Enterramos a Sae en el pequeño cementerio que se había construido en el distrito cuando se terminó la guerra. Allí descansaban los restos de la mayoría de víctimas del bombardeo, y algunos otros de la lucha encarnizada que hubo en el Capitolio. Solamente Prim y otros pocos habían sido enterrados en otros lugares. La mañana de aquel día fue fría pero muy soleada. Ninguno de los presentes dijo nada en todo el rato que pasamos velando su sepultura. Katniss me miraba de vez en cuando, cuando Effie sollozaba. Se ponía muy sensible en cualquier clase de acontecimiento. Después del entierro y de ir a casa a comer algo, hicimos lo que habíamos acordado, ir a casa de Sae. Katniss y yo queríamos hablar con Jane, su nieta mayor.
-Hola, Jane - Dijo Katniss, cuando la chica le abrió la puerta. Era alta y delgada, de pelo castaño claro y ojos claros y azules, ahora enrojecidos por el llanto. Llevaba ropas negras sencillas, las que había utilizado en la ceremonia por su abuela - Espero que no seamos una molestia ahora mismo - Dijo, señalándome a mí.
-Oh, no - Dijo Jane -. Pasad. Perdonad el desorden. En estos días no he tenido tiempo de recoger… Solo de hacerme cargo de mis hermanas.
Katniss y yo nos miramos. La casa de Sae era una pequeña cabaña de cuatro habitaciones. En una de ellas se cocinaba, en otra estaba el viejo aseo, en otra se guardaban trastos viejos y la cuarta servía como dormitorio. Nosotros nos encontrábamos en la primera. Jane nos invitó a sentarnos a la mesa.
-¿Dónde están tus hermanas? - Pregunté yo, mirando a mi alrededor.
-Frenchie está durmiendo. Y en cuanto a Sarah y Madison… No tengo ni idea. Estarán aquí para la hora de cenar.
-¿No van al colegio? - Preguntó Katniss.
-Frenchie todavía es muy pequeña. Sarah y Madison llevan sin ir desde que mi abuela murió. No podemos pagarlo. Sé que es poco dinero, pero hasta que no encuentre trabajo no podré pagar nada.
-De eso queríamos hablarte, Jane. Nosotros queríamos decirte que te vamos a ayudar.
-¿A pagar las cosas? No os preocupéis, cumplí la mayoría de edad hace pocos meses. Puedo encontrar un trabajo y encargarme de mis hermanas.
-No solo a pagar las cosas, sino también con las niñas. Son muy pequeñas aún. Madison y Sarah podrán ir al colegio, pero, ¿quién cuidará de Frenchie mientras tanto, si tú vas a trabajar?
-No lo sé. No lo había pensado.
Desde luego, Jane no era muy consciente de que seguía siendo una niña, a pesar de tener que asumir una responsabilidad tan grande.
-Pues yo tengo la solución - Dijo Katniss -. Sarah y Madison volverán al colegio mañana mismo. Nosotros lo pagaremos, tenemos dinero de sobra con lo que ganamos en los Juegos y con nuestro trabajo. Yo me encargaré de Frenchie hasta que tenga edad de ir a clase también, y Peeta me ayudará los fines de semana cuando vuelva de la universidad.
Era el plan que Katniss y yo habíamos acordado y ya estaba decidido, pero Jane nos miró con los ojos como platos.
-¿Qué? ¡No podéis hacer eso! ¿Cómo vais a asumir todos los gastos? Ni siquiera somos familia…
-Es como si lo fuéramos, Jane - Dije yo -. Créenos, si no pudiéramos ayudar no estaríamos aquí, pero sí podemos.
-Pero…
-Y tú no vas a buscar trabajo. Eres muy joven, tienes que estudiar - Continuó Katniss.
Jane parecía a punto de echarse a llorar.
-¿Estudiar? ¿Pero cómo voy a dejar que vosotros os hagáis cargo de todos los gastos?
-Tú no tienes que pensar en eso. Solo tienes que pensar en volver a la escuela para terminar tus estudios, y después en ir a la universidad.
