras rascaba su nuca.— Apresúrate, princesa. —Dije antes de cerrar la puerta. 

Dents y yo caminamos hasta la cocina en silencio, podía sentir que estaba nervioso, pero realmente no entendía porqué... Sí era obvio que entre ellos dos había algo y si no hubiera sido por esto no me hubiera dado cuenta, pero no había razón porque 2D se pusiera todo nervioso, por el contrario, me agradaban estando juntos. Llevaba años conociéndolos a ambos y podía decir con confianza que se hacían bien el uno al otro. 

—¿Quieres café, D? —Le ofrecí poniéndome de vuelta de mi delantal favorito. 

—P-Por favor, Russ. —Tenía miles de preguntas por hacerle, pero decidí callar, si algo se estaba dando entre este par no quería que Dents se sintiera presionado. Le dejé el café sobre la mesa puesto en un termo y luego dejé otro al lado con té en su interior.— ¿P-Por qué me lo das en termo?

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