Katniss estaba absolutamente decidida a votar a Paylor.
-¿No lo véis? ¡Tiene toda la razón! Panem se formó por culpa de esa guerra, y esa guerra fue provocada por los antiguos sistemas de gobierno - Nos decía mil y una veces a Haymitch, a Effie y a mí - ¿No os dais cuenta? Tenemos que enmendar los errores. Tenemos que aprender del pasado.
No había, de todos modos, mucho terreno sobre el que convencernos, porque tanto Effie y Haymitch como yo opinábamos igual que ella. Aunque el miedo a equivocarnos siguiera latente...
Los candidatos a la presidencia eran muchos, pero ninguno de nuestro distrito. Me llamaron la atención especialmente dos, una joven del 11, que en el aspecto me recordaba a Rue, y que aseguraba que la muerte de la niña había sido lo que le había impulsado a querer cambiar las cosas, y un hombre del Capitolio, de mediana edad, que irónicamente llamaba la atención por su apariencia normal, pero que proclamaba disciplina y conservadurismo para el nuevo gobierno. A mí, por supuesto, esa idea no me gustaba, pero había quien le apoyaba.
-Esto es la democracia - Me dijo una vez Haymitch - Todos participan, y cuando digo todos, es todos - Estaba claro que sus ideas tampoco iban acordes a las del candidato conservador del Capitolio.
Nuestro punto de mira estaba también en los candidatos a alcalde, y estos sí eran de nuestro distrito. Pensé en convencer a Katniss para que se presentase, ya que era un cargo mucho menos relevante a nivel nacional, pero lo descarté. No tenía intención de provocar agobio en ella.
En nuestro distrito había tres candidatos a la alcaldía, y los tres eran mujeres. La primera, era una prima de Madge, Helen, el único miembro de la familia Undersee que había sobrevivido al bombardeo del distrito 12. La segunda, era una nieta de Sae, Cassandra, o como nosotros la conocíamos, Cassy, y la tercera era Florence Wallace, de edad mediana, a la que conocíamos por haber sido alumna de la escuela en los cursos superiores cuando Katniss y yo aún íbamos a parvulario.
Katniss llegó a la panadería una mañana temprano.
-Vaya, pensaba que estarías en tu casa - Me dijo, entrando por la puerta y acercándose al mostrador, en donde yo estaba atendiendo a unos clientes.
-Yo le recomendaría que se llevase la tarta de queso y nata, señora Flynn. Ah, hola, Kat - Saludé, mientras la señora Flynn decidía qué pastel quería comprar para el cumpleaños de su hija - ¿Has ido a mi casa?
-Sí - Dijo ella - Para preguntarte si venías al Ayuntamiento. Como hoy hay que hacer el registro para votar...
-Ponme dos porciones de la de queso y nata y una bandeja pequeña de los de chocolate, Peeta.
-Ahora mismo, señora Flynn. Perdona, Kat, ahora hablamos, estoy hasta arriba, le he dado la mañana a Delicate para que fuera al Ayuntamiento, y...
-Sí, sí, no te preocupes - Sonrió ella.
Me metí dentro del almacén para sacar los dulces y cuando salí con ellos envueltos, Katniss y la señora Flynn estaban manteniendo una alegre conversación.
-Sí, es buena época para cazar, aunque no tanto como el verano.
-Cuídate en el bosque, Katniss, ya sabes.
-Lo hago, lo hago.
-Aquí tiene, señora Flynn - Dije yo, entregando los pasteles mientras ella los pagaba - Y muchas gracias, espero que le gusten, la tarta de nata y queso suele tener mucho éxito.
-Ya te contaré, Peeta, y en cuanto a ti, Katniss, espero que te decidas pronto por este joven. Está guapísimo, ¿no lo ves?
Katniss y yo nos miramos, rojos como un tomate, y la señora Flynn se rió y salió por la puerta. Ninguno de nosotros comentó nada sobre lo que acababa de pasar.
-Bueno... ¿Vienes conmigo? - Volvió a preguntarme, aún con el rubor en sus mejillas.
-Sí, pero tendré que cerrar mientras tanto.
Katniss y yo fuimos al Ayuntamiento, bajo el sol de principios de octubre, y nos inscribimos en el censo electoral. Había una cola enorme y estuvimos al menos hora y media hasta nuestro turno.
Cuando por fin nos tocó, nos acercamos a una mesa en la que una señora desconocida de voz aguda me pidió mi número de identidad, y lo tecleó en un ordenador.
-Peeta James Mellark, varón, nacido el 20 de diciembre del 2115 en el distrito 12, hijo de Nathan y Laura Mellark, fallecidos - Leyó en la pantalla.
-Sí - Dije yo, apesadumbrado ante esas palabras. La encargada de la mesa me hizo firmar unos papeles y me entregó una tarjeta con mis datos, que sacó de un aparato enchufado al ordenador, parecido a una impresora.
-¡Siguiente! - Katniss se acercó a la mesa - Número de identidad, por favor.
-Siete, diecisiete, cuarenta, cuatro, doce - Dijo Katniss.
-Katniss Jane Everdeen, mujer, nacida el 8 de mayo del 2115 en el distrito 12, hija de Abraham y Anne Everdeen, fallecido el primero.
-Correcto - Afirmó Katniss. La mujer le entregó la misma tarjeta que a mí y nos marchamos a casa.
Parecía que ahora sí estábamos listos para votar.