31: Cambios.

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Me odiaba.

Una parte de mi quería salir de mi mente y darme un buen golpe en la cabeza, vale, quizá mas de un golpe. Quería hacerme sufrir de la misma manera en que habia hecho sufrir a mi madre y ni si quiera me moleste en pedirle disculpas por como le habia hablado hace un par de días, porque sabia que una simple y misera disculpa no arreglaría nada de nada.

Ni si quiera mi propia madre era capaz de verme a los ojos sin que estos se le inundaran en lagrimas, era lo mas triste que recordaba que me hubiese pasado.

Desearía tener un giratiempos y volver hasta el momento en que le dije todo ello para que así jamas me mirara de esa forma. Si es que a eso se le podía decir "mirar".

Pero otra parte de mi, una mucho mas oscura y retorcida, se alegraba de ello.

¿Que clase de persona le miente a su hija, una que por cierto habia perdido su memoria, llenando los espacios vacíos con mentiras?

Me dolía tanto, mas que eso, me enfadaba a un grado monumental que mi propia familia me hubiesen mentido respecto a mi padre.

¡El era un maldito infiel! ¡Yo habia llorado sobre su tumba, sobre el hombro de mi madre diciéndole que lo extrañaba tanto, diciéndole el buen padre que era! ¡Y ella me habia mentido haciéndome creer que eso era cierto!

Incluso le habia mentido a Jenn, aunque esto ultimo no me lo creía para nada. ¿Como mi hermana no iba a saberlo siendo ella una persona demasiada curiosa? ¿Como se le iba a pasar por alto la razón de la muerte de mi padre siendo como es?

Ni siquiera podía pensarlo sin que se me saltaran las lagrimas de rabia.

Quisiera tener a mi padre delante de mi y golpearlo a el también por habernos mentido a todas de esa manera.

Pero ni siquiera sabia como habían pasado las cosas en realidad y no quería hacer mas preguntas al respecto, tenia que esperar hasta que Vanne se contactara conmigo y desmintiera todo lo que me hacían creer.

Mi mejor amiga me habia dado un celular al que solo se le podían hacer llamadas y mensajes, nada mas, pero habia apreciado tanto el gesto que le di una copia de la llave de mi casa cuando ella me lo pidió. Dijo que era para no hacer ruido cuando quisiera visitarme en caso de que haya cerrado la puerta, a mi me pareció lógico, ademas de que ella aseguro que antes de mi accidente tenia una pero la habia perdido.

Agarre mi toalla color lavanda y envolví mi cuerpo con ella después de cerrar la llave de la regadera. Puse otra mas pequeña alrededor de mi cabello que necesitaba con urgencia un corte porque me llegaba ya muy largo y me pare delante del espejo viendo un reflejo que aun no conocía.

Solo era un cascaron propenso a romperse y mi familia no hacia mas que arrojarme piedras mientras Vanne intentaba protegerme de ellos.

No se que hubiese hecho sin ella, creo que seguiría en la ignorancia en que me mantenían las mentiras.

Recogí mi ropa sucia del suelo y camine rápidamente hasta mi habitacion, deje la ropa sucia en un cesto para lavar después e inmediatamente le llego un mensaje al celular. Corrí hacia el viendo que Vanne, mi único contacto hasta ahora, me preguntaba que estaba haciendo.

Me preparo para salir- Le conteste sentándome en la cama sin importarme si la mojaba con mi cuerpo o no.

¿A donde y con quien?- Vanne

Mire el celular sin querer que ella se enterara de James, no quería que me dijera nada malo de el por el momento, quería disfrutarlo un poco mas. Porque estaba segura de que habia algo mal con el. ¿Que persona como el pasaba el tiempo conmigo sin haber una razón aparente? Tenia que haber algo, lo presentía.

Y también presentía que no me iba a gustar para nada, por lo que le mentí a ella.

Solo daré una vuelta para aclarar mis ideas.- Lu

Me sentí inmediatamente una porquería de persona por mentirle a ella, que tanto se preocupaba por mi, que solo quería ayudarme y me rescataba de las garras de mi familia, pero quería que James fuera mi secreto.

Sabia que tarde o temprano tenia que hablarle de el, pero prefería hacerlo tarde. Muy, muy tarde.

No me contesto, así que arroje el celular debajo de mi colchón para que mi madre no fuese a verlo, y me pare delante de mi armario decidiendo que ponerme.

Le di unas miradas a los pantalones que normalmente usaba y mejor agarre uno antiguo que tenia varios desgarres en las rodillas, que estaban tan ajustados que parecía una segunda piel al ponérmelos. Use una blusa negra con escote en v que tenia media espalda descubierta, por lo que escogí un sostén de encaje del mismo color para que no se viera tan mal.

Trataba de dejar claro un mensaje con mi atuendo; estaba furiosa.

Y lo seguiría estando hasta que dejaran de mentirme.

Para crear mas revolución en mi aspecto, agarre el rimel y delineador de mi madre y después de tantos intentos fallidos guiados por tutoriales, logre maquillarme mas o menos decente.

Después de cepillarme el cabello, salí de mi habitacion bajando las escaleras rápidamente y cuando abrí la puerta me encontré directamente con James.

Al principio tenia una sonrisa radiante en el rostro, pero al verme se le fue borrando de a poco, lo que solo me dio mas satisfacción respecto a como me veía.

Quería que todo el mundo lo notara; habia cambiado, les gustase o no. No me volverían a ver la cara de estúpida nunca mas.

Lo mire recelosa sin estar segura de que el también me hubiese mentido, pero ignore ese pensamiento y le sonreí falsamente.

-¿Nos vamos?- Lo rodee hasta ir a su coche y me senté de copiloto a esperarlo.

Una nueva yo comenzaba.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora