42: Trato.

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POVJames

-No podemos localizarla, no tiene teléfono.- Gimió la señora Johnson sollozando sobre el hombro de Darrell.

Todos estábamos en mi casa. Mamá se encargaba de que todos tuvieran una taza de té para calmar los nervios. Yo no había aceptado ninguna, un puto té no podría hacer que me tranquilizara. Lo que yo necesitaba era que Lu apareciera.

Habían pasado ocho horas desde que huyó de casa y no había regresado.

-¡Debí darle su teléfono!- Sollozo aún más fuerte y Darrell la apretó contra si.

-No es momento de sentirse culpables.- Hablo mi padre sin quitarme la vista de encima como si esperara que yo cometiera una estupidez.

-Ya aparecerá.- Mamá le relleno la taza y se sentó en el brazo del sillón donde papá estaba.

-La policía dice que fue voluntario, a pesar de mis contactos, no se lo toman en serio hasta que pasan cuarenta y ocho horas.- Hablo Darrell sobando la espalda de su prometida.

Jenn, las mellizas y sus respectivos novios estaban en casa de Lu a la espera de que ella regresará.

Nosotros estabamos aquí porque mi madre había visto a Lu salir corriendo de aquí hace horas. Y cabía la posibilidad de que volviera, no quería moverme de aquí, no podía describir lo que sentía pero era casi como una necesidad que me impedía moverme.

-¡Podría pasarle cualquier cosa en estos momentos! ¡Mi bebé está sola ahí afuera! ¡De seguro está perdida, no sabe cómo regresar a casa! ¡No tiene idea de cómo contactarse conmigo!- Me levanté de un salto y salí de la sala con pasos furiosos hasta subir a mi habitación. Cerré la puerta de golpe enojado conmigo mismo sobre todo esto, dejando fuera los gritos de la madre de Lu que solo hacían preocuparme más de lo que ya estaba.

¿Por qué no la seguí inmediatamente en cuanto se fué? ¿Por qué no convenci a su madre de regresarle el celular? ¿Por qué era tan idiota?

Sentía que podía haber hecho muchas cosas más por ella, y ahora estaba pérdida en alguna parte de la ciudad.

No podía quedarme aquí esperando por ella. Tenía que ir a buscarla.

¿Donde podría estar?

Hice una nota mental de todos los lugares a los que Lu había ido, ya sea conmigo o con su familia y tomé las llaves de mi auto.

Iba a ir a buscarla y la encontraría.

Antes de poder tomar el pomo de mi puerta mi celular comenzó a sonar dentro de mis pantalones y lo saqué de mi bolsillo contestando sin fijarme en quién era.

Quizá se trataba de Jenn, rogaba porque fuera ella y me dijera que Lu había vuelto, pero del otro lado sonó una voz diferente.

-Hola, hola.- Su voz cantarina me hizo apretar los puños tan fuerte que creí que podría romperlos.

-Maldita hija de...

-Eh, eh. Cuidado con lo que vas a decir. Tengo algo en mi poder, muy valioso para ti.- Vanne se río y apreté la mandíbula queriendo estar delante de ella para ahorcarla con mis propias manos.

-Nada de lo que digas me interesa. No tengo tiempo para tus malditas bromas, te dije que jamás me volvieras a llamar.- Escupí las palabras sintiendo tanto enojo dentro de mi que no me explicaba como es que aún no había explotado.

-Supongo que no tienes tiempo porque estarás buscando a Lu, ¿verdad?- Me quedé sin respiración como si Ash me hubiera dado una patada justo en los pulmones con sus botas militares con punta de hierro.

-¿Donde está?- Logré articular sin aliento.

-Tranquilo. Ella aún está bien, pero no creo poder decir lo mismo dentro de poco.- Termino alargando las palabras al final divirtiéndose con mi sufrimiento.

-Si le llegas a poner un dedo encima, te juro que...

-Guarda tus amenazas, James.- Está vez su voz sonó firme y temí hacerla enojar para que después se desquitara con Lu. Ella no podía resultar herida, no iba a malditamente permitirlo. -Ahora es cuando se activa tu instinto protector.- Soltó una carcajada que me heló la sangre. -Te conozco tan bien, no lo olvides.

-¿Que es lo que quieres?- Puse una mano contra la pared cuando sentí débiles mis rodillas.

Vanne tenía a Lu. Vanne estaba loca y se de lo que era capaz cuando se alteraba. Y Lu era una experta en hacer eso, por lo tanto corría tanto peligro con Vanne como si estuviera encerrada en una jaula con un león hambriento.

-Tu también me conoces tan bien.- De nuevo escuché su maldita risa que quería destruir de una vez por todas. ¿Cuando iba a librarme al fin de ella?

-Dejate de bromas y habla.

-Esto no es una broma James y creo que sabes lo que quiero.

(...)

Baje las escaleras con las llaves tintineando viendo que todos volteaban a verme.

-¿Estas bien, hijo? Se que esto es muy difícil para ti.- Mamá se levantó viendome con sus ojos tristes y asentí con la cabeza haciéndole ver qué estaba perfectamente, cosa que era una completa mentira.

-Estoy bien.- Respondí como pude sintiendo el ácido subir por mi garganta quemando todo a su paso.

-¿A donde vas?- Pregunto Darrell viendo las llaves en mis manos que intentaba ocultar, pero él siendo policía, muy pocas cosas se le pasaban por alto.

-No puedo estar aquí.- Eso no era una mentira y recordé no hacer ningún movimiento que dijera que estaba nervioso, ya que Darrell se daría cuenta de eso. Y mi madre también.

Las mamás eran peores que los policías en cuanto a descubrir cosas.

-Voy a ir a dar una vuelta con el auto para ver si la encuentro por algún lado.- Antes de que alguien pudiera decir algo, salí por la puerta cerrando detrás de mi. Primero me cercioré de que nadie me siguiera, era un requisito de Vanne.

-¿James? ¿A donde vas?- Alce la vista encontrando a las mellizas delante de mi. Las dos tenían los ojos rojos y estaban desalineadas por lo rápido de la noticia.

Las mire recordando que jamás les ocultaba algo a ellas. Siempre habíamos sido los tres muy unidos y no había algo que ellas no supieran de mi, y viceversa.

Ellas sabían sobre Vanne, sobre Kyle, sobre todo.

-Vanne llamo, tiene secuestrada a Lu. Quiere que vaya por ella, sólo.- Repetí en mi mente la dirección del lugar para no olvidarlo.

-¡Esa hija de...

-¿Y en serio estás pensando en ir?- Interrumpió Lex el insulto de Ash mirándome con incredulidad. -Hay que llamar a la policía.

-¿Para qué? ¿Para que Vanne vuelva a hacer lo mismo después? Voy a terminar con esto.- Presione el botón para activar los seguros del auto y camine hacia el.

-No vas a ir solo.- Anuncio Ash entrando en el auto antes de que pudiera detenerla.

-Vanne dijo que sólo, podría lastimar a Lu si no sigo sus órdenes.

-Lu no es una muñeca de trapo, James. No es tan débil como la haces ver y no vamos a dejarte hacerlo sólo. Nos esconderemos.- No me quedo más que entrar en el auto acompañado de mis primas y me dirigi hacia el lugar acordado.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora