dvacet šesta

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bien!! aqui va la continuacion.

dios mio, espero que les guste, como siempre espero....

solo deben saber que doy lo mejor de mi y si no llene sus expectativas, lo siento mucho.

solo deben saber que doy lo mejor de mi y si no llene sus expectativas, lo siento mucho

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—Un gusto que no comparto, Orochimaru —bramó el pelirrojo.

—Pero si tengo al Omega de la familia Sabaku frente a mis ojos... ¿Acaso el viejo Rasa no podía venir en persona?

Todos en el salón se tensaron al sentir como el ambiente rápidamente se volvía pesado.

—¡¡No metas a mi padre en esto!! —dijo el Omega.

—Gaara... para. —dijo el otro que lo acompañaba.

—No te metas en esto —le dijo suave—. Es mi problema no el tuyo.

—No me hables así —gruñó y Gaara se encogió de hombros.

Avanzó mientras Orochimaru seguía sonriendo.

¿Quién se creía esa serpiente para sonreírle de esa manera tan confiada? Él estaba ahí para acabarlo, ¿¡acaso no sentía el peligro!? Porque tonto no era, era la persona más inteligente y cruel que Gaara había conocido en su vida.

Y lo odiaba tanto.

—Ayúdame a comprender... ¿Por qué tú —dijo señalando a Gaara—, ayudarías a este estúpido Omega que tengo a mi lado?

—Jiraiya es un buen Omega, ¿por qué no ayudarle?

—¡No juegues conmigo Omega!

Orochimaru se paró de su asiento y Gaara sacó una pistola de entre sus ropas apuntándole.

—Cuidado Alfa, no vaya a ser que se me resbale el dedo...

—Ningún Omega me va a quitar la vida.

—Eso está por verse.

—¿El nene todavía está resentido porque maté a su hermana mayor? Pobrecito —se burló la serpiente—. Tienes que madurar.

—¡¡No te atrevas hablar de Kushina así!! ¡Maldita serpiente, te voy a cortar la cabeza!

—Nunca podrás ponerme un dedo encima.

Gaara elevó más su cabeza demostrando su autoridad. Nadie le iba a hablar así. No se dejaría intimidar por ningún Alfa, eso desde pequeño lo había tenido claro, desde el momento en que la guerra terminó y vio con sus propios ojos cómo su padre se oscurecía por el odio y el dolor de perder a su Omega, en ese momento comenzó sus negocios en los barrios bajos, teniendo éxito más rápido de lo que esperaban.

Su hermana mayor era tan dulce, nunca en la vida se había querido inmiscuir en ese mundo y Rasa lo había entendido, no iba a obligar a su heredera a tomar un puesto que no quería, así que la había liberado del cargo. Tanto Rasa como Gaara fueron felices testigos de cómo ella se había enamorado de un Omega y aunque les hubiera gustado que esa felicidad durara mucho más, poco después todo se volvió oscuro.

Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora