De: deathboy01@hotmail.com
Para: youshouldateme@hotmail.com
Asunto: Dejo a tu elección el cuándo, solo prométeme que lo leerás. Es lo último que te pido.
Estuve tres horas mirando este correo en blanco, sin saber qué decirte con exactitud. Quiero decirte muchas cosas, todas distintas y muchas contradictorias. Hola. Hace tanto que ni si quiera nos saludamos que creo que este sería el mejor comienzo. ¿Cómo estás? Esto también es importante, porque para mí sería inaceptable que te hubieras ido para estar mal, regular o más o menos. Soy capaz de hacerme el viaje hasta donde sea que estés solo para patearte el culo y darte una razón válida para estar mal, regular o más o menos.
¿Pudiste sentirlo tú también, el dolor que tu partida me provocó? Esta pregunta escocía en mi garganta, me costó dejarla para tercera. De verdad necesito saberlo. No es una necesidad biológica, obviamente, sino emocional. Uno de esos deseos tan acérrimos que no te dejan vivir en paz. Más o menos como cuando una madre tiene que dejar ir a su hijo a la guerra y se somete a una espera tortuosa porque vuelva sano y salvo. No se puede volver a estar tranquilo hasta que esa necesidad sea saciada. Lo bueno de mi necesidad es que no es urgente ni tan angustiante. Puedo esperar, lo que requieras, tan solo debes prometerme que me contestarás. ¿Sí puedes hacer eso por mí, verdad?
Nuestra relación nunca fue muy afectiva que digamos, aunque el afecto siempre estuvo borboteando en el fondo. Estaba en cada roce de pieles, en las sonrisas corroboradas por las voces y el brillo en los ojos. Cuando supe que te había perdido, ese afecto se activó de golpe y emergió como un géiser hasta las alturas. Había descrito este sentimiento antes, como un escrito privado, pero creo que mereces saberlo. Me duele el pecho en serio. Me arden los ojos. Me cuesta respirar. Mi mente te busca incansablemente. No quiero salir de la oscuridad de mi habitación. ¿Es eso el amor? ¿Tú también lo sentiste?
No te emociones ni tampoco te asustes. Ya no te amo de esa manera. Pero es que el amor no solo es carnal. La amistad también es amor. Y la hermandad. Y la paternidad. Esos amores a veces son más profundos y sinceros que el amor que la sociedad y los medios más enaltecen. El amor en sí lo abarca todo, como una fuente de energía ilimitada que nace en el alma de cada uno para derramarse hacia el exterior, formando una especie de red invisible que nos acoge a todos y nos vuelve nosotros. Siendo así, el amor mueve al humano como su mejor carburante existente, aquel que optimiza sus capacidades sin efectos negativos de rebote. Miles de personas hablan del amor todos los días sin si quiera llegar a conocerlo, tergiversando su significado y restándole poder a la palabra. No sé si entiendas a lo que quiero llegar, porque la verdad, hasta yo me he confundido. Añadamos que el amor es ambiguo y prosigamos.
¿Aún piensas en mí, como yo en ti?
Pienso en ti como aquella persona que cambió mi vida con su llegada y la volvió a cambiar con su partida. Ya sabes lo que dicen, los seres humanos memorables dejan huellas en el mundo y tú dejaste no solo una huella, sino un hueco en el mío. Me convertiste en una persona incompleta, pero no en un sentido malo. Creo que las personas nos quitamos partes entre nosotros para completarlas con las partes de otros. Como si mi corazón fuera una construcción de lego y tú te hubieras llevado una pieza. Podré buscar a otro quien complete ese espacio, y luego podrá llegar otro a robar otro pedazo que será repuesto por alguien nuevo, y así sucesivamente, con cada corazón existente en el cosmos, incluyendo el tuyo. Quizá esto del amor no es más que un juego inagotable de robar, completar y atiborrarse el corazón de piezas de distintos colores.
¿Has dejado de ser el mismo de antes?
Eso estaría bien hasta cierto punto. Estás lejos de tus raíces, adentrándote en una vida nueva. Nuevas oportunidades, nuevas caras, nuevos aires y nuevos sueños. Es comprensible que hayas aprovechado la situación para hacer tu infalible entrada de diva como alguien nuevo. Pero que ese cambio sea una innovación. Tenías cualidades envidiables que no quisiera que pierdas o dejes oxidar (y no, no me refiero a tu físico, imbécil de mierda). Haz que todo lo bueno que dejaste atrás y lo malo de lo que te desprendiste valga la pena. Y por favor, no permitas que nada ni nadie te detenga jamás.
Quizá han pasado meses o años hasta que finalmente abriste este correo. Quizá y hasta te has olvidado de este rarito que te mete tanto palabrerío en un correo electrónico. Mi nombre es Nico di Angelo. Tú me decías Angelito para sacarme de mis casillas y conseguir que te golpeara o insultara en italiano. Fuiste mi primer amor y mi primer mejor amigo. También fuiste la persona me impulsó a encontrar el amor por segunda vez, esta vez más en serio. Fuiste esa persona que sonrió al ver que por fin mi alma encajaba con la de alguien que me merecía al mismo nivel que yo lo merecía. Te puedo asegurar que aunque hayan pasado cincuenta años, allí donde me encuentre, te seguiré recordando. A menos que desarrolle Alzheimer, allí estarás jodido por haberme buscado tan tarde.
Qué puedo decirte, eres único. Gracias por haber formado parte de mi vida.
Si pudiste leer todo esto sin vomitar, ¿puedo pedirte un último favor? (Lo sé, en el asunto decía que el que leyeras este correo era el último, pero tampoco es de sorprender una mentirilla viniendo de alguien como yo, ¿no crees?) Llámame. Escríbeme. Visítame. No estaré enojado contigo, como leíste, eso es a la larga imposible. Te estaré esperando. Quisiera que me expliques muchas cosas. Preferiría que todas estas preguntas más las otras decenas de interrogantes que tengo sean contestadas en una conversación correctamente vinculada.
Pd: Se te ocurra volver o no, ni sueñes que volveré a escribirte algo como esto.
Pd2: Envíale saludos a Emily.
23/04/2016, 12:04 pm
N/A: Creo que es obvio para quién es este correo.
Datillos que cabe recalcar:
-El receptor no leerá este correo hasta pasado un buen tiempo.
-Nico ha dejado el alma aquí.
Comenten:
«El Brayan» si amaron con su vida, alma y corazón el capítulo.
«El Correo» si lo amaron.
«El Negro» si les gustó mucho.
«El Frappé» si les gustó.
«El Churrete» si estuvo meh.
«El Lodo» si les aburrió.
«El Bigote» si les fue indiferente.
Y «Don Orca» si no les gustó.
Allis <3
ESTÁS LEYENDO
Es curiosa la manera en que juegan los azares del destino. Dos personas peculiares entre los demás y afines entre sí pueden convivir en un mismo espacio por una hora cada semana y ser ignorantes de la existencia del otro. Hasta que existe una ruptur...
