Sesshomaru levantó la espada y la blandió con fuerza hacia su oponente. El gran dragón negro se hizo a un lado con lentitud para intentar esquivar el ataque, pero no pudo; el joven demonio que tenía frente a él era mucho más ágil, rápido y fuerte de lo que era de esperar en un demonio. Pero, aun así, se negaba a rendirse.
Sesshomaru bajó del cadáver de un ágil salto y, sin perder más tiempo, el demonio y su pequeño siervo entraron en la cueva que había estado custodiando el imponente dragón negro.
- ¡Buen trabajo, señor! – exclamó Jaken con felicidad – Ese dragón no tenía ninguna oportunidad contra usted. Usted es magnífico, es el mejor, es...
- ¡Shhh! – le ordenó el demonio de la luna - ¡Cállate!
- ¡Oh, sí, lo siento, señor! No hablaré más. Me callaré, sin duda me callaré.
- ¡¡Shhhh!! – le repitió Sesshomaru – Intento oír algo – se quejó.
En el interior de la cueva todo era silencio. Tan sólo se oía el aleteo de algún murciélago y el ruido de patas sobre la grava de algún que otro roedor.
- ¿Qué se supone que buscamos? – quiso saber Jaken.
Sesshomaru se disponía a responder, pero entonces percibió el olor de otro ser dentro de las galerías que se extendían por la cueva.
- ¡Jaken, sígueme!
- Sí, señor.
Y se adentraron en las profundidades de la gruta.
* * *
En casa de la anciana Kaede, el ambiente era alegre y festivo. Tanto Miroku como Sango, Kagome, Inuyasha y Kaede se afanaban en decorar la vieja cabaña con telas de colores y adornos de todo tipo.
- Eso quedará mejor aquí, Kagome – decía Miroku señalándole un rincón de la casita para colocar un adorno.
- Y aquí un jarrón de flores ¿No es precioso? – exclamó Sango emocionada.
Inuyasha estaba sentado en el portal del habitáculo, jugando con Kirara y un interminable ovillo de lana beige.
- ¿Te diviertes? – le recriminó Kagome con sarcasmo – Podrías ayudarnos a decorar la cabaña. Acabaríamos más rápido.
Inuyasha se estiró en el suelo y se puso las manos bajo la nuca.
- Sí, podría. Pero la idea ha sido cosa vuestra, así que...
Los ojos de Kagome llamearon de rabia y se dispuso a decir la palabra que más odiaba su marido.
- Inuyasha... - musitó entre dientes - ¡Siént...
- ¿Qué está ocurriendo? – interrumpió una voz de repente. Todos dejaron lo que tenían entre las manos, repentinamente rígidos.
Rin acababa de llegar y se encontraba plantada en el umbral de la puerta.
- ¿Qué es todo esto? – inquirió furiosa.
Kaede, viendo venir la tormenta, se le acercó lentamente y le posó una mano en el hombro.
- Antes de que digas nada – le dijo - ¿podemos hablar un momento?
Rin respiró hondo para calmarse y asintió. Ambas mujeres salieron fuera de la cabaña.
- ¿Y bien? ¿Qué ocurre? – se cruzó Rin de brazos - No estaréis preparando mi boda con Kirito, ¿verdad?
Kaede negó con la cabeza.
- No es eso. Estuvimos hablando un rato más cuando te fuiste y llegamos a la conclusión de que si tú no quieres casarte con ese muchacho, no te obligaremos.
La joven alzó las cejas, incrédula, hasta que poco a poco su rostro se tornó en una sonrisa.
- ¿De verdad? – inquirió casi sin poder creérselo - ¿De verdad no me tengo que casar con Kirito?
Kaede se mordió el labio y ladeó ligeramente el rostro. ¡Oh, oh! Algo no iba bien.
- No, no tienes por qué casarte con él, sin embargo...
Rin contuvo la respiración. Estaba segura de que no iba a salir nada bueno de esa charla.
- ...sin embargo, estás a punto de cumplir los dieciocho años y te mereces tener una fiesta, ¿o no?
La joven enarcó las cejas. Eso no podía ser real. ¿Nada de boda? ¿Ni de novios? ¿Una fiesta? No podía ser. Tenía que haber un "pero", un truco que lo estropeara todo. Cuando aparecen nubes siempre acaba habiendo tormenta, sólo hacía falta ser paciente, porque llegaría.
- Pero aún falta más de una semana – comentó Rin recelosa.
- Lo sé, lo sé – asintió la anciana - Pero las cosas se deben preparar con tiempo, ¿no?
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¡Vaya cambio más repentino de opinión!, ¿no? A saber qué están tramando Kaede y los demás. Si tenéis alguna idea de lo que ocurre o alguna sugerencia, ya sabéis. Y, por otra parte, Sesshomaru y Jaken siguen en busca de su objeto misterioso. ¿Qué será? ¿Para qué servirá? ¿Querrá el señor Sesshomaru hacerse más fuerte o es otra cosa lo que busca? Pronto lo sabremos <3
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Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...