Rin llevaba horas en el bosque. Estaba acurrucada junto a unos matorrales y no había parado de llorar.
«Entonces... ¿da igual cuánto crezca? ¿Nunca querrás llevarme contigo?»
«No, Rin. Nunca».
No podía olvidar la conversación que habían tenido ella y Sesshomaru. ¿Cómo podía haberle dicho eso? ¿Cómo podía haberla tenido engañada tanto tiempo? ¿Es que en realidad nunca la había querido? ¿Ni siquiera un poco? Se sintió desfallecer. Lo que Rin sentía por Sesshomaru era algo muy profundo. No estaba segura de hasta qué punto era importante en su vida, pero lo era. De pequeña pensaba que sus sentimientos hacia él eran respeto y admiración, pero ahora... ¿qué sentía ahora por él? Cuando le abrazó, notó la calidez de su cuerpo y se encontró a sí misma respirando su olor, pensando que le necesitaba. ¿Le necesitaba? Ya no estaba segura de nada, y menos después de lo que él le había dicho. Se abrazó las piernas y continuó llorando amargamente.
- ¿Rin? ¿Dónde estás? – era la voz de Jaken - ¿Rin?
- Vete – le dijo ella sin mirarlo. No quería que la vieran llorar.
El demonio verde se acercó.
- ¿Lloras por lo que el señor Sesshomaru te ha dicho?
Rin no contestó.
- Si Sesshomaru se entera de que te cuento esto, se enfadará conmigo, pero creo que deberías saberlo – miró a la joven, pero ella no se inmutó. Sin embargo, había dejado de llorar; le estaba escuchando – Mira, Rin, cada vez que venimos a visitarte nos preguntas cuánto falta para que te llevemos con nosotros y él siempre responde que eres demasiado joven, pero ahora sabes que ese no era el motivo de su negativa.
- Él no me quiere – juzgó ella amargamente.
- En realidad, un día le pregunté por qué no te dejaba venir con nosotros. Ya sabes que cuando tenías siete años siempre te habíamos llevado. Y el amo me dijo lo siguiente:
Flash back
- Señor, ¿es cierto que dejará a la pequeña que venga con nosotros? No creo que sea muy adecuado.
El demonio de la luna suspiró. No era su costumbre hablar de lo que pensaba hacer o de lo que sentía, pero Jaken era su sirviente fiel y no había razón alguna para tener secretos con él.
- No, nunca vendrá con nosotros.
- Eso me temía, mi señor, pero no entiendo por qué le da usted esperanzas.
- Jaken – dijo a su sirviente – No es cuestión de lo que yo o tú queramos. Hago lo que es mejor para ella, lo que la hará feliz.
- No sé si le entiendo, señor. Según parece, lo que a ella le haría feliz es venir con usted. Nos lo dice siempre.
El albino se volvió hacia el pequeño demonio verde y se decidió a serle totalmente sincero.
- Jaken. Por mucho que cueste aceptarlo, Rin es una niña humana. Los humanos son frágiles y los demonios somos peligrosos para ellos; los capturamos, los devoramos... Estar conmigo, incluso que yo la visite, pone su vida en peligro. Ya la han secuestrado muchas veces para chantajearme. No permitiré que vuelva a ocurrir.
- ¿Por eso la aleja de usted?
Sesshomaru suspiró tristemente.
- Sé que no es lo que ella quiere, pero en la aldea aprenderá cómo viven los humanos normales. Estará con gente de su especie y también de su edad. Esperaba que con el tiempo algún joven se enamorara de ella y Rin lo aceptara. De esta manera, se olvidaría de viajar con nosotros. Encontrará su felicidad y estará a salvo... sin mí – esas últimas palabras las dijo con un gran pesar en el pecho.
Jaken comprendió una cosa en ese momento: aunque Sesshomaru siempre diera respuestas cortas, hirientes y hostiles, su corazón nunca había sido de piedra.
- Pero señor, si Rin se casara y se olvidara de nosotros, entonces, el que no sería feliz sería usted.
- ¡Cállate! – le espetó, aunque luego pareció arrepentirse – Para mí es más importante que lo sea ella.
Fin del flash back
ESTÁS LEYENDO
Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...