47: Ahora todo esta arreglado.

108 10 0
                                    

N/A:
Antes de que se emocionen y lloren como yo lo hice cuando escribí este capítulo, quiero hacer una dedicación a karenxhitaa.
Gracias a esta niña no me tardo tanto en publicar porque me golpea, pero cuando lo hago me regala dulces.
Gracias, Karen por apoyarme en esta novela y me alegra tanto que te encante.❤️

Disfruten el capítulo.

Atte: Sra. Maddox, Cipriano, Emerson, etc, etc, etc.

🐰🐧✍️📚

-Dime que no estoy soñando.- Suplique agarrándome de sus brazos intentando verlo a través de mis lágrimas.

Sonrío de medio lado mostrando su hoyuelo y sentí que me estaban exprimiendo el corazón y los pulmones, y todo el maldito cuerpo.

-No lo estás.- Hablo haciendo que mis rodillas temblaran y de no ser por sus brazos, volvería a caer en el suelo. Me abrazo y enterré mi cara en su cuello oliendo su peculiar y delicioso aroma.

-James.- Dije su nombre sin creer todavía que estuviera aquí, delante de mi, abrazándome como si su vida dependiera de ello.

-Creo que será mejor que la lleves dentro.- Hablo Ash mirándome un poco incómoda. Debía de dar lastima en estos momentos llorando sobre el hombre más guapo del planeta y temblando mientras me aferraba a él.

James asintió con la cabeza y como si supiera que mis piernas no respondían en estos momentos, me cargo llevándome dentro de la casa.

-¡Oh, ya se dio cuenta!- Evelyn apareció con guantes de perritos sosteniendo una charola con sus famosas galletas. Me miró con una sonrisa tierna, como si la escena le rompiera el corazón pero de felicidad.

-Son tan adorables.- Marisa agarro una de las galletas y Evelyn le dio un golpe con la mano regresando a la cocina, donde Marisa la siguió junto con Ash.

James las ignoro y me llevo escaleras arriba hasta su habitación sin decir ni una sola palabra en el proceso. Yo no podía dejar de verlo y preguntarme si en verdad estaba pasando esto.

Había soñado tantas veces con él que casi ya no podía distinguir de lo que era real o lo que solo era simple imaginación mía.

Se sentó en su cama recargando su espalda en el respaldo y me sentó a horcadas de el. Agarre el cuello de mi camisa para limpiar mi rostro y parecer un poco más presentable, pero no podía dejar de llorar.

-No puede ser cierto.- Dije poniendo una mano sobre su cálida mejilla un poco rasposa por la ligera barba que cubría su rostro. No se podía ver más atractivo.

-Estoy aquí.- Puso su mano sobre mía mía, y la otra en medio de mi espalda acercándome a el. Me miró a los ojos como si quisiera hablarme a través de ellos. Llore un poco más fuerte, si es que eso era posible y James me abrazo de nuevo haciendo que volviera a descansar mi cabeza sobre su hombro.

-Quería.- Me dio hipo en medio de la oración y me froté contra su caliente piel sin importarme si eso era patético o no. -Quería ser la primera persona que vieras cuando despertaras.

-Fuiste la primera persona que vi.- Me dijo acariciando mi cabello y tocando las puntas dándose cuenta de que me lo había cortado.

-No es cierto. Me prohibieron la entrada al hospital desde el primer día.- El pecho de James vibro por culpa de su risa.

-Lo sé, Ash me puso al día. Pero si fuiste la primera persona que vi.- Me separe de él viendo de nuevo su rostro y el se movió sacando algo de su bolsillo y me mostró una foto de mi. -Tu madre la puso en el techo. Así que técnicamente lograste tu cometido.- Negué con la cabeza haciendo una nota mental de agradecer a mi madre luego.

-¿Por que nadie me aviso? ¿Desde hace cuanto que despertaste?

-Hace solo unas horas. Les pedí que no te dijeran nada hasta que hubiera arreglado los autos. Fue una misión imposible hacerlo en tan poco tiempo, pero lo hicimos.

-¿Por que nunca los arreglaste antes?- Puse mis manos en su cuello acariciando todo lo que estuviera a mi pasó sintiendo sus manos moverse por mi espalda.

-No quería arreglarlos hasta que tú también lo estuvieras.- Lo abrace de nuevo utilizando toda mi fuerza queriendo que formará parte de mi. Aunque ya lo hacía.

-Lo lamentó tanto, James. No quería que nada de esto pasara. Debí de...- Puso una mano sobre mi boca haciéndome callar.

-No importa, Lu. Ahora todo está arreglado. Tú, yo, los autos. Todo.- Me agarro de las caderas mirándome con pasión. -Ahora tienes de vuelta a tus dos novios.- Dijo haciendo referencia a Maxon y a él.

Sonreí quitando las lagrimas de mis mejillas de nuevo.

-¿Eso significa que ahora si vas a besarme?- Pregunte esperanzada. No podía culparlo si me rechazara, todo había sido culpa mía y lo merecía. Pero no creía que pudiera soportarlo.

-Voy a hacer más que besarte.- Prometió uniendo nuestros labios haciendo que por fin recuperará eso que me hacía tanta falta. Él.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora