17: Triple boda.

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James.

Lancé una pelota hacia arriba atrapándola de vuelta en mi mano tratando de ignorar el parloteo de las chicas que estaban en el suelo sentadas viendo fotografías viejas.

-Esto es tan romántico.- Gire la cabeza viendo como Lex tenía entre sus manos una copia de la fotografía que nos tomo un señor cuando lleve a Lu a la feria.

Regresé mi vista al techo lanzando la pelota una vez más.

Se me estaban agitando las ideas y les había pedido ayuda, pero nunca creí que se pondrían a ver mis fotografías, se sentía casi como si estuvieran viendo mis secretos.

-Esto es una mierda, ¿por qué no podemos simplemente ir con ella y decirle cada detalle que sabemos sobre de ella?- Hablo Ash con su habitual ceño fruncido lanzando una foto lejos como si quemará.

-La psicóloga dice que podría ser dañino para su cerebro.- Hable monótono acostumbrado a decir eso. Antes se me había pasado por la cabeza hacer eso, cada vez que la he visto desde que despertó he estado tentado a decirle todo, absolutamente todo, pero siempre me detenía.

Eso sería ser egoísta, debía de dejarla sola en ese aspecto, si lo único que podía hacer era apoyarla lo más que podía, eso era lo que haría.

Incluso después de que volviera a ser la misma.

No había ni una puta posibilidad de que me apartara de ella.

Había esperado cinco meses para que despertara, no me iba a rendir ahora.

Ni a Ash ni a Lex les agradaba la idea de que no pudieran ver a Lu, tomando en cuenta de que eran muy amigas, pero no había nada que pudiéramos hacer al respecto.

-Para mi que esa ni siquiera es una psicóloga, creo que está loca.- Hablo de nuevo Ash cruzando sus piernas como un indio. Recargue mi cabeza en la cama poniendo a mi cerebro a trabajar.

-Dime de nuevo lo que ha recordado.- Pidió Lex agarrando una libreta y una pluma.

-Algunas cosas se le hacen familiares, pero en concreto solo el collar.- Sonreí sabiendo que lo traía puesto siempre. Al menos una cosa volvía a la normalidad.

-Ya la haz llevado a una feria, una librería.- Le dijo Ash a Lex para que lo apuntara en la libreta. -¿Que tal si la llevas a lugares que ella ya conozca?- Me enderece prestándole atención.

-¡Si, es una muy buena idea! Le estamos diciendo indirectamente sobre su vida, pero dejando que ella lo descubra.- La mano de Lex se movió rápidamente sobre el papel.

-La pista de BoyKill.- Anunció Ash frunciendo el ceño recordando ese día. Como Lu se había ofrecido como premio y como yo había ganado. Un estupendo día.

-Puedes usar mi auto y llevarla al lugar donde la golpee.- Lex me miro con una sonrisa melancólica. Después de la historia que tenía ella con Lu, jamás habría imaginado que terminarían siendo amigas. Pero hemos aquí.

-Puedes llevarla a la panadería de mi novio.- Recordé como Lu había trabajado una semana ahí antes de que quemara todo el pan y se saliera de ese trabajo sintiéndose muy mal consigo misma. El padre de César le había dado otra oportunidad, pero ella no acepto.

-Puedo llevarla al lago.- Hablé por fin diciendo el lugar más importante para mí.

-¿La llevaste al lago?- Preguntaron ambas al unísono. Sonreí apenas y asentí. Se miraron entre ellas luciendo muy, muy sorprendidas.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora