NUEVE

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Unté la papa frita en la salsa de queso del Felipe y luego me la eché en la boca.

Reclamó un poco, pero no hizo más drama.

—Lo investigué súper bien, puede que tenga polola, pero se le pelan un montón de minas

Miré a la Valeria mientras sacudía mi vaso haciendo que los hielos chocaran y sonaran.

—Vale, ya. Supéralo, a nadie le agrada una mina arruina relaciones.

—¡Es que era tan bonito! Tenía ojos verdes hueona, ¡ojos verdes! —soltó un suspiro dramático mientras dejaba caer su cabeza en el respaldo de la silla— a propósito —recuperó la compostura, se acomodó en la silla y me puso su atención completa— ¿qué onda el papi rico? ¿qué te dijo? desde ayer que andai atontada.

¡¿Atontada yo?!

—¿Quién es el papi rico? —a mi lado el Pipe preguntó con el ceño fruncido.

Hice un ademán con mi mano restándole importancia.

—No me dijo nad...

—¡Mentirosa traicionera!

—Pero ¿quién es? —insistió mi amigo.

Se me había secado la garganta de pura nerviosa no más, así que tomando mi vaso de bebida le di un sorbo.

—El hueón que le gusta a la Maite.

Ni siquiera pude procesar bien lo que había dicho porque ya estaba ahogada y tosiendo por culpa de la bebida y la Valeria.

—¿Qué? ¿Y es papá más encima? —preguntó en tono casi alterado el Felipe.

Cuando pude recobrar la compostura, suspiré y puse una mano sobre mi pecho.

—No tiene nada de malo que sea papá —le dije con mi ceño totalmente fruncido— y no me gusta...

—Te encanta. —me corrió la Vale.

—Córtala conchetumare. —la frené.

Crucé los brazos mientras resoplaba pa' sacar los mechones de pelo que caían en mi frente.

¡A mi no me encantaba!
El hueón tenía un carácter culiao de mierda, ni cagando sería capaz de soportar a alguien así.

—Me siento súper sacado de la conversación. —habló mi amigo mientras agarraba su vaso de bebida y tomaba un sorbo— ni sé de donde lo conocís. 

—No es la gra...

—¡Yo te cuento! —me interrumpió la Valeria casi y con un grito— el hueón insultó a la Maite, porque esta hueona se metió con el cuidado que le estaba dando a su hija.

—¿La dura? —mi amigo preguntó con sus cejas por el cielo— Maite, cuantas veces te he dicho que tienes que dejar de ser tan metía...

—Hueón, no me metí... sólo le sugerí una hueá, y cómo el muy puto anda menstruando siempre; se ofendió. —le expliqué.

—Menstruando siempre —repitió la Vale entre risas hueonas.

Contagiándomelas.

—Me marcho —avisó el Felipe mientras tomaba su vaso de bebida y le daba los últimos sorbos que le quedaban.

—¿Tan temprano? —cuestionó mi amiga.

PAPI MECHÓN (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora