En septiembre de aquel año Katniss y yo dejamos a Frenchie con Jane, ya que ya le tocaba empezar la escuela, y nosotros cogimos juntos el tren hacia el Capitolio, para estudiar en la universidad.
Katniss iba nerviosa. El Capitolio le provocaba un poco de ansiedad todavía y la universidad era algo totalmente desconocido para ella excepto por lo que yo le había contado, así que se encontraba muy agitada.
-Bióloga y botánica - Dije yo, casi a punto de llegar a nuestro destino -. Vaya, has puesto el listón muy alto, chica.
Conseguimos que le dieran una habitación cerca de la mía, aunque no lo suficiente. Por eso, todas las noches uno de los dos se escapaba y a hurtadillas se colaba en el cuarto del otro. La verdad es que durante muchas noches fue solo para estudiar, ya que yo tenía grandes montañas de apuntes de Historia contemporánea y de Fotografía y, aunque Katniss demostraba su inteligencia y devoraba sus asignaturas, en un momento dado se atrancó con Biología celular y estuvo semanas sin querer venir a mi habitación o que yo fuera a la suya, porque se empeñó no solo en aprobarla, sino en obtener una matrícula.
Aquello sucedió, Katniss obtuvo dos matrículas y dos sobresalientes en sus cuatro primeros exámenes. La noche anterior al quinto y último, en el que yo me examinaba de Lenguajes artísticos y ella de Zoología, recibimos una llamada que trastocó todos nuestros planes.
-Cógelo, Peeta, me desconcentro y aún me queda todo eso por repasar.
-Voy, es que todavía no aprendo cómo se usan estos cacharros telefónicos - Dije, cogiendo mi "móvil", que consistía en una pantalla plana de siete centímetros de largo y un milímetro de grosor, y pulsando el único botón que tenía.
-¿Quién es? - Katniss dejó de mirarme y se tapó los oídos, memorizando con los ojos cerrados, concentrada en su estudio - ¿Qué? ¿Pero cómo ha sido? ¿Pero cómo? - Katniss volvió a mirarme. alarmada - ¿Pero está bien? ¿Cómo que…? Ahora mismo voy para allá - Y colgué.
-¿Qué pasa, Peeta? - Me preguntó Katniss, mientras yo empezaba a meter cosas en la maleta y me ponía otro jersey encima del que llevaba, además del abrigo.
-Que vuelvo al 12 ahora mismo, Katniss. Delly ha tenido un accidente horrible en la fábrica de la plaza y está en el hospital, por lo visto muy grave - Joder, ¿dónde he puesto mi cartera?
-Ahí está. Si tú te vas yo también voy.
-No, tú te quedas, Katniss, no te puedes perder el examen de mañana.
-¿Ah, y tú sí?
-¡Tengo que ir, es Delly!
-Pienso acompañarte, ya no podría estudiar aunque me quedara.
-Katniss, por favor…
Pero ella siempre ganaba la batalla. Todo Panem lo sabía.
Dándonos igual perdernos nuestros respectivos exámenes del día siguiente, Katniss y yo llegamos al distrito 12 varias horas después, cuando entraba la mañana. Dejamos nuestras cosas sin fijarnos en nada y corrimos hacia la clínica.
-Venimos a ver a Delly Cartwright - Dije yo, al llegar a la recepción de urgencias -. Está ingresada desde anoche.
-Sí, pero no van a poder verla. Ahora mismo la están operando.
Katniss me puso una mano en el hombro.
-¿Y no nos puede decir cómo está?
-Su estado es muy crítico ahora mismo, pero el médico les informará mejor. Suban a la sexta planta y pregunten por la paciente allí.
Salí corriendo antes de que la enfermera terminara la frase. Ni siquiera me paré a coger el ascensor. Salté los escalones como pude hasta llegar al piso seis, seguido de una jadeante Katniss, y nada más llegar nos encontramos con Kate, Effie y Haymitch. Esta última nos abrazó, mientras que Kate lloraba sentada en una silla de la sala de espera, al lado de un joven que yo no conocía.
-¿Pero qué ha pasado?
-Por lo visto Delly estaba viéndose desde hace algo de tiempo con ese chico de ahí, Tom. Es un empleado de la fábrica de telas que hay cerca de la plaza. Delly fue a verle y accidentalmente se resbaló y tropezó con una de las máquinas… - Katniss y yo nos tapamos la boca con las manos - Concretamente con una de esas enormes máquinas que cortan telas.
-Dios mío…
-¿Y qué le ha pasado?
-No lo sabemos. Por lo visto la máquina le pilló la pierna. Anoche ingresó y no nos dijeron que hiciera falta operarla, pero esta mañana tuvo una especie de hemorragia y se la llevaron urgentemente al quirófano. No sabemos nada más desde hace varias horas.
Abracé a Kate y al supuesto novio de Delly, de cuya existencia no tenía ni idea, y el horror que sentí al pensar que era muy probable que mi amiga no saliera viva del quirófano hizo que también me pusiera a llorar, junto a Katniss, en la sala.
-Tranquilo, son buenos médicos - Me decía ella, acariciándome el pelo como era su costumbre -. Seguro que va a estar bien. Tranquilo…
No sirvió de mucho, pero bastante rato después el médico salió del quirófano y sacaron a Delly detrás, en una camilla y con respiración artificial. Estaba tapada hasta la barbilla. Todos nos pusimos de pie a la vez, pero no nos dejaron acercarnos a ella.
-Ha quedado fuera de peligro - Nos dijo el cirujano, mientras las enfermeras se la llevaban a una habitación para ingresarla. Todos suspiramos aliviados -, pero van a tener que tener mucho tacto con ella cuando despierte de la anestesia, porque el shock va a ser muy grande. La máquina le sesgó gran parte de la extremidad inferior izquierda y parte de la derecha, y para evitar la necrosis y la posterior infección, hemos tenido que amputarle ambas piernas.
