Noodle conoce a 2D tras un encuentro poco común en una fiesta, la conexión y extrema atracción que sienten el uno por el otro es instantánea y bastante fuerte.
Sin embargo tendrán que lidiar contra sus deseos, ¿pero podrán?
Los personajes originale...
Los labios de 2D abrazaban los míos con dulzura mientras yo me encontraba sentada sobre su regazo, era de noche, muy tarde a decir verdad... El televisor seguía encendido con la película corriendo y eso era lo único que iluminaba el lugar. Me sentía feliz, ¿y para qué mentir?, algo juguetona, 2D-san se separó por falta de aire y a manera de broma lamí un poco su mejilla.
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—N-Noods b-basta... a-alguien puede venir. —Mencionó obviando el hecho de que nos encontrábamos en la sala de T.V., sin embargo en su rostro permanecía una sonrisa que llegaba hasta sus ojos. Me separé un poco de él para verlo mejor.
—Todos están dormidos... bueno, al menos Russ lo está, Murdoc en todo caso está con Lynn. —Dije tranquilizando a Toochi y uniendo mi frente con la suya.
—D-De acuerdo... —Tartamudeó nervioso pero aun así posó sus labios sobre los míos nuevamente. Su dulce aroma a butterscotch me impedía pensar con claridad, al contrario, solo ocasionaba que me perdiera más y más en ese beso.
La mano de 2D-san fue recorriendo lentamente mi espina dorsal hasta ponerse en mis caderas, la respiración en ambos comenzaba a acelerarse al mismo tiempo que mis manos exploraban esos mechones azules tan suyos.
—Cr-Creo que sí deberíamos irnos a otro lado, Noods... —Se separó viéndome a los ojos con brillo de súplica y picardía.
—Está bien, Toochi. —Contesté dando un suave beso sobre sus labios y al momento que iba a ponerme de pie Toochi me alzó con ambos brazos de manera nupcial.— ¡Toochi! —Reclamé.
—No pesas nada, Noods, ¿estás segura que estás comiendo bien? —Lo tierno era que no lo decía en broma, su preocupación era real, aun así el comentario me causó gracia.— N-No te rías.
—Toochi, me río porque me has visto devorar media pizza... Y a parte podré ser bajita y delgadita pero sabes que podría patear tu trasero sin problema. —Lo reté mirando sus ojos, él se sorprendió al principio pero a los pocos segundos enarcó una ceja y me soltó un poco, haciéndome pensar que me iba a dejar caer, me aferré más a su cuello.
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