Capítulo 37.

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Axel.

Ser padre es algo que no tenía planeado. No lo tenía planeado hasta que vi cercana esa posibilidad junto a Nael. Hace unos meses solo me vía en el trabajo, en las fiestas y rodeado de mujeres fáciles. Es increíble cuando alguien llega a tu vida y marca un antes y un después.

Me pregunto cómo se siente ella al respecto. Ya sé que no es el momento perfecto para tener un hijo pero me gustaría que a ella le haga la misma ilusión que a mi. Un bebé cambiaría por completo mi vida...

Me encantaría ver a alguien minúsculo corriendo por mi casa y gritando su comida favorita, a Nael toda despeinada detrás de la criatura, cuidando que no se caiga y yo atrapando a el pequeño huracán, siendo el héroe del día.

Con esos pensamientos me quedo dormido sobre mi cama.

***

-Te paso recogiendo para ver los exámenes -salgo de mi oficina y voy directo hasta el ascensor.

Son las nueve de la mañana. Ayer una doctora le hizo unos exámenes a Nael y dijo estarían listos para hoy en la mañana. Aprovechamos y también pedimos uno de embarazo. Espero que salga positivo. De verdad quiero eso aunque no puedo ser egoista con Nael.

-Ya estoy casi lista -su voz es ronca, se ríe y de inmediato sé que recién se levanta.

-Seguías dormida, no puede ser. Es día de trabajo -le recuerdo.

-Soy mi jefa y estoy enferma -se excusa.

-No tienes solución -niego aún sabiendo que no me puede ver y sonrío ligeramente.

-No -se ríe y cuelga.

Dame paciencia, universo.

Salgo del ascensor y voy hasta mi plaza de aparcamiento, subo a mi auto y lo pongo en marcha. Luego de unos pocos minutos llego a casa de Nael y me recibe con un fuerte abrazo. Huele a maravilla esta mujer.

-Buenos días, gruñón -besa mis labios.

-Buenos días, holgazana -digo cuando nuestras bocas se separan.

Se toca el pecho finjiendo estar ofendida.

-¿Cómo me has dicho? -su voz parece de actriz de telenovelas.

Suelto una carcajada por su actuación y aplaudo unas cuantas veces.

-Eres una excelente actriz -hablo con sarcasmo.

-¿Eso es sarcasmo? -se cruza de brazos y el escote de su blusa me permite ver como se levantan sus pechos, son hermosos.

-Deberías cubrirte un poco -aclaro mi garganta-. No quiero andar por ahí repartiendo golpes.

Ahora no te despiertes, por favor.

-No quiero, me gusta esta blusa -sonríe de lado al ver como me pone tenso.

-Será mejor que nos demos prisa -la tomo de la mano y empezamos a caminar hacia mi coche.

Subimos al auto y rápidamente lo pongo en marcha. Estoy ansioso por el resultado.

-Mi madre también piensa que estoy embarazada -suelta luego de unos minutos.

Desvío por un momento mi mirada hacia ella y luego en la vía.

-¿Cómo así? -pregunto frunciendo el ceño. Su madre debe estar un poco alterada por aquello. Supongo.

-Anoche entró a mi habitación y conversamos poer largos minutos sobre eso -se remueve en su asiento-. Dice que ya se imaginaba eso pero que aún no es momento -se encoje de hombros.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora