—¿No crees que piensas demasiado en el pasado? —preguntó Kyojin mirando fijamente a Ryuko—. No me entiendas mal, no es algo que te reproche, es solo que te veo muy preocupada por arreglar lo que no hiciste.
—Es por culpa de mi conciencia, no lo puedo evitar, me siento muy culpable por no ayudar a Akane, no la ayudé, mis padres me dijeron que me olvidara de ella, que no era una buena compañía, que solo me traería problemas, ellos no entendían nada... y yo... yo no la ayudé.
—Pero es que tú eras una niña pequeña, hablas como si hubiese sido tu responsabilidad.
—Ya lo se pero es que no me entiendes, es algo que tengo ahí y no me lo puedo quitar de encima. Yo veía lo que pasaba y no hice nada, no ayudé, ni siquiera la escuché, tenía miedo a mis padres y a que me apartasen de ella, yo no quería perderla como amiga, solo pensé en mi misma, tenía que haber sido más valiente, haber insistido con mis padres, con los profesores... pero no, me callé, me callé, me callé.
—Eres demasiado dura contigo misma.
—Te voy a contar algo de lo que nunca he vuelto a hablar con Jisei o Hisoka, creo que de alguna forma pensábamos que si no hablábamos de eso, se borraría, pero voy a contártelo precisamente por eso, porque ahora se que es al contrario, hay que hablarlo y decirlo, creo que callando lo único que hicimos es hacerlo más grande.
Ryuko hizo una pausa como si volviese a recapacitar sobre si tenía que contarlo o no. Kyojin esperó, no quería presionarla a contarle nada, solo quería que ella confiase en él pero imaginaba que contar ciertas cosas no debía ser fácil.
—Era verano, Akane pasaba las vacaciones en casa de su padre, teníamos 10 años y Hisoka y yo habíamos ido a su casa para hacer juntos los trabajos que nos habían puesto los profesores para el verano. Era por la tarde, hacía mucho calor y ella había enchufado un ventilador para que nos diera algo de aire, estábamos en el comedor, no había nadie en la casa, sus padres y la madre de Maron se habían llevado a los niños a la piscina. Allí estábamos los tres, riéndonos y hablando más que haciendo los deberes cuando llegó Jakuro bastante enfadado, nos miró y se fue a su habitación. Hisoka y yo seguimos como si nada y Akane nos pidió que bajáramos la voz pero no la hicimos caso, entonces salió Jakuro y nos gritó que dejáramos de hacer ruido, yo me quedé muy asombrada porque él nunca se comportaba así, entonces se puso a regañar a Akane porque había cogido el ventilador sin permiso, estaba furioso y le dijo que entrara en la habitación, Akane no quiso, dijo que estaba con nosotros...
Ryuko volvió a hacer una pausa y un gesto como de desagrado, como si los recuerdos que continuaban la hiriesen.
—Entonces Jakuro se me acercó y empezó a acariciarme el pelo "eres muy bonita" decía y luego añadió: "Akane sabe hacer cosas estupendas ¿no te lo ha dicho?" Akane se puso muy nerviosa y le pidió que me dejase en paz, él se reía y Akane, cada vez más nerviosa se levantó y le empujó... Todo fue muy rápido y no tuvimos tiempo de reaccionar, Jakuro agarró a Akane del pelo y la tiró contra Hisoka que se cayó de la silla con Akane encima
"—¿Que te pasa? ¿no quieres que enseñe a tu amiga lo que te enseñé a ti?
—No por favor, no le hagas nada a Ryuko —Akane comenzó a llorar.
—¿Es que no les has dicho lo guarra que eres y lo que sabes hacer?
El dolor y la vergüenza que de pronto vi en la cara de Akane es algo que no se puede describir, la vi temblar, agachó la cabeza y se acercó a Jakuro.
—Por favor, no le hagas nada a Ryuko
—¿Me ordenas lo que tengo que hacer?
ESTÁS LEYENDO
Hola, cielo
Teen FictionSegunda parte de la novela "Con sabor a mandarina" Bastante complicado era para Akira, relajado y perezoso, intentar recuperar la confianza de Akane como para que llegase el popular y guapo Kamui a interesarse también por ella. Además el haber aver...