Capítulo 41

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Axel.

Llego a mi departamento cansado luego de un largo día de trabajo y lo único que me apetece justamente ahora es darme una larga ducha y ver a aquella mujer que hace con tan solo una sonrisa mi noche sea mejor.

No he hablado con ella todo el día, ni siquiera vi a mi padre hoy en la empresa. Voy hasta mi habitación y me saco la corbata junto con el saco. Mi móvil vibra en mis pantalones y contesto sin mirar de quien se trata.

-Hola -contesto.

-Feliz cumpleaños, mi amor -escucho al otro lado de la línea la voz de Kiara.

Tendré que cambiar de número de teléfono.

Con tanto trabajo que tuve a lo largo del día, ni viendo la fecha de hoy en papeles importantes, me acordé que era mi cumpleaños. En la empresa todos los colaboradores me decían Felicidades y pensé que se trataba de el nuevo plano que había diseñado para una fundación de manera gratuita.

-Gracias, Kiara, pero no soy tu amor -trato de ser amable.

-Ya es hora de que te des cuenta de que nadie será lo suficiente para ti, como yo lo soy. Esa niñata no es como las mujeres que te gustan. Yo puedo darte todo lo que deseas.

-Kiara, estoy enamorado -le confieso-. Jamás estuve tan enamorado de alguien, como lo estoy con ella...

-Estuvimos juntos más de dos años -reclama.

-Hay personas que en dos meses hacen más que otra en dos años.

-Eres injusto -su voz tiembla.

-No, soy sincero.

-Nos vemos -dice llorando y cuelga.

Kiara... Kiara... Kiara...

Espero que le vaya bien. A veces es necesario ser duro con las personas para que se den cuenta de las cosas y de sus errores.

Me doy una ducha rápida y me coloco unos vaqueros oscuros junto con un jersey blanco.

Subo a mi auto me dirijo a la casa de Nael. Son las diez y media de la noche, tal vez esté dormida y yo pueda acompañarla.

Me aparco fuera de su casa y George me abre la puerta pequeña, lo saludo y voy hasta su casa. Toco la puerta y esta se abre sola como si fuera una película de terror.

Que raro.

Hay velas encendidas de color blanco en el piso marcando un camino. Sigo aquel rastro que me lleva a su comedor y encuentro la gran mesa perfectamente decorada con mucha comida.

-Sorpresa -escucho un suave susurro compuesto de algunas voces.

Levanto mi mirada y me encuentro con mis padres, Milliam, Thiago, Tyna, Alish y Nael.  

-Felicidades, hijo -se acerca mi madre y mi padre, me abrazan y respondo gustoso.

-Gracias, madre -beso su mejilla.

-Felicidades, hermano -Thiago me da una fuerte palmada en la espalda.

-Eres un cabrón -me río y le devuelvo la caricia.

-Felicidades, hermanito -Milliam reparte muchos besos en mis mejillas cuando se pone de puntilla para alcanzarme.

-Gracias, enana.

-Feliz cumpleaños, Axel -Tyna me abraza y se aparta rápidamente-. Mis padres no pudieron venir pero te mandan esto -me entrega un sobre en las manos.

Solo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora