Kaede empezó a caminar de vuelta hacia la cabaña cuando, de repente, se detuvo y volvió a mirar a la chica.
- Sin embargo, querida Rin, no creas que has ganado – le advirtió – La tradición del matrimonio en mujeres antes de los dieciocho sigue presente en nuestra aldea, y también sigue siendo un hecho para ti.
- ¿Un hecho? – ¡Lo sabía! Estaba segura de que no todo podía ser tan bueno - ¿Qué quieres decir? Has dicho que no habría boda, que todo esto era para celebrar mi cumpleaños – le recordó.
- He dicho – empezó Kaede - que no te casarías con Kirito – puntualizó – y que lo que estamos haciendo es decorar la cabaña para tu fiesta de cumpleaños, pero en ningún momento he dicho que no fueras a casarte.
- Entonces – dijo Rin con el corazón en el puño y cada vez más asustada – si no es con Kirito, ¿con quién pretendes casarme? ¿Es otro de los pretendientes que teníais escritos en la lista? ¿Ginta? ¿Otani? ¿Satoshi?
- Te casarás con Kohaku – sentenció.
- ¡¡¿Quéee?!! – El corazón de Rin se detuvo en seco. No daba crédito a lo que acababa de oír - ¿Kohaku? ¡No entiendo nada, Kaede! – empezó a decir, enfadada y nerviosa - ¿Qué tiene que ver él en todo esto? Ni siquiera está en la aldea.
- Eso no importa – aclaró la anciana – Pensamos que sería mejor partido para ti.
Rin retrocedió varios pasos, vacilante, contrariada, indecisa, asustada. El mundo se desmoronaba bajo sus pies. Sus sueños, sus ilusiones, todo su esfuerzo por aprender a manejar una espada y a defenderse sola... Todo había sido en vano. Ya nada importaba. Era como un pájaro exótico encerrado en una jaula de cristal, notando el frío viento a través de los barrotes, pero sin poder sentirlo realmente, sin poder volar. La sociedad la atrapaba en esa jaula de hielo sin darle la oportunidad de ser feliz, de ser libre...
- No te vayas todavía, Rin – suplicó la anciana con voz tierna y le puso una mano en el hombro de forma conciliadora – Kagome se sigue oponiendo al matrimonio concertado, pero es lógico, en su época eso apenas existe, no puede entender lo importantes que son las tradiciones en nuestra cultura y en esta época. Pero tú sí lo sabes, ¿no es así?
- Lo sé, Kaede, pero aun así...
- Entonces – la interrumpió la anciana – entiendes por qué debes respetarlas y cumplirlas. Sé que no te hace mucha gracia la idea de estar con ninguno de los jóvenes de la aldea, aunque muchos son apuestos y agradables. Pero ante tu negativa, tampoco queremos hacerte infeliz el resto de tu vida, así que pensamos en buscar a alguien con el que te llevaras bien y os conocierais desde hace tiempo. Alguien que no fuera tan nuevo para ti.
- ¿Y pensasteis en Kohaku?
- No – Kaede se aclaró la garganta – En realidad, no se nos ocurrió a nadie que pudiera ser de tu agrado, pero entonces, Sango recibió ayer una carta de su hermano dirigida a mí. Me pide tu mano. Toma, ¡léela! – dijo sacándose un trozo de papel arrugado del kimono y entregándoselo a la chica.
Rin tomó el papel y lo desplegó. Contuvo el aliento. Tenía en sus manos la carta que cambiaría su vida.
Estimada sacerdotisa Kaede,
Me gustaría pedirle formalmente la mano de su hija adoptiva en matrimonio. Como manda la tradición, debe ser la chica quien escoja al afortunado de entre los pretendientes que se le presenten, así pues, me siento complacido de poder presentarme como uno de ellos.
Para su elección, las jóvenes deben tener en cuenta qué clase de vida les podrá aportar cada hombre. De esta forma, le explico que, estando conmigo, nunca le faltaría de comer, ni un techo bajo el que dormir. Vivo en la aldea de las Montañas Grises, muy cerca de la vuestra, de manera que ella podría venir a visitarles siempre que quisiera. Puede que sólo sea tres años y medio mayor que ella, pero soy un gran exterminador de demonio y conmigo jamás le faltará protección.
Como punto negativo tengo también que decir que yo viajo mucho de una aldea a otra debido a mi trabajo como exterminador, así que ella podría escoger entre acompañarme o bien quedarse en casa, pero sea como sea, yo dejaría que ella hiciera lo que más le complaciera. Así pues, por favor, informen a la joven Rin de que puede escogerme como opción si ninguna otra le complace más.
Atentamente,
Kohaku,el exterminador de demonios.
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¡Hola a todos! Estos días no estoy actualizando los días que toca porque estoy con exámenes hasta finales de mes, pero como sabéis, si me retraso mucho, compenso subiendo doble capítulo o cosas así. Mañana subiré el próximo capítulo y espero que os guste <3 Kissess y hasta mañana XXX
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Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...