Capítulo 12

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Axel.

Nael estaba indefensa ante mí. Había empezado a llorar y yo no entendía el por qué. ¿Qué hice mal? Iba a acostarme con ella, pero no tenía ninguna mala intención.

-¿Que sucede, preciosa? -seguía llorando, se incorporó y me abrazó fuerte.

Deslicé mis dedos con suavidad por su sedosa y larga cabellera color café.

-Perdóname, pero no puedo hacer esto -murmuró aún llorando.

-Tranquila, no espero solo sexo de ti... dime que te sucede, todo esto es extraño ¿Sabes?

-Dean... -susurró y empecé a imaginar lo peor, sentía la rabia recorrer por mi sangre y ya quería caerle a golpes al muy idiota.

-¿Qué pasa con él? -la cogí por los brazos y la obligué a que me mirara.

-Él intento abusar de mí... -dijo en un hilo de voz. Su rostro se desencajó, pasó nuevamente sus brazos por mi dorso y continuó llorando.

Definitivamente la próxima vez que viera a ese imbécil, me las iba a pagar por hacerle esto a Nael. Tenía ira acumulada en las venas y sentía que en cualquier momento podía explotar del coraje.

-Ya pasó, preciosa... - la abracé con la misma intensidad que ella lo hacía -. ¿Quieres hablar del tema? -pregunté, quería saber cómo sucedió, por qué... asintió levemente y esperé a que se calmara un poco.

-Aun soy... virgen -sus mejillas se tornaron rosa y me sorprendió mucho su declaración, no podía creerlo. Una mujer de veintidós años virgen, ¿quién lo diría? Esto es demasiado bueno para creerlo. Quiero ser el único hombre en su vida -me cuesta hacer esto cuando me vienen recuerdos traumáticos a la mente... Todo comenzó cuando tenía quince años, en una reunión de amigos de mis padres... -cerró los ojos y tomó una larga bocanada de aire y luego lo soltó -Un hombre llamado Tony me pidió un vaso de agua, me siguió hasta la cocina y me tapó la boca para que no gritara... me arrastró hasta el cuarto de limpieza y empezó a tocarme las piernas mientras me besaba el cuello -Sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas -mordí su mano y salí corriendo hasta llegar donde mi padre, le conté lo que había sucedido y lo echó de casa.

-Nael, lo siento, yo no sabía que... -cogí su rostro entre mis manos y deposité un casto beso sobre sus carnosos labios -que te había pasado todo eso. Tengo deseos de matarle a golpes.

-No resolverás nada así... -suspiró -No volví a saber nada de él. Dean fue mi ex novio, hace dos años aproximadamente. Una noche fuimos a la fiesta de un amigo que tenemos en común y me llevó a uno de los cuartos de la mansión e intento abusar de mí, había bebido mucho, se portó muy violento y rompió varios objetos de la habitación. Yo... yo, yo corté su brazo con un vidrio para escapar cuando me tenía sujeta contra el piso, los siguientes días me vino a buscar a casa pero no podía ni verlo... me daba asco, mucho asco, tanto como el otro sujeto -me miró-. Discúlpame, estoy muy jodida -se soltó de mi agarre, se levantó y se abrazó a sí misma.

Estaba muy sorprendido por todo lo que ella me acababa de confesar, significa mucho que me cuente todo eso, es una especie de trauma. Ella no se merecía eso. Ahora entiendo porqué reaccionó de esa manera cuando vio al maldito de Dean en la playa, aunque estaba enojado con ella ese día por su actitud, me deleitaba observarla caminando en la playa desde el bar y cuando vi a ese sujeto no dudé en acercarme a proteger lo que es mío.

Me acerqué hasta ella, posicioné mi pecho contra su espalda y la envolví en un abrazo. Besé su hombro y descansé mi mentón sobre su cabeza.

-No sé qué decir, pero hay algo que si sé -la volteé para poderla mirar- y es que estoy aquí para ti.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora