Habían llegado las vacaciones de verano.
Sumire, Nowaki y Kenshi tenían que ir a clases de refuerzo, pero Sumire se lo pasaba bien, ella era una de esas personas que sabía disfrutar de todo lo que la vida le ofrecía ¿que había que ir a clases de refuerzo? Pues estupendo, sería divertido.
Con el paso de los días Kyojin y Akira aprendieron a reconocer a Ayesa como persona distinta a Akane. Ayesa aparecía a menudo, según pasaban los días quedaban menos para la mudanza de Akane y esto la estresaba bastante, se ponía muy tensa y de bastante mal humor, ella misma era consciente de estar comportándose de forma insoportable, pero allí estaba Ayesa, dispuesta a darle un descanso y de paso disfrutar de la vida, cosa que deseaba con una necesidad tremenda.
Si, Ayesa y Akane eran muy distintas a pesar de ser la misma persona. A Akane le gustaba vestirse con colores amarillos y anaranjados, Ayesa prefería los contrastes del blanco y el negro. Akane solía usar pantalones y ropa cómoda, Ayesa prefería los vestidos. A Akane le gustaba tener su pelo suelto, Ayesa lo odiaba, no soportaba que le rozase el cuello y la cara y lo mantenía apartado de ellos todo lo que podía. Akane usaba un brillo de labios de color rosado casi imperceptible y Ayesa lo usaba de color rojizo. Akane se ponía sus gafas, Ayesa no y cambiaba todos sus accesorios de lugar, incluso el bolso lo llevaba en el lado contrario. A Akane le gustaban los helados, sobretodo de chocolate, Ayesa lo que prefería era mascar chicle, le encantaba el chicle y más si era de sabor fresa ácido. A Akane no le gustaban los chicles porque decía que le daban gases, Ayesa no comía chocolate por no sentir adicción hacia esa sustancia. Akane bebía refrescos dulces de naranja y Ayesa ácidos de limón. Akane lo organizaba todo, no le gustaba no controlar lo imprevisto y Ayesa no planificaba nada y no le importaba, hacía lo que en ese momento le apetecía dejándose llevar por sus impulsos sin pensar en las consecuencias que tendrían sus acciones.
Y así era con todo, incluso en su forma de sentarse y de hablar, de gesticular, Akane miraba directamente a los ojos mientras Akane siempre lo hacía a los labios.
Ayesa era agradable, una chica sincera que no tenía ningún problema en decir las cosas como las pensaba, demasiado pasional tal vez, muy protectora con sus amigas, sobre todo con Ryuko. Al contrario que Akane que siempre alentaba a su amiga a ser más "cariñosa" con Kyojin y que intimaran un poco más, Ayesa no soportaba que ese chico se acercase mucho a su princesa.
Jisei y Ryuko estaban contentas con Ayesa, para ellas era una vieja amiga, confiaban en ella porque sabían que cuidaba de Akane y que Akane era quien era gracias a ella. Hisoka actuaba como siempre, parecía conocer a Ayesa y se comportaba con ella como con Akane, se podría decir que las dos le caían igual, se amoldaba a la que en ese momento dominase y con las dos parecía tener la misma complicidad. Kyojin se acostumbró pronto a esa chica, le resultaba divertida pero al que no le gustaba tanto era a Akira.
Akira no se sentía muy a gusto con ella. Le ponía muy nervioso, él prefería a Akane, con su mal humor, su manía de organizarlo todo, con sus insultos y lo quisquillosa que se ponía, con todo lo insoportable que a veces resultaba él prefería a su Akane y la echaba de menos; no entendía como nadie la echaba de menos. Ayesa le miraba de reojo de forma traviesa y le sonreía llena de picardía, luego se mordía el labio inferior y Akira se sentía como si fuese un trozo de carne que quería comerse, eso sin contar las innumerables veces que se acercaba a él y acariciaba su espalda o lo que no era su espalda y que si se descuidaba aprovechaba para intentar besarle, si, se sentía acosado y eso era incómodo, muy incómodo ¿dónde estaba su Akane? ¿Dónde estaba esa chica que le llamaba inútil y le lanzaba cosas? Lo reconocía, él prefería a Akane, su adición al chocolate, sus cambios de humor y admitía que era duro verla y no reconocerla.
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Hola, cielo
Teen FictionSegunda parte de la novela "Con sabor a mandarina" Bastante complicado era para Akira, relajado y perezoso, intentar recuperar la confianza de Akane como para que llegase el popular y guapo Kamui a interesarse también por ella. Además el haber aver...