Un cliché más [CONTINUADA]

Sorry; léanlo, las hará sentir mejor

Lo siento, lo siento, lo siento. Tengo mucho sin actualizar; lo lamento de verdad. De hecho, aún no he comenzado a escribir porque me quedé en blanco. Me mudé y estuve unos días sin wifi, y ahora no sé cómo continuar. No me precionen, plis. Tendrán su historia.

Quería hacer esto porque me siento un poco... no sé, frustrada. Y hacer estas cosas siempre me hace sentir mejor, como aquella vez que hablé sobre esas chicas en Instagram y el concepto que tienen sobre las peraonas lectoras. Y el tema de hoy es...

La friendzone.

Ahora está de moda que todo momo tenga un maldito chiste del rechazo  de las chicas a los chicos. Al principio me reía, pero ya me tiene molesta porque yo estoy pasando por esa situación.

Sin saberlo, un amigo mío se enamoró de mí. Hablamos y yo ya le dije que no quiero tener nada con nadie; mis amigas se lo han dicho: ella es feliz con sus libros. Lo friendzoneé.

Yo ya lo había visto venir: él me comentaba cada foto que subía diciéndome que soy hermosa y blah, blah, blah. Normalmente soy cariñosa con mis amigos varones, y ellos conmigo, así que al principio no le prestaba atención. Hasta que se hizo más y más vidente y me ponía más y más incómoda.

Él no es un mal muchacho. Lo conozco desde hace años y sé que sus intensiones son buenas. Pero...

No.Me.Gusta.

Estuve un tiempo sin celular y el 2 de diciembre cambié de número porque me compraron nuevo celular. Descancé de él, debo admitirlo. Me sentía incómoda dejándolo en visto y tampoco escribiándole una tontería para no hacer lo primero.

Pero... una amiga en común le volvió a dar mi nuevo número advirtiéndole que yo no quería nada con nadie. Él dio un discurso diciéndo que me amaba y que blah, blah, blah. Seguiría luchando por mí.

Me siguió escribiendo y yo me veía forzada a hacerlo también por no ser maleducada. Hasta que le dije que a mí me gustan las personas con las que yo pueda tener temas de conversación, que tengamos cosas en común.

A él le gustan los videojuegos y el fútbol.

A mí me gustan los libros, las series animadas, la gastronomía, el café, el arte, la historia, la filosofía, el debate, los animales, la naturaleza, viajar, salir a fiestas, bailar, la diversidad de razas. Y tantas cosas más...

Nunca me ha gustado realmente alguien. He tenido dos amigos; Fulano1 y Fulano2.

El uno estuvo a un pelito de gustarme (o eso creo y realmente me gusta o me gustaba). El problema era que antes de conocerlo, no le gustaba leer mucho y comenzó a hacerlo luego de que yo le recomendé que lo hiciera. Si le hubiesen gustado algunas series que yo veo, fuesemos novios. Es un chico muy muy inteligente, con unas pestañas de vaca y unas nalgotas *○*. Pero me encantaba realmente hablar con él y siempre nos divertíamos mucho conversando. No continuamos porque me cambié de escuela y él no tenía celular, pero intentaré regresar a tener contacto.

Fulano2 también lo conocí el año pasado. No es un chico simpatico (aunque está destinado a serlo ^○^) pero charlar con él era muy entretenido. Decidimos ser "mejores amigos frikis" porque veíamos las mismas series animadas y hacíamos fanarts juntos. Lo único que se interpuso era que no disfrutaba de la lectura tanto como yo, y perdí también contacto. Aunque el día de mi cumpleaños lo encontré en el centro comercial y me dijo "¡¿Por qué se atrevió a irse y dejar de hablarme de sus libros?!"

Y existe también un Fulano3 que es de este año. Amo hablar con él.

Yo no creo en lo de "los opuestos se atraen". O por lo menos que no aplique en mí. He visto casos, parecen felices pero sus conflictos son más grandes que su "amor". Mi primo es en términos coloquiales un perro. Sólo han habido tres de sus miles de ligues que me han agradado. La primera no la conocí mucho pero se portaba bien conmigo; la segunda es una de mis mejores amigas y es una chica sencilla, dulce y amable; la tercera no la conocí mucho pero era mega tierna y kawai conmigo. También le gustaba leer y como estudia junto al colegio de nosotros, siempre me saludaba, me abrazaba y nos besábamos las mejillas. Lo que caracteriza estas tres relaciones es: duraron poco porque él se veía en una relación aburridísima. En cambio, con aquellas que no les gusta estudiar (sólo para que se hagan una rápida idea) y que también cambian de relación como si de pantis se tratase, dura muuuuuuuuuucho tiempo. Porqje son iguales.