Solo mía

Capítulo 28

Nael.

-Tengo miedo, Axel -digo en un susurro.

-No temas, todo estará bien -susurra igual que yo.

Trato de elevar mi vista sobre el puente pero Axel no me deja.

-No te muevas -me regaña con la mirada y yo asiento mas que nada porque puede ser alguien que nos esté espiando. Esos ruidos no pudieron ser provocados por algún animalito.

Nos movemos mas hacia la orilla del lago y trato de no hacer algún ruido, algo pica mi pie y se me escapa un grito pequeño de los labios.

-¿Qué sucede? -pregunta muy bajito Axel cuando me voltea a ver.

-Creo que algún pescadito me ha mordido.

Escuchamos unos ruidos de ramas mas fuertes que la vez anterior y es entonces cuando un ladrido nos sobre salta.

Elevamos al mismo tiempo la vista sobre el puente y efectivamente es un perro el dueño de nuestro susto. Y pensar que casi me desmayo en tan solo pensar que alguien nos seguía.

Nos miramos por un rato y luego se forma una sonrisa en nuestros labios y soltamos una gran carcajada los dos al mismo tiempo. El can sale corriendo y nos deja solos.

-Le tienes miedo a los perros -se burla Axel y salpica un poco de agua en mi cara cuando nos separamos.

-Pensé que era algo peor -ahora soy yo quien le salpica agua y luego me adentro un poco mas en el lago nadando de espalda.

-Quiero que repitas lo que dijiste -dice cuando llega hasta mi.

-Pensé que era algo peor -pronuncio sabiendo que esta buscando que repita mi declaración de amor.

-Lo otro -me agarra por el codo obligándome a mirarlo.

-¿Tengo miedo? -frunzo el ceño haciéndome la desentendida -. Pero si ya pasó el susto.

-No quieras pasarte de listilla -sonríe de lado.

Me suelto de su agarre y voy hacia la orilla del lago dejándolo ahí. Subo al puente y sé que le va a encantar lo que voy a hacer. Él solo me observa con esa sonricilla y la cabeza inclinada hacia un lado como si se estuviese  preguntado ¿Qué hará ahora?

Me coloco en el borde del puente, lo miro fijamente y coloco mis manos en torno a mi boca como si fuera un megáfono.

-Te amo, Axel Lorenn -grito con todos mis pulmones y me tiro al agua en un clavado.

Llego hasta él y enrosco mis piernas en sus caderas y con mis manos sujeto su rostro. Sus ojos brillan y tiene una enorme sonrisa plantada en su rostro.

-Te amo, te amo, te amo maldita sea -digo contra su rostro -te amo, idiota.

Reparto un sin numero de besos en todo su rostro y él ríe.

Lo amo, lo amo, lo amo con todo mi ser. Cuando me dijo que me ama fue como si en el cielo se hubiese formado una carita sonriente y en mi estómago un huracán de emociones. Puede que al principio me haya rehusado a sentir algo por él pero ese algo se convirtió en todo. Es una sensación única la que él me hace sentir, saborearlo a él, es como saborear mil tartas de manzana al mismo tiempo. Todo lo que hace por mi cada día me hace quererlo más y simplemente estoy locamente enamorada de este maravilloso hombre con todo incluido, defectos y virtudes quiero todo de él. Todo.

-Te amo, idiota -declaro para luego juntar nuestros labios en un beso apasionado.

Nos separamos por falta de aire y nuestras miradas hacen contacto.