Capítulo 20: Tener razón

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Rachel P.O.V

—¿De verdad pasó todo eso? —mi madre tenía una cara de horror cuando le comenté todo lo que había pasado.

—Sí. Todo el mundo lo sabe y me ven como algo raro. Ni siquiera puedo pensar en todas la veces que me deba encontrar con Calipso o Percy en la escuela. —doblé mis brazos en la mesa y puse mi cabeza sobre ellos. Quería llorar pero ya estaba cansada​ de hacerlo.

—Y, ¿quieres salir hoy?

—Si tú me lo permites. Creo que me haría algo de bien. —dije levantando mi cabeza de nuevo.

—¿Quiénes te invitaron? —me preguntó dándole un sorbo a su taza de té.

—Annabeth y sus amigas. —dije sin dudarlo.

Mamá casi estalla en cólera cuando se lo dije. Creo que estuvo a poco de un preinfarto al escuchar el nombre de la chica que me había invitado a salir para animarme. 

—¿Ella? ¿La rubia que odias? Yo te recomiendo no salir con Chase. —me dijo asustada y alterada.

—Pero mamá, suena sincera y--

—¡¿Y?! —me interrumpió. —Quieres que Percy te ame, Elizabeth; no puedes salir con Annabeth si quieres que eso pase porque tiene historia con él y es seguro que se llegaron a amar en cierto grado.

Puse las manos en seña de alto. —Mamá, se odian. Estoy muy segura que nunca pasó más allá de la amistad y es muy probable que Percy tenga sentimientos por mí.

—¿Ah, sí? ¿Quién te lo dijo? ¿Annabell?

—Sí, ella.

—¿No has pensado que tiene algo entre manos? Está tejiendo una red de mentiras como una araña, Rachel. —me dijo firmemente.

—Es aracnofóbica. —le dije. —Iré con ella si me dejas.

—Te doy el permiso. Pero luego no te arrepientas.

—Gracias, mamá. —me levanté de la mesa de jardín y me dirigí a la casa.

En realidad me parecía que Annabeth era sincera y de verdad quería​ ayudarme. No era ese tipo de chicas que salían con los novios o el amor de sus amigas. Y puede que no la consideran una amiga, pero confiaba en su sentido común.

Subí a mi habitación y me dirigí al baño. Iba a ser un paseo por la playa entonces decidí llevar ropa para la ocasión. No era una reina de la moda ya que de esa parte se encargaba Calipso; pero sé manejar más o menos la situación.

Annabeth P.O.V

—No puedo creer que vayamos a hacer esto, Chase. —se quejó Clarisse en la parte trasera.

—Estás firmando el acuerdo de paz. —habló Katie.

—No lo querías, ¿verdad? —continuó Miranda.

—Juro que si vuelven a hablar o a criticar lo que voy a hacer, les daré una patada en el trasero para que bajen de mi auto. Y, es pero que consideren, señoritas, que si ustedes estuvieran en las mismas condiciones haría lo mismo.

No hablaron más, por lo que supuse que el mensaje les quedó marcado para siempre en la cabeza. Piper, Kayla, Silena y Hazel eran las únicas que estaban 100% de acuerdo conmigo en mi decisión.

Kayla decidió acompañarnos porque no tenía nada que hacer en su casa y Malcolm se enfermó misteriosamente de gripe.

Llegamos por fin a la casa de Rachel y llegué a la conclusión de que la casa de todas nosotras entraba perfectamente en la mitad de la de ella. Y de veras que era modesta y humilde esa chica.

Un cliché más [CONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora