Willow

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Pintamos de azul la habitación de nuestra hija. Mi color favorito es el naranja y el de Katniss el verde, y nos pareció demasiado típico pintarla de rosa, aparte de sexista. Así que pocas semanas antes de que naciera, la habitación de Willow estaba pintada de ese hermoso color y el techo con el brillante paisaje de un cielo nocturno, estrellado, con espirales sobre un pueblo. Era una réplica de un antiguo cuadro que yo había estudiado en mi carrera de Arte. Desde que lo vi por primera vez, tuve en mente la idea de que si tenía un hijo el techo de su habitación sería así. Mi deseo se había cumplido y mi hija se dormiría cada noche viendo las estrellas. Al fin y al cabo, las estrellas eran lo que yo tenía entre mis manos desde que su madre se enamoró de mí y desde que ella existía.
Quedaban tres semanas para el parto de Katniss. Estaba previsto que saliera de cuentas el quince de junio. Su fiesta prenatal estaba preparada para la tarde posterior al día en que terminamos de pintar el cuarto de la niña. Todos acudieron. Annie, Johanna, Kate, Delly, Jane, las niñas - Sara, Frenchie y Madison -, Valeria y sus hijas - Lydia, Sue, Rose y Natalie -, Effie con Simone, las cuatro profesoras que había en el colegio - July, Christine, Rebecca y Judy- y la novia de Gale, Elizabeth. Como nos parecía estúpido que fuese una fiesta solo para mujeres, por supuesto estuvimos Haymitch, Finnick, Dann - el novio de Kate -, Zarmith, dos de los profesores - John y Roger -, Gale, Jim y yo. La casa estaba llena de globos de color rosa, Effie se encargó de comprarlos y colocarlos, de manteles de tonos pastel, una mesa enorme en la que todos habían colocado sus regalos, y que por lo tanto ahora lucía llena de relucientes paquetes con hermosos envoltorios - algunos muy grandes estaban apoyados en el suelo - guirnaldas, un estandarte que colgaba desde una punta de la pared del salón a otra y en el que se leía "Bienvenida al mundo, Willow Mellark Everdeen". En la mesa del centro habíamos colocado pasteles caseros de colores rosas, azules y verdes, con formas infantiles. Yo había puesto música alegre. Katniss estaba recostada en un mullido sillón, con una mano en su abultadísima tripa, observando el derroche de color y parafernalia a su alrededor. Por su expresión deduje que no se sentía muy cómoda, y lo sabía porque además ella no había querido tener una fiesta prenatal. La idea había sido, como siempre, de Effie. Esta vez Katniss tampoco se resistíó demasiado. Estaba muy cansada y se sentía demasiado pesada como para discutir.
Por eso yo le tenía una sorpresa especial reservada.
-Bueno, ¿quieres empezar a abrir los regalos, Katniss? - Le dijo Effie, que estaba más ansiosa que incluso nosotros dos, que éramos los padres.
-Vale - Dijo, incorporándose un poco en el sillón y haciendo una mueca de incomodidad.
-No, no te preocupes, cariño, nosotros te los acercaremos - Dijo Effie.
-Gracias, pero puedo levantarme, Effie.
-No, no, estás cómoda ahí, no te levantes, Katniss - Insistí yo. Se encogió de hombros y siguió sentada. Yo me acerqué a la mesa y cogí dos de los regalos.
-Katniss, abre este, por ejemplo - Le dije, mientras ella los cogía.
-¡Esos son los míos! - Dijo Johanna, dando saltitos al lado de Annie.
Katniss les sonrió y los abrió. Eran dos preciosos sonajeros artesanales, de madera.
-Oh, qué bonitos, Johanna - Dijo, emocionándose mientras los sacaba de las cajas - Muchas gracias...
La emoción de Katniss creció según siguió abriendo los demás regalos, que fueron cantidades colosales de ropita, patucos de lana, zapatos, juguetes, una cuna enorme, objetos necesarios para el baño de la niña, peluches, una manta con el nombre de Willow bordado a mano, sus primeros pendientes, que resultaron ser dos minúsculas bolitas doradas de parte de Haymitch y Effie, libros de cuentos, un caballito de madera, flores para Katniss, un libro lleno de huecos para poner fotos…
-Muchísimas gracias, de verdad - Dije yo al final, mientras Katniss me cogía la mano y asentía. Effie, con Simone en brazos, nos miró con ternura -. Nosotros no habíamos parado de comprarle cosas a la niña, pero ahora va a tener hasta para sus propios hijos.
Todos se rieron.
-La queremos mucho - Dijo Annie -. Esta niña no solo significa una nueva vida, sino la prueba de que el amor ha triunfado. Por encima de la opresión y la violencia. Ella nacerá lejos de todo eso y con unos buenos padres que la criarán con todo su amor.
-Por supuesto - Corroboré yo, apretando la mano de Katniss -. Gracias por eso, Annie.
Ella me sonrió.
-Estamos deseando verle la carita - Añadió Jane -. Y de cogerla en brazos. Oh, cuando mi hermana Francis nació yo no dejaba de cogerla y jugar con ella - Dijo, refiriéndose a Frenchie.
-Bueno, los regalos no han terminado. Toma, Katniss - Dije, tendiéndole un papel. Me miró extrañada y lo leyó.
-¿Pero se puede saber qué es esto, Peeta? - Me dijo, con un hilo de voz. Yo me dirigí a la puerta de la entrada y la abrí. Ante las miradas estupefactas de todos, Anne entró tímidamente en el salón.

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