Solo mía

Capítulo 38

Nael.

No.

No iba a ser madre aún.

No sé como sentirme al respecto. Tal vez si quería pero me aterraba el hecho de no terminar mis estudios todavía. Axel quiere un familia y la verdad aún no estoy segura que las cosas funcionen, es muy poco tiempo...

No dudo mi amor por él, dudo lo que nos tenga preparado el destino.

-¿Cómo me veo? -pregunta mi padre con una gran sonrisa cuando sale del baño de la habitación del hospital.

Se ha cortado el cabello y la barba que le habían crecido mucho. Su aspecto es muy radiante y no parece que haya pasado mas de un mes en estado de coma.

Me levanto del sillón y llego hasta él, coloco mis manos en sus hombros y luego lo abrazo.

-Te ves genial, gordillo -una lágrima resbala por mi rostro, es de felicidad infinita-. Estoy muy contenta porque regreses a casa. Te extrañé tanto...

No puedo evitar llorar y mi padre me mira a los ojos de una manera dulce, esa que tanto me hizo falta.

-No me podía ir y dejarlas solas -sonríe-. Tambien te extrañé, tartita -besa mi mejilla.

-Papá... -refunfuño.

-Siempre serás mi tartita -carcajea.

-Será mejor que nos apuremos, no quiero hacer esperar a tu madre. Quiero darle una sorpresa cuando me vea entrar por la puerta principal -dice mienrras recoje unas cuantas cosas y las mete en un bolso, se detiene y me mira-. ¿Le has dicho que regreso hoy?

-No, para nada. Yo también pensé que sería bueno si tu le dabas una sorpresa a mamá.

Ni te imaginas, gordillo...

-Mejor así -continúa guardando unas cosas.

Llegó el momento.

-Papá...

-Dime.

-Hay alguien que te quiero presentar.

Mi padre se detiene en seco y me fulmina con la mirada.

Mi padre siempre ha sido muy celoso y protector conmigo respecto a los hombres, cuando me pasó lo de Tony y Dean, se volvió más protector pero ya no soy una chiquilla.

-Espero que no sea un chico -cierra el bolso y fija nuevamente su mirada en la mía.

-Papá... -empiezo- Él se ha portado muy bien conmigo, me ha ayudado en todo lo que ha podido y ha estado conmigo en estos momentos tan difíciles -suspiro resignada, sé que nada de lo que le diga hará que le caiga bien-. Estamos juntos.

-Que bueno -dice con sarcasmo-. Quiero verlo lo más pronto posible. Necesito evaluarlo.

Oh... oh. Alguien está en graves problemas y no soy yo.

-De hecho está ahí afuera, esperándonos -menciono como si fuera algo malo.

-Excelente -sonríe.

Zack entra a la habitación y mi padre se muestra muy agradecido con él, nos despedimos y salimos de la habitación. Zack se desvanece en el pasillo y nosotros nos acercamos a Axel, quien se pone de pie y parece nervioso. Mi padre lo examina con la mirada y luego me toca intervenir para que no se forma una tercera guerra mundial.

-Padre él es...

-Axel Lorenn -termina mi padre por mi-. Ya nos conocemos, querida.

Frunzo el ceño un poco confundida pero luego de unos segundos recuerdo que Axel me mencionó que antes de que mi padre estuviera en coma habían hablado para acordar el contrato que se selló conmigo.