27: Paciencia.

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POVJames.

Después de dejarla en su casa, conduje a gran velocidad camino hacia la mía, pero cuando me di cuenta de la velocidad a la que iba, baje el ritmo.

No quería ocasionar otro accidente, no iba a ser yo el que le causara ese dolor a Lu, no dejaría que el dolor que sentí cuando la vi postrada en esa cama todos esos meses lo sintiera también.

Haría lo que fuera necesario para que jamás volviera a sufrir de esa manera. A pesar de que sabía que ahora también está sufriendo al no saber nada de nadie, ni siquiera de si misma.

Estacioné el auto que anteriormente era de César, frente a mi casa y baje de el.

Mi auto seguía junto con el de Lu en mi cochera esperando que mi novia recuperará la memoria y poder arreglarlos al fin.

A pesar de estar pasando con ella todos estos días, la seguía extrañando.

No quería que su antigua yo desapareciera, me asustaba como la mierda saber que había una posibilidad de que no recordará nada. Y si ella no me recordaba, significaba que no me amaba. No más. No como yo lo hacía. No como ella lo había hecho alguna vez.

Y extrañaba tanto eso, que podría hacer cualquier cosa por hacer que vuelva a mi.

Seguía soñando con ella, donde la perseguía hasta el cansancio y cuando casi iba a atraparla, se escurría entre mis dedos y tenía que empezar de nuevo...una y otra vez, hasta que despertaba.

Es asombroso cómo la persona a la que más amas puede hacerte trizas y aún así, seguirla amando.

Deje que ella fuera mi todo y ahora que no estaba, me encontraba vacío. Completamente vacío.

Subí las escaleras hasta entrar e inmediatamente me llego el olor de pan recién hecho de la cocina. Mis primas estaban sentadas juntas en el sofá, hablando en voz baja.

Me acerqué a ellas sentándome justo enfrente de ambas.

-¿Quieres decirme que fue lo qué pasó allá?-Exigió saber Lex con expresión lastimera.

-Esperaba que ustedes me lo explicarán.

-¿Sabes que voy a explicarte? ¡Como voy a golpearla como vuelva a gritarme!- Dijo Ash con el ceño fruncido y cruzándose de brazos.

-Nadie va a golpear a nadie.- Le dije apuntándola con el dedo dejando en claro ese asunto.

-¡Podría funcionar!- Gritó alzando los brazos al techo como si pidiera que la entendieran. -Y así arreglaríamos el problema de una vez por todas. Necesita un golpe para volver a la normalidad, ya que uno fue el que la desgracio.

-No.- La mire con severidad y ella bufo molesta por no tomar en cuenta sus argumentos violentos.

-Ella dijo que nos conocía.- Susurró Lex jugando con su cabello de forma nerviosa.

Me pase una mano por el pelo sintiendo impotencia de no poder acelerar el proceso y hacer que todo volviera a la normalidad.

Pero necesitaba de paciencia, de mucha paciencia. Algo que en estos momentos no tenía.

-Está empezando a recordar algunas cosas. Recordó a su padre.- Escuche un jadeo de parte de las dos y se miraron entre sí con expresiones de asombro.

-¿Recordó a su padre? ¿Cómo reaccionó?- Preguntó Ash ya que Lex tenía la boca tapada con la mano, negando con la cabeza y mirando al suelo perdida en sus pensamientos.

-Solo recordó que está muerto, no todo lo demás.- Les aclare y soltaron un suspiro de alivio.

No sabía cómo reaccionaría Lu ante ese recuerdo. Estaba seguro de que me golpearía por no decirle inmediatamente sobre el, sobre todo lo que hizo y como lastimo a su familia.

Pero, ¿que podía hacer?

-Espero que nunca recuerde eso.- Susurró Lex mordiéndose el interior de la mejilla.

-Tiene que. Es todo o nada.- Concorde con Ash. Lu tenía que recordar todo para que fuese la misma de antes, sin importar que.

Nos quedamos unos cuantos minutos en silencio, cada quien sumido en sus propios pensamientos hasta que unos pesados pasos que bajaban las escaleras rompieron el silencio.

Mi padre venía bajando, alisándose la corbata.

-Hola, tío.- Saludo Lex con la mano y mi padre hizo un asentamiento en nuestra dirección. Fue hasta la cocina, donde estaba mi madre y casi enseguida escuchamos su risa.

-No sabía que estaba aquí.- Murmuró Ash removiéndose incómoda ante las risas de mi madre.

-Llego ayer, dijo que trataría de estar aquí el mayor tiempo que pudiera.- Me encogí de hombros restándole importancia. A pesar de que sabía que mis padres se amaban con locura y que ellos me amaban a mi, mi padre siempre paso largos periodos de tiempo fuera de casa.

Me hubiera gustado que estuviera más seguido por aquí.

-Por eso conseguí un panadero, no tendrá que viajar para nada, a menos de que sea conmigo.- Respondió Ash sonriendo con autosuficiencia.

Lex resopló e hizo un puchero.

-El mío es policía, como su padre.- Hablo sin necesidad de más explicación que esa.

Ser policía significaba riesgo todo el tiempo y pasar tiempo lejos de casa en cada caso asignado.

No sabía cómo Lex podía manejar algo como eso, ella era de las chicas que requerían atención constante. Y su prometido no encajaba con eso.

-Oh, hijo. No sabía que ya habías llegado.- Mamá salió de la cocina con papá abrazándola por la cintura. -¿Ya volvió Lu?- Preguntó con el mismo brillo esperanzador en sus ojos desde que mi novia despertó.

-No, mamá. Aún no.- Hizo un puchero y miró sobre su hombro de vuelta a la cocina.

-Y yo que quería que ya comiera mis galletas.

-Nosotros podemos comerlas.- Dijo Ash desde el sofá, mirando a mi madre con las cejas alzadas.

-No, no es lo mismo.- Respondió mamá subiendo las escaleras con papá.

Sonreí negando con la cabeza tratando de entender cómo es que tú madre podría preferir a su nuera por encima de su hijo.

Aunque Lu siempre había tenido ese algo que te hacía quererla sin intentarlo.

Enfermedad TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora