Rin miró a Jaken con sorpresa. Ahora entendía por qué su demonio le había hecho tanto daño. Ahora lo entendía todo.
- ¿Lo comprendes ahora, Rin? ¿Entiendes por qué te ha dicho eso? Sesshomaru prefiere que le odies si de esa manera consigues olvidarte de él. Porque con él estarás constantemente en peligro. En cambio, en la aldea estarás totalmente protegida. Inuyasha, Kagome, Sango, Miroku y Shippo son algunos de los guerreros más poderosos de todo Japón, y todos viven en esta aldea.
- Lo entiendo – dijo, enjuagándose una última lágrima y se levantó – El señor Sesshomaru no quiere que vaya con él porque si él se despista, no podrá protegerme, y yo soy una débil humana que no puede defenderse por sí misma.
- Así es – afirmó Jaken – Me alegro de que por fin lo entiendas. Ahora te pido que regreses a la aldea y te olvides de nosotros. Pero, por favor, no le guardes rencor al amo Sesshomaru. Todo lo que ha hecho, es por ti, aunque jamás lo reconocerá. Prefiere que le odies si así te mantiene a salvo.
La morena se levantó. Se sacudió la tierra del vestido y regresó al pueblo a paso lento pero decidido. No abrió la boca en todo el camino y no derramó ni una sola lágrima más. Puede que lo hubiera entendido, pero eso no significaba que pudiera aceptarlo. Y ahora mismo, no era capaz de pensar con claridad.
* * *
- ¿Oye, Kaede, qué le pasa a Rin? – preguntó Kagome, que se encontraba sentada junto al fuego de la casita.
- No lo sé – respondió la anciana – Hace días que no habla y apenas si come nada. Está así desde que vino de ver a Sesshomaru. No sé qué le pudo ocurrir allá.
- ¡Bah! – dijo el semi-demionio Inuyasha, despreocupado – Mi hermano puede llegar a ser muy idiota. Seguro que le dijo algo que no le gustó y por eso está así. Ya se le pasará.
Kagome cogió la cacerola que tenía más cerca y le dio un sartenazo en la cabeza.
- ¡¡Ayyy!!
- ¡Eso te pasa por ser un insensible! ¿Acaso no ves que Rin está realmente mal?
- ¡¡Pero los niños suelen tener berrinches de este tipo!!
- ¡Abajo! – le gritó Kagome y al momento el collar mágico que Inuyasha siempre llevaba al cuello hizo que éste se estampara contra el suelo.
Kaede empezó a reír.
- Se lo merecía – dijo – Además, Rin ya no es ninguna niña. Y nunca se comporta de esta manera. Fuera lo que fuera lo que sucedió, debió de ser algo muy duro.
Shippo lo había estado oyendo todo muy detenidamente. Él tampoco estaba muy seguro de lo que le estaría pasando a su mejor amiga, pero sí sabía que la quería mucho.
Se acercó a ella, que estaba metida en su cama con la mirada perdida, como si fuera un fantasma. Se tumbó a su lado y la abrazó por detrás. Ella no reaccionó. Probablemente ni siquiera estaba allí. Su mente volaba lejos, muy lejos de esa cabaña, pensando en un demonio albino que anteponía la felicidad y seguridad de la chica a las suyas propias.
- No te preocupes, Rin – le dijo Shippo en un susurro casi inaudible – Todo se arreglará. Te lo prometo – y la estrechó más fuertemente entre sus brazos hasta que ambos se quedaron dormidos.
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Hoy he subido doble capítulo porque he tenido algo de tiempo libre. Espero que os esté gustando y me gustaría saber vuestra opinión - si alguna se anima - sobre Rin y Shippo <3 Kisses
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Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...