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Narra Mila

En mi mente todavía estaba lo que había sucedido el sábado, el lunes se suspendieron las ayudantías, supuse que él aún estaba alterado.

Lo mejor es que ese día pudimos dormir hasta tarde con Lotie y luego iríamos a clases de biología celular en la tarde.

Para ser sincera nunca había visto a mi amiga tan bien, estaba feliz y se le notaba, tenía un brillo especial en su mirada y eso me hacía inmensamente feliz a mí, se merecía lo mejor.

Hacía mucho frío, se notaba que el invierno ya estaba con nosotros, salimos abrigadas del departamento rumbo a la universidad para nuestra clase, la verdad es que estuvo bastante aburrida el tema era teoría celular y evolución, eso lo ves toda la vida desde pequeño, por lo cual estaba quedándome dormida.

Terminó la clase y Lotie iría al cine con Matt, por lo cual camine hacia mí auto pero cuando llegue ahí me quedé congelada y sin palabras ¿qué hacia él aquí?, pensé en dar media vuelta e irme pero el fue más rápido.

- Mila por favor has esto fácil y no te comportes como un niña inmadura.- una niña inmadura, qué sabe él de mí si nunca ha estado, me da rabia su forma de ser, caminé hacia él y lo enfrenté.

~ dígame señor a que debo su presencia, porque debe ser algo importante para que esté aquí frente a mí, luego de años sin vernos.- se me hacía un nudo en la garganta verlo a la cara, ver sus ojos y saber que son idénticos a los míos pero con una mirada llena de indiferencia y rabia hacia mí.

- mira mocosa ya estoy cansado de tus espectáculos y tus faltas de respeto, aún que no nos guste eres mí ... Mí hija y me debes respeto.- han pasado 21 años y creo que es la tercera vez que lo escucho llamarme de esa forma.

~ miré señor Kross el respeto es algo que se gana y usted está bien lejos de tener el mío y por favor no se moleste en decirme hija, que yo padres no tengo, se murieron el día en que nací.- mientras decía todo eso mis lágrimas corrían por mis mejillas y luego solo sentí una fuerte cachetada en mí cara, no lo podía creer él me había golpeado.

- creo que es suficiente y está no es la forma de tratar a una dama señor, lo mejor será que se vaya antes de que llame a seguridad.- por qué de todas las personas del mundo tenía que ser él, por qué me tenía que ver humillada de esta forma, ¿por qué?.

- hasta luego Mila, no pienses que esto queda hasta acá, te voy llamar.- fue lo único que dijo mí padre para luego marcharse y dejarme con Benjamín.

- ¿estas bien? ¿necesitas algo? .- lo único que quería era un abrazo y escapar a mí lugar favorito, lejos de la ciudad, lejos de todo.

Lo siguiente que hice fue tirarme hacia la persona más cercana que tenia y abrazarlo como si mi vida dependiera de eso y llorar como cuando a una niña le quitan su juguete favorito.

Su olor es exquisito, no podría describirlo era único, su cuerpo era tan cálido, me sentía segura, sentía que nada me iba a pasar si él estaba ahí, era la persona que menos pensé que podía provocar esto en mí, era la persona que ahora me estaba envolviendo en sus brazos mientras me decía que todo iba a estar mejor.

No sé cuánto rato estuve así, hasta que me di cuenta de lo que estaba haciendo y me separé rápidamente de sus brazos, quise caminar hasta mí auto pero una mano lo impidió.

- no puedes manejar en estás condiciones, sé que no soy la mejor persona para estar aquí ahora pero es lo que hay. Te llevo a tú casa.- me jalo en dirección de su vehículo y me solté de su agarre.

~ ¿quién te dijo que yo iba a mí casa?, Benjamín de verdad te agradezco todo lo que has hecho hoy pero necesito ir a un lugar y pensar y espero que no le comentes a nadie esto que sucedió.- y ahí estaba ella, la chica prepotente, tratando de defenderse.

En Efecto Tú (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora