Capítulo 2

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Nael.

Antes de salir de la Academia me dí cuenta de que aún cargaba el vestido y le dije a mi papá que sería mejor que me espera en mi carro, le dí mis llaves y yo me dirigí hacia camerino, me cambié lo más rápido que pude y salí al encuentro con papá en el aparcamiento.

-Ahora sí -dije subiendo a mi precioso descapotable y dejando mi bolso en los asientos de atrás.

-Nael ¿Será que algún día dejarás de ser tan despistada?- dijo mi padre entre risas, subiendo al lado del copiloto.

-Papá, no soy despistada -dije negando-sólo son un poquito distraída que suena más bonito.

Mi padre soltó una carcajada y yo me reí con él mientras salía del aparcamiento.

-Hija, estoy muy orgulloso, bailas como los ángeles, seguro tu mamá está contenta con lo que acabó de ver -sonrío mi gordillo mirando hacia la carretera.

-Papá -empecé-mamá ya murió. Deja de aferrarte a ese recuerdo, créeme que la extraño y mucho, la vida continúa y tú sigues estancado en el mismo lugar desde hace cinco años. Estoy segura de que mamá no quería esto para ti.

-No lo entiendes, Nael. Amanda es la única mujer que he amado y a la que amaré siempre. Tu madre es el amor de mi vida y yo esperaré el tiempo que sea necesario para volver a estar con ella -dijo mi padre con lágrimas en los ojos.

-Te quiero mucho, Josh -dije cuando las lágrimas amenazaban en salirse.

No quise hablar más del tema. A mi me duele igual o más que a mi padre, la única diferencia entre los dos, es que yo estoy conciente de la realidad y él sigue atado al recuerdo de lo que fue la pasión del amor que tuvo con mi madre.

-Y yo a ti, hija -dijo mirándome con una sonrisa apagada en el rostro.

Escuché el ruido de unas llantas a toda velocidad y luego sentí el fuerte impacto del metal del auto contra mi cuerpo. Un gran dolor se apoderó de mi cabeza y de mi ser. Todo pasó tan rápido que no puedo entender nada de lo que está sucediendo.

¿ Qué acabó de pasar?

Siento que me falta el aire y poco a poco se me iba nublando la vista.

Tenía miedo, mucho miedo, estaba experimentado nuevamente esa sensación tan horrible. ¿Y mi papá?

***


Desperté con un fuerte dolor de cabeza, mi cuerpo dolía, en serio dolía, no podía mover ni un sólo dedo sin que me doliera el jodido cuerpo.

Todo a mi alrededor era de color blanco, estaba en una habitación de hospital, lo deduje por las máquinas que se encontraban a cada lado de mi camilla. No había nadie. Estaba sola. ¿ Y mi papá?

-¿Josh? -dije preocupándome de no saber donde estaba mi padre-. ¡¿Alguien me escucha?! -grité tratando de levantarme.

Se abrió la puerta y pude diferenciar que era un hombre, supuse que era el médico, porque su vestimenta lo delataba, era un hombre rubio y alto, bastante guapo y con unos ojos azules preciosos. Se dirigió a mi con paso apresurado.

-Tranquila, no te muevas -dijo mientras me volvía a recostar en la camilla-. Soy el Doctor Jones pero puedes decirme Zack -me dedicó una sonrisa tierna y yo asentí.

-Doctor ¿Qué pasó? -dije un poco alarmada-. ¿ Por qué estoy aquí? -fruncí el ceño-. ¿Y mi padre? -elevé el tono de voz.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora