Capítulo 37: La malévola reunión en el ático

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Travis P.O.V

Impactado. Sólo en esa palabra podía pensar luego de lo que había vivido en el centro comercial.

Había besado miles de veces (chicos, por raro que suene, tenía 18 y aún era virgen. Unos meses después de eso...); pero había algo distinto en los labios de Katie. Su boca no era muy grande, era chiquita y sus labios eran carnosos, rojizos y suaves. Me recordaba a la boca de un conejo.

Ella y yo nos habíamos besado otras veces. La primera vez fue cuando Connor y yo la besamos a ella y a Miranda en su antiguo trabajo de la dulcería. La segunda fue durante una fiesta, aunque esa vez fue más por un reto.

Y bueno, ésta.

No sabía por qué, pero sentía que esa vez fue mi favorita. Y lo había cerrado con broche de oro...

Sí. Tenía que hablar con Katie.

En cuanto a Holly...

Honestamente había vuelto a hablar con ella desde que Connor comenzó a salir con Laurel. Y no fui honesto con Katie, había salido con Víctor porque ella me había invitado y yo acepté.

Debía agregar en esa conversación una disculpa...

Estaba un poco loco, así que no comprendía muy bien cómo había llegado a mi casa. Estaba completamente por las nubes. Y Connor notó eso.

—¿Te encuentras bien? —me preguntó

—No lo sé. —le dije mirando el suelo en un punto fijo.

—¿Qué demonios te pasó?

Lo miré a la cara de forma seria. —Si te lo dijera, no me lo creerías.

—Ya, suéltalo. No debe ser nada del otro--

—Katie me besó.

Connor quedó casi igual que yo. Sus ojos estaban muy muy abiertos y me miraba extraño. —¡Mamá, si Travis tarda mucho tiempo en el baño de hoy en adelante, es porque se está masturbando!

—¡Oh, maldición, Connor! ¡Por todos los cielos!

Katie P.O.V

¡¿PERO QUÉ DEMONIOS HABÍA HECHO?! ¡HABÍA BESADO A TRAVIS! NO, ¡HABÍA BESADO A TRAVIS FRENTE A HOLLY!... ¡Y FRENTE A DECENAS DE PERSONAS!

Santo Dios, ¿por qué lo había hecho? ¿En qué estaba pensando? Si mi madre se llegaba a enterar de mi comportamiento de seguro me mataría. Desde que éramos niñas había dicho que los Stolls eran mala influencia para nosotras.

Le conté todo a Miranda. Ella se sorprendió mucho por lo que había hecho pero pude ver que estaba planeando algo. Se le veía en los ojos. Cubrí mi cabeza con la sábana y me parecía a la Virgen María. Estaba muy alterada y Alexey lamía mi mano.

Fue verdaderamente malo el día siguiente. Por suerte para mí, era viernes; y aún sabía lo que me estaba esperando.

Ese día dos personas tomaron mi muñeca de improviso. La primera era la que más me desagradaba y fue cuando iba tarde a mi clase de inglés, la segunda hora del día.

Holly Víctor.

—Oye, ¿qué te pasa? —dije confundida.

—No; qué pasa contigo, es la pregunta. —me dijo enojada. Era gracioso porque era chiquita, incluso más que yo. —¿No sabes que Travis y yo estamos saliendo.

—Sí, quizás eso fue lo mejor de lo que pasó ayer. —contesté de forma arrogante. ¿OH POR DIOS! ¿QUÉ DECÍA YO?

—Esto sólo confirma que eres toda una puta, ¿verdad? Dañando las relaciones de las demás personas. —me dijo, pero yo tenía algo más bajo la manga.

Un cliché más [CONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora