Capítulo 58

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Nael.

-Vas a ser padre -digo con una sonrisa entre mis labios.

Después de pasarme la tarde llorando en casa de Alish sin podermelo creer, decidí aceptar la verdad. Estoy embarazada...

Madre mía...

Eso de ser madre no es lo que quería en este momento, pero pensar que hay una vida que está creciendo dentro de mi y que es fruto del amor complicado que tengo con Axel, es simplemente sensacional. Esto es más de lo que podría desear, de repente todo lo que me parecía importante ya no lo es. No hay nada más prioritario que sentirte bien al lado de quien amas.

Y yo lo amo...

Al no recibir ninguna respuesta de Axel en varios segundos que parecen infinitos me preocupo y siento miedo de que ya no quiera tener un hijo conmigo.

Levanto la mirada hacia él y lo encuentro observando hacia la nada, hace rato que dejamos de movernos al ritmo de la música.

-¿Qué has dicho? -me pregunta muy serio.

Oh...

Decido que lo mejor será hablar con cautela.

-Dije que vas a ser...

Sus labios se estampan con los míos y sus manos toman mi cintura. Le sigo el beso y puedo sentir como me transmite su euforia mediante su lengua. Está feliz, estamos felices.
Una de mis manos va a su rostro y la otra viaja hacia su cabello para atraerlo más hacia mi.

No sabes cuanto necesitaba esto Lorenn.

-Con tan solo una frase has logrado hacerme el hombre más feliz del mundo -dice sujetando mi rostro y mirándome fijamente a los ojos.

Sus preciosos ojos de color azul cielo están cristalizados y no puedo evitar que unas cuantas lágrimas me recorran el rostro. Cierro los ojos y vuelvo sus labios a los míos.

La brisa de la noche pega en nuestras mejillas y siento como si por un momento pudiera tocar el cielo con las yemas de mis dedos, todo es perfecto, tan ideal, tan utópico.

-Cásate conmigo -digo apenas separo mis labios de los suyo, con el corazón a mil y las manos heladas pero a la vez sudorosas.

Le tengo miedo al compromiso por estar muy joven para eso, pero la verdad es que estoy enamorada hasta la punta de mi dedo chiquito del pie y me voy a arriesgar. Quiero darlo todo, ahora me parece absurda cada palabra que salió de mi boca en forma de rechazo, cuando lo único que él quería era unir su vida a la mía y nunca se rindió a pesar de mi actitud de mierda.

Su sonrisa decae y me preocupo. Después de tantos rechazos que le hice es lógico que me la devuelva.

-No -pronuncia muy serio y mi corazón deja de latir por un momento-. No lo dudes mi amor -el aire vuelve a mis pulmones y esta vez mi corazón se hincha de felicidad-. Esto es más de lo que podría deseas, Nael. No sabes cuanto he esperado para que seas mía -besa mi frente y me abraza fuerte.

-Lo he sido desde la primera vez que tu mirada se cruzo con la mía -digo sincera.

Aunque no lo haya admitido antes, así fue. Por eso no paraba de mirarlo por el rabillo del ojo en aquella reunión de negocios.

-Eres tan bipolar -se ríe-. Espero que cuando estemos casados no decidas divorciarte al poco tiempo, o peor aún, que me digas no el altar.

Le doy una palmada en el pecho por su comentario absurdo pero también me da un poco de gracia y sonrío.

-Eres tonto.

-Y tú preciosa.

-¿Dónde aprendiste a ser tan cursi?

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora