Capítulo 06

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Yuri se había sentado a esperar en un banco del parque; había sacado de su pequeño bolso un espejo y un pintalabios Respiraba hondo. Se sentía nerviosa, sus manos tenían un ligero temblor que la impedían utilizar el lápiz de labios adecuadamente. Respiró hondo de nuevo.

—Tranquila, Yuri —dijo mirando su imagen en el espejo—. Ya está, no han sospechado nada.

Había engañado a sus padres y aunque no era la primera vez empezaba a sentir que se estaba convirtiendo ya en una maldita costumbre y se sentía mal por hacerlo. No había cenado, dijo a sus padres que iba a salir con Kamui Kaguya y que iría a tomar algo con él. En parte era cierto, había quedado con Kamui pero no para tomar nada, su cita era para después de cenar porque Kamui accedió a ir con ella al festival pero antes tenía que cenar con su familia.

No sabía por qué le había pedido a Kamui que saliese con ella en Tanabata. Quizás fue porque sentía algo de envidia, si, sería eso; sabía que Kamui le había dicho a Momoka que salieran alguna vez y Momoka, tan crédula e inocente, se había hecho la ilusión de que Kamui sentía algo por ella. Yuri sabía que no, que Kamui actuaba de forma egoísta porque se veía a la legua que quien le interesaba era Akane y le daba mucha pena de Momoka, pena y rabia. Pena porque sabía que se iba a desilusionar y rabia porque no en tendía por qué elegía a Momoka y no a ella, si las dos eran amigas suyas, si las dos eran igual de insistentes... sería porque ella estaba gorda, seguro que le daba asco mirarla...

Miró su reloj nerviosa, no porque Kamui tardase, más bien por si pasaban por ahí sus padres o su hermano y la veían allí sola, esperando, o podía pasar cualquier persona que la conociese e incluso Momoka y Nowaki.

Por fin le vio aparecer y no venía solo, iba acompañado de su primo Taro. Yuri se levantó y corrió a su encuentro.

—Buenas noches, señorita Yuri —habló alegre Taro—. Te has puesto muy elegante.

—¿Llego muy tarde? —preguntó Kamui.

—No, no, es que yo he llegado pronto —Yuri miraba confundida a Taro, no llegaba a comprender por qué estaba allí.

—He venido acompañando a mi primo —dijo este como si pudiese leer el pensamiento de la chica—. Hemos cenado juntos. No te preocupes que ahora en el festival me separo de vosotros, he quedado con mis amigos.

Daba igual, Kamui había venido, era cierto, no llegaba a comprender por qué había accedido a salir con ella, quizás por obligación, pero eso ahora no importaba, Kamui estaba con ella y podría aprovechar para llamar su atención. De repente se sentía tan feliz que ni la presencia de Taro podía molestarla.

...

—¡Los he encontrado! ¡Van a subir a la noria! —gritaba Sumomo mientras corría hacia sus amigos.

—¡Bien! —exclamaba Yusuke—. Es un momento perfecto, la noria es un sitio muy romántico, siempre sale en las películas.

—Será si suben ellos solos —puntualizó Hotaru.

—P—pero la noria es un sito peligr... —comenzaba a quejarse Takato.

—Takato ¡no! —Le interrumpió Yusuke—. ¿Que hemos hablado?

—Positivo, positivo, piensa siempre positivo —decía Kotoko.

—Nunca negativo —continuaba Hotaru—. Vamos, repite: no hay peligros, no hay peligros.

—¿Y cómo hacemos para que Genki y Momoka suban solos en la noria? —preguntaba Sumomo—. Supongo que tendremos que ir con ellos, distraerles y cuando vayan a subir les empujamos dentro.

Hola, cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora