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"No permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres".

Aleph – Paulo Coelho




***




Narra Mila





Me desperté y siempre que lo hago me quedo un momento mirando el techo de la habitación, tengo pegada una cartulina con todas las cosas que quiero hacer durante el año, creo que es una buena forma de comenzar el día, tome mi conjunto deportivo y me fui al gimnasio por mi hora de ejercicio, luego en casa me duche, me vestí con algo sencillo pero abrigado y fui a la cafetería por desayuno, obvio no a la misma de ayer.

Llegue a la Universidad con bastante temor diría yo, la verdad es que no lo quería ver, espero que no recuerde que soy la chica que le tiro el café y dinero.

Entre al salón y Benjamín aun no llegaba, de repente sentí unos brazos a mi alrededor me gire para ver quién era y casi se me cae la cara... era Luciano mi ex novio de hace dos años y debo decir que se ve demasiado bien, es moreno, ojos verdes, metro setenta y cinco y pelo castaño.

La verdad es que después de terminar seguimos llevándonos bien, a parte nuestros padres son amigos hace muchos años, me tomo en sus grandes brazos y me hizo girar, que oso todos nos miraban y yo estaba demasiado roja, me bajo y me dio un beso en la frente, pero seguía abrazándome.

- Hola preciosa, ¿cómo has estado?, sé que soy sexy, pero deberías cerrar la boca-. La verdad es que, si era muy sexy, de repente se escuchó un carraspeo.

- Permiso, si no les molesta voy a comenzar con la clase, si quieren pueden seguir con el espectáculo fuera de la sala señorita Kross.

Entre sin decir nada y fui a mi asiento que estaba al lado de Adam, mi día había comenzado de la peor forma, estaba más que claro que el señor seriedad me recordaba y sabía quién era.

La clase estuvo horrible, se notaba que él sabía mucho y también se notaba que me odiaba porque pregunta que hacía la tenía que responder yo, gracias a Dios que hice las tareas y había repasado en verano, antes que terminará la tortura del día de hoy dio un aviso.

- Para el día viernes deben presentar un trabajo escrito de mínimo diez páginas sobre un tema que les será asignado, este trabajo es en parejas comenzaré diciendo el tema y la pareja, no se aceptan cambios de ningún tipo, fisiología de tiroides lo harán Kross y Bemberg, el trabajo debe estar el viernes a las 18:00 horas en el laboratorio número 4, si no llega a esa hora tendrán un rojo y está nota vale un 10% de la asignatura.

Me quería matar Lotie llegaba hasta el domingo en la madrugada de Grecia, tendría que hacer el trabajo por las dos, sinceramente creo que él sabía que ella no estaba y por eso me dejó con ella, por suerte es mi mejor amiga y me podrá ayudar por internet. Tomé mis cosas para salir de la sala y no verle la cara a Benjamín, iba a salir por la puerta cuando escucho mi nombre.

- Señorita Kross, necesito hablar con usted. – me quedé congelada, es que su venganza aún no terminaba, me giré hacia él, era guapo pero su cara de seriedad no se iba nunca, qué acaso no sabía reír.

- Dígame señor Koppola, en qué puedo ayudarlo. – lo mire directo a sus ojos grises, se parecían a un día nublado que pronto será reemplazado por la lluvia, sabía que mi mirada era desafiante pero no me iba a intimidar su presencia.

- Quería regresarle esto. – me entregó un sobre – realmente no lo necesito y creo que usted lo necesita mucho más que yo – me miro de arriba hacia abajo como si fuera la peor basura del mundo – puede ir y comprarse algo que le quede mejor. – dicho esto se fue y yo... yo me quedé ahí parada llena de rabia y pena, hace tiempo que nadie me humilla de esa forma, tenía rabia conmigo por no haberme defendido, no dije nada solo me quedé ahí mirándolo y escuchando todas las estupideces que dijo.

Salí de ahí corriendo queriendo escapar sin querer Benjamín había abierto una de mis grandes heridas y el motivo por el cual me viene a esta ciudad. Solo quería llegar a casa, meterme en la cama y llorar, llorar como hace tiempo no lo hacía.




***





Narra Benjamín




Hoy era el gran día, la niñita me pagaría la vergüenza que me hizo pasar en la cafetería el lunes. Llegue al salón y antes de entrar veo el hermoso espectáculo de Mila y un chico abrazándose como si no hubiera nadie mirándolos, pensé que la niñata podría tener modales, pero por lo visto me equivoqué.

Llegue donde la parejita y le dije a la niña que comenzaría la clase, para fastidiarla le hice todas las preguntas a ella, pero para mi sorpresa las contestó todas y bien, esto aún no terminaba. Terminé la ayudantía y como señaló la Dra. Müller les dejé dado el trabajo que tenían que realizar, ella me dejó elegir las parejas a mí, así que deje a Kross con una chica que no llegaría hasta el lunes, un poco de sufrimiento. Me percate que quedaba solo ella en el salón, así que sería perfecto para seguir con la venganza.

- Señorita Kross, necesito hablar con usted. – ella se dio media vuelta y clavó sus claros ojos azules en los míos y debo decir que tiene unos ojos muy lindos, son semejantes al cielo, profundos e inmensos.

- Dígame señor Koppola, en qué puedo ayudarlo. – el solo hecho de que me diga señor me molesta, digamos que no soy tan viejo tengo 23 años, aun que mis amigos dicen que soy muy serio y que por eso represento más edad.

- Quería regresarle esto. – le dije mientras le entregaba un sobre donde estaba el dinero que me había lanzado a la cara, le dije que yo no lo necesitaba e hice mención a que necesitaba comprarse mejor ropa, ya que la mayoría de las mujeres se siente mal cuando atacas su autoestima, sin nada más que decir salí del salón.

Me quedé fuera de este pensando en que tal vez me excedí y esperando que ella salga a decir algo, pero lo único que vi fue que salió corriendo y llorando, ahora sí que me excedí con mis actos.




Cariños Key.


En Efecto Tú (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora