TREINTA Y DOS

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HUEONA ¿QUÉ DIJO?

Parpadeé un par de veces mientras lo miraba tratando de procesar bien las palabras que acaban de salir de sus apetecibles labios.

¿Yo le gustaba?

No, esperen. ¿Yo le gustaba caleta?

¡Agárrenme que me desmayo!

—¿La dura? —fue la única frase coherente, entre comillas, que pude soltar.

No quería que notara lo enloquecida que estaba, pero demás que ya había cachado.

Hasta me costaba respirar.

Asintió con la cabeza mientras movía sus dedos para hacerme cariño en la nuca.

Estuve a nada de mover el pie como perrito.

—¿Tengo que responder a eso?

Él levantó ambas cejas mientras me miraba con una sonrisa bonita, pero que al mismo tiempo estaba dando a demostrar que pensaba que yo era súper hueona.

—Sí.

—¿Es necesario? —pregunté mordiendo mi labio.

Seguramente estaba poniéndome roja.

—Pa' avanzar sí po.

Tomé una respiración profunda y luego ordené las palabras en mi cabeza antes de soltarlas.

Igual no caché qué decir, así que tomando el dicho de "una acción vale más que mil palabras" me incliné hacia adelante para presionar mis labios sobre los de él.

Ojalá me viera algún conocido pa' que cachara al medio mino que me estoy comiendo.

Siempre y cuando ese conocido no fuera mi papá, porque ahí la cosa sería diferente.

Su mano sobre mi nuca me mantenía cerca y lo suficientemente presionada como pa' no poder arrancar. Que tampoco era una opción.

Cuando me separé para respirar, aproveché todo lo que estaba sintiendo pa' hablar.

—Tú también me gustai mucho, aunque seai un antipático de mierda.

Las cosas como son.

Trató de suprimir la sonrisa en su cara, pero no lo logró. Luego se inclinó hacia adelante y dejó un besito corto en mis labios.

Olía tan bien que de verdad esperaba que se me impregnara su olor en la ropa.

—¡Papi! —el grito de la bendición nos interrumpió, haciendo que ambos nos sobresaltáramos de la pura sorpresa.

Tenía una sonrisa amplia en su cara y ambas manos puestas sobre sus mejillas.

Pa' que decir que no si me puse roja.

—¿Por qué le estás dando besitos a la memé?

Ayuda, por favor sáquenme de aquí.

—¿Es tu polola?

¡Que deje de hacer preguntas, por favor!

PAPI MECHÓN (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora