Capítulo 52

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Axel.

Mi corazón se acelera cuando veo su nombre junto con su foto en la pantalla de mi móvil.

Sin pensarlo dos veces descuelgo.

-Hola -contesto.

-Hola, lo siento mucho. Se me marcó, en realidad quería borrar tú número de mis contactos y...

¿Es en serio?

-¿Por qué haces esto? No te das cuenta que lo único que estás haciendo es dañarnos a los dos -le digo en un tono muy serio.

Observo a Jeny cubrirse en la cama y quedarse quieta. Está igual de incómoda que yo. Salgo de la casa y empiezo a caminar hacia el lago.

No puedo creer lo que está pasando. ¿Dónde quedó todo lo que vivimos?

-Me haces daño, entiéndelo -parece que quiere llorar.

-No entiendo nada. Todo esto me parece una excusa. Le tienes miedo a unirte conmigo y eso es porque no me amas lo suficiente -digo exasperado.

-Espero que algún día me perdones -cuelga.

¡Joder!

Marco su número repetidas veces, pero no me contesta. Finalmente me doy por vencido y vuelvo a la casa. Al entrar observo a Jeny tal como se había quedado, está dormida. Su cabello rojizo está esparcido por la almohada y su cuerpo está cubierto de piez a cabeza con mis sábanas blancas.

Es linda.

Nos besamos... No voy a decir que me gustó el beso porque fueron los labios que no quería besar, solo fue un impulso. No puedo ver a una mujer sin pensar en Nael. Lo mismo me pasó con María, digo Mariam.

Fue extraño, me sentí cómodo con Jeny, es muy espontánea.

Necesito tomar aire, no me gusta por donde se van desvíando mis pensamientos.

Salgo de mi refugio y camino otra vez hacia el lago,enciendo los reflectores desde un árbol y a pesar del frío que hace me quito las prendas que llevo puestas a excepción del bóxer, corro por el pequeño puente y me lanzo en un clavado al lago.

El agua está fría pero poco me importa, acabo de recordar que aqui fue la primera vez que nos dijimos te amo. Esa frase tan corta que pone a muchos corazones a latir mil por segundo.

Te amo, Nael.

No importa si he besado a otras chicas, tú siempre apareces en mis pensamientos.

Nado de espalda y trato relajarme lo más posible.

Me pregunto si de verdad borró mi número de sus contactos. Me hace sentir mal que ella se aleje de mi por los problemas de mi pasado, pensé que podíamos superar todo eso juntos. Pero me equivoqué.

Me sumerjo en la oscuridad del lago para luego salir y sentarme sobre el pequeño puente. Este puente dónde hicimos el amor de una manera increíble. Puedo recordar lo bien que la pasamos esa noche cuando la secuestré para mi solito.

Su piel... Su aroma... Su risa...

Estoy perdidamente enamorado.

¿Que voy a hacer en este estado de estupidez?

-¡Ey! -escucho a mis espaldas-. ¿A quién se le ocurre nadar a la una de la madrugada? -es Jeny.

-A mi -volteo y le sonrío-. Se te ve bien mi pijama.

Camina hasta llegar a mi y me observa por un rato. Me doy cuenta que no cargo nada más que mi bóxer entonces la miro y sus mejillas estan rosadas.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora