24: Suficientes recuerdos.

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-¿Que hacemos aquí?- Mire a mi alrededor viendo los autos ir y venir de un lado para otro. Había un señor regordete con un megáfono diciendo que las últimas apuestas para la siguiente carrera estaban por cerrar.

-Solo venimos a buscar algo.- James me tenía agarrada de la mano de una forma posesiva y a la vez protectora y me sentía un poco segura a su alrededor.

Me preguntaba si el podría acabar con esos grandulones de allá si venían a buscar problemas.

Pero suponía que ese no sería el caso. Yo era prácticamente invisible en este lugar en comparación con las otras chicas. Usaban trajes de baño o vestidos tan cortos que pasarían fácilmente como una simple blusa. Apenas y tapaban lo indispensable y eso era decir mucho.

Me horrorizaban esos vestuarios. ¿Que no les daba vergüenza andar de esa manera? Los hombres se las comían con la mirada.

Algunas incluso se veían menores de edad, ¿que hacían aquí? Todo esto parecía una especie de pista para carreras ilegales como en las películas.

-¿Que se supone que venimos a buscar?- Apreté su mano cuando pasamos al lado de unos tipos enormes que me veían preguntándose cómo me dejaron entrar al lugar vestido de esta manera.

Usaba pantalones normales color negro y una blusa tipo polo color morado. Todo aquí gritaba que no encajaba en este lugar.

James por otro lado, si que encajaba.

Cuando lo vi aparecer en mi puerta con esa chaqueta de cuero, esa camisa completamente blanca que rompía el atuendo oscuro que llevaba, porque sus pantalones también eran negros y sus zapatos también. Su sonrisa también contrarrestaba con su ropa. Era tan blanca como la camisa.

-Recuerdos.- Susurró pegando sus labios a mi oído y de nuevo me entró la necesidad de decirle que me besara.

¿Por que no lo hizo cuando tuvo la oportunidad en su habitación ayer por la tarde? ¿Es que acaso no me deseaba? ¿No le gustaba?

En ese caso, ¿por qué estaba aquí ayudándome desesperadamente para que recuperara mis recuerdos. ¿Y si mi madre le pagaba para hacerlo?

Aunque eso no tenía mucha lógica, ya que mi madre me había dicho las primeras veces que no le agradaba para nada que saliera con James.

¿Y si alguien más lo hacía? ¿Si alguien más le pagaba a James por esto? Eso explicaría porque no me había besado en todos estos días.

Ya íbamos como en la, ¿tercera cita? Yo decía que ya habíamos superado el tiempo límite para cruzar la línea del contacto físico. En especial si ese contacto incluían sus labios.

Solo me tomaba de la mano y de la cintura, nada más. Es como si todo mi demás cuerpo estuviera lleno de veneno o espinas. Solo le faltaban hacer muecas de repulsión cada vez que nuestras rodillas se tocaban accidentalmente cuando íbamos en el auto gris.

Seguía convencida de que ese auto no le pertenecía en absoluto.

-¿Se supone que algo de esto tiene que traerme algún recuerdo?- Me pegue más a el, incluso más de lo que ya estaba cuando unas chicas en vestidos casi transparentes pasaron junto a nosotros sonriéndole a James. Incluso una le guiñó el ojo.

La fulmine con la mirada deseando poder lanzar rayos láser con mis ojos.

Un avada kedavra no estaría mal.

Espera...¿que?

¿Que era eso? ¿Por que rayos lo pensé? ¿Ahora estaba creando palabras? Que locura.

Unas camionetas negras llegaron al lugar con unas bocinas enormes y empezaron a poner cosas sobre una mesa. Rápidamente me di cuenta de que uno de esos chicos eran un supuesto Dj, que planeaba avivar el ambiente.

Sonreí viendo como aquel chico hipster movía un disco y hacía sonidos con la computadora. Las chicas, como si ellas fueran abejas y de miel se tratara, se acercaron a las bocinas y empezaron a bailar meneando sus huesudos cuerpos.

-¡Todos listos para la carrera!- Grito de nuevo aquel sujeto y James me jaló a través de la multitud que se había creado, poniéndonos a ambos hasta el frente donde varias personas con motos estaban alineadas.

Una chica con una tanga en la mano estaba delante de todos ellos. Todos eran chicos. Dejó caer aquella prenda íntima y todos arrancaron.

Mi pelo se revolvió por el viento que levantaron por la velocidad rápida a la que iban.

Vi como las motos se alejaban y sentí adrenalina por todo el cuerpo.

-¿Tú haz conducido?- Le pregunte acercándome a su oído para que lograra escucharme sobre la música. James asintió con una sonrisa malévola en el rostro.

De pronto la imagen de yo ofreciéndome a varios sujetos vino a mi mente. Vestía tan poca ropa como las demás.

Me toque el pecho alarmada por esa imagen y rápidamente la deseche. Yo no haría eso, ¿o si? No, no, de seguro era un error. Una equivocación. Vi eso en una película y mi mente me jugaba bromas o algo así.

Si, eso era.

-¿Haz ganado?- Le pregunte de nuevo a James casi gritándole por el alboroto que hacían todos a nuestro alrededor al ver que los participantes se acercaban a la meta.

James volvió a asentir con un brillo en sus ojos que encendió una llamarada en mi sistema.

-¿Que fue lo que ganaste?- Pregunte sintiendo una revolución en todo mi cuerpo. La mano de James se apretó en torno a la mía y sentí un latigazo de placer en el estómago ante la imagen de nosotros dos montados en una moto. Después ambos estábamos sobre una cama, James me estaba desnudando.

Wow, algo ahí.

Eso jamás en la vida pasaría.

En primer lugar; alguien como James no se fijaría en alguien como yo. No de esa manera. Me lo estaba demostrando justo en este momento.

En segundo; yo no haría algo así. No dejaría que alguien me desnudara así como así. Sin significar algo o que fuese especial.

Yo era el tipo de chica que esperaba un príncipe en brillante armadura. Era la enamorada empedernida, gracias a los cuentos que me contaba mi padre antes de dormir. Me creía todas esas historias y deseaba desde pequeña algo como eso. Siempre lo he hecho, ¿no?

Los concursantes llegaron a la meta y un chico con rulos rubios gano llevándose todo el dinero. Las chicas corrieron hacia el, frotando sus senos contra el chico y este, aceptó gustoso todo el trato que le daban.

-Creo que ya fueron suficientes recuerdos.- Murmuré desviando la mirada hacia el suelo.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora