Capítulo 25

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Nael.

Llegamos al hospital lo mas rápido posible.

Cuando escuché a Zack decirme que mi padre había sufrido un paro cardiaco mi vida se empezó a caer a pedazos. No me podía quedar sin él. No es justo. Regrese mi madre y se vaya mi padre. Axel tuvo demasiada paciencia conmigo, porque me puse a llorar como una magdalena otra vez y ni se diga de mi madre que siendo hoy la única noche que había decidido dormir en casa en vez del hospital cuidando a mi padre, se echaba la culpa.

-¡¿Dónde está?! -grita mi madre al ver a Zack salir de una habitación en el quinto piso. Mi madre llora desconsolada y Axel va tras ella para intentar calmarla.

Yo solo estoy sentada en uno de los cómodos sillones de la sala de espera. Será que hicieron estos asientos con la idea de reconfortar un poco a las personas a las cuales le van a dar una noticia dolorosa. Varias lágrimas caen sobre mi suéter y me doy cuenta que he estado llorando en silencio, sin hacer ruido, sin tratar de ver la dolorosa realidad. No me reconozco, yo debería estar llorando en el piso haciendo un escándalo pero simplemente no siento que mi padre se haya ido, yo sé que sigue entre nosotros. Lloro de tristeza, porque estos momentos duelen...

-Señora Laúz, me es grato informarle que su esposo ha sobrevivido a el paro cardiaco. Hemos logrado estabilizarlo. Se esta recuperando por ahora. -informa Zack con una sonrisa enorme en su rostro y me mira con un brillo admirable en los ojos.

Mi madre se desprende de los brazos de Axel y ahora abraza a Zack agradeciéndole infinitamente.

Axel viene hasta mi y me abraza fuerte. Es reconfortante.

Al escuchar tremenda noticia el corazón se me hincha de felicidad y sigo llorando pero esta vez es de emoción, de alegría, de amor...
Mi padre estará de nuevo con nosotros. Otra vez seremos los tres. La familia está completa ahora.

-Amor, tu padre ha vuelto -susurra Axel en mi oído.

Me levanta y me da una vuelta en el aire. Puedo ver como Zack nos observa mientras mi madre lo abraza. Nos detenemos, me baja al piso y me besa suavemente.

Zack Jones, el doctor que ha estado pendiente de mi padre durante todo este tiempo, creo que son más de un mes. Al principio era una colega de él quien atendía a mi padre pero luego se encargó él. Tal vez tenía razón mi tío y Axel cuando me dijeron que el estaba interesado en mi pero yo no solo siento cariño y agradecimiento hacia él. Está celoso, se nota y no puedo evitar sentirme incómoda por ello.

Mi madre viene hasta nosotros y Zack le sigue el paso. Mi madre me abraza y yo le devuelvo gustosa.

-Josh ha vuelto, tartita -dice con lágrima de felicidad y la voz se le quiebra.

-Otra vez juntos, mamá -logro decir al fin. Miro a Zack-. Gracias por todo.

-Es mi vocación salvar vidas. No me lo agradezcas -dice con una sonrisa.

Me separo de mi mamá y le doy un fuerte abrazo y no me importa si a Axel le da celos, eso ahora me vale un comino. Ahora me siento muy agradecida y esto es lo menos que este hombre se merece.

-Gracias, Zack. Eres mi angel -pronunció una vez que nos separamos y cruzamos miradas.

-Lo que sea por ayudarte -sonríe y eso me hace bien.

Mira por encima de mi hombro y me suelta cuando alguien atrás de mi carraspea la garganta.

Axel.

-Gracias por todo, de verdad -digo con un poco de incomodidad por la presencia de Axel.

Mi novio me atrae hacia él de la cintura y yo solo me resigno a que luego me diga algo sobre sus celos enfermizos.

-No me lo agradezcas -se pone firme-. Tengo otros asuntos que atender, podrán ver al señor Laúz dentro de 24 horas, cuando su estado sea el adecuado. Entre tanto pueden ir a descansar.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora