- ¿Qué es lo que ha ocurrido? – quiso saber Shippo en cuanto se alejaron del lugar.
- Nada importante. Olvídalo.
- No – se increpó el zorro y se puso delante de la chica para que se detuviera - Te ha hecho algo malo, ¿verdad? ¿Por qué gritabas si no?
Rin se abrazó a sí misma y se frotó los brazos, por donde Kohaku la había agarrado hasta hacerle daño.
- Me ha pedido que me case con él – le confesó finalmente a su amigo.
Shippo abrió mucho los ojos y se la quedó mirando.
- ¿Pero no era eso lo que querías? Pensé que Kohaku era el único que te gustaba un poco. Has rechazado a cuantos chicos te lo han pedido porque querías que fuera él, ¿no es así?
Ahora fue Rin quien lo miró. El labio inferior le temblaba y sus ojos comenzaron a enrojecerse. Una gruesa lágrima corrió por su mejilla hasta llegar a su cuello y se deslizó suavemente por él.
- Eh, eh – dijo tiernamente Shippo, casi en un susurro - ¿Por qué lloras?
Y la abrazó, colocando la cabeza de ella en su pecho.
- Es que... - más lágrimas cayeron de sus ojos y le mojaron el rostro - ...yo no quiero casarme con él, ni con nadie – lloró – No le quiero, yo no le quiero.
Shippo la abrazó más fuerte y le acarició el cabello negro. No sabía cómo consolar a su amiga.
- Bueno, pero en ese caso, no hay ningún problema. Le rechazas como al resto y asunto zanjado, ¿no?
Rin volvió a estremecerse.
- Me ha besado – confesó – Nunca me habían besado. Y no quería que fuera él el primero – las lágrimas siguieron brotándole de los ojos.
Shippo apretó los puños. Ahora entendía por qué Rin se sentía tan mal después de una petición de compromiso. No era la primera que le hacían y nunca se había comportado así. En la aldea estaba prohibido que dos jóvenes se besaran antes del matrimonio, así que, si alguien lo descubría, los cuchicheos y las miradas acusadoras la perseguirían constantemente, sin darle un respiro. Pero no sólo eso. A Rin las tradiciones siempre le habían dado igual. Ella creía en el amor libre y en las elecciones del corazón, pero aun así, el primer beso es algo muy valioso para una chica, un recuerdo para toda la vida. Y Kohaku se lo había arrebatado a la fuerza.
- No hace falta – replicó ella enjuagándose las lágrimas – Déjalo estar. Sólo es otro chico más que no sabe lo que hace.
Shippo le acarició de nuevo el pelo y dejó que ella se desahogara. Admiraba su buen corazón incluso cuando acababan de hacerle daño. Era una chica increíble.
- Pero aun así, te van a obligar a casarte – le recordó Shippo, casi tan consternado como lo estaba ella – Si no es con él, te obligarán a estar con otro. Sólo te queda un mes.
Rin enterró la cabeza en su pecho y se abrazó a su espalda, dejando que su amigo la envolviera.
- Quiero irme con el señor Sesshomaru – lloró – Sólo quiero estar con él, para siempre.
Y fue entonces cuando Shippo lo comprendió todo. Lo que siempre había sospechado ahora dejaba de ser una simple sospecha para convertirse en un hecho confirmado. Lo que Rin sentía por el hombre que la salvó de morir por los lobos no era sólo respeto o admiración, sino que, poco a poco, se había ido convirtiendo en amor: Rin se había enamorado del señor Sesshomaru.
Continuaron así todavía un rato más, abrazados, hasta que ella se calmó y Shippo la convenció para llevarla a casa. Ahora que sabía la verdad, no quería dejarla sola. Haría lo que fuera por ayudarla. Lo que fuera.
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¡Hola a todos! Sé que no esperábais capi tan pronto, pero esta semana no podré subir hasta el finde, así que me he adelantado. Espero que os haya gustado el capi y nos vemos tan pronto como pueda ;)
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Lágrimas de sangre (Sesshomaru y Rin) [COMPLETA]
FanfictionDespués de acabar con Naraku, Inuyasha y su grupo viven pacíficamente en la aldea de la anciana Kaede, combatiendo demonios menores y viviendo aventuras. Sin embargo, para Rin las cosas son muy diferentes: ahora que es una joven adolescente y vive c...