Třicet tři

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muchas gracias por todo, de verdad...

tengo que admitir que me han hecho reir mucho con sus reacciones, y le amo mucho, de verdad, creo que soy mala.

lean por favor las notas finales-

lean por favor las notas finales-

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El pequeño rubio se quedó atónito, siendo incapaz de moverse, ¿acaso ese no era su padre? ¿El hijo de Jiraiya? ¿Acaso no estaba muerto? ¿Le habían mentido? Pudo moverse y dejar de temblar al ver como el rubio era guiado por un alto Alfa con ropas oscuras. El Omega parecía ido y sin vida propia mientras que el Alfa lo agarraba del brazo, guiándolo y hablándole suavemente, ¿qué pasaba? Sin saber muy bien lo que estaba haciendo, se movió siguiéndoles, sin importarle los gritos de Tsunade, tenía que saber si de verdad era Minato.

Con el corazón desbocado siguió a la pareja, por un momento el rubio lo volteó a ver y le informó al Alfa, este lo miró frunciendo el ceño para luego comenzar a caminar más rápido, Naruto se asustó y caminó con más prisa, pudo ver que se dirigían a un carro en el que los esperaba una señora vestida de blanco, con un moño muy bonito en la cabeza, parecía una Omega amable.

Cuando el rubio mayor llegó al carro, fue subido por ambos, y, tan pronto como Naruto estuvo en frente pudo ver como el rubio lo miraba a los ojos y comenzaba a respirar pesadamente para luego agarrarse la cabeza con desesperación. Después de eso subieron la ventana polarizada y no pudo ver más.

Estaba realmente inquieto, entonces, la Omega se puso enfrente de él mientras escuchaba como el Alfa le hablaba apresurado.

—Sra. Mornin está teniendo una crisis —ella solo asintió apresurándose para subir al carro mientras Naruto apenas conseguía detenerla.

—P-por favor... ¿Qué está pasando?

—¿Conoce a esta persona? —preguntó apurada y Naruto no supo qué decir—. No puedo atenderlo ahora mismo, pero por favor, siéntase libre de llamarme más adelante.

La Omega le entregó una pequeña tarjeta en la que se apreciaban un par de números telefónicos, para que luego, sin más palabras, se subiera al carro y partieran de ahí a toda prisa.

Naruto se quedó con el corazón en la mano y sin saber qué hacer, pudo ver el carro alejándose hasta perderlo de vista, pero todavía podía ver en su mente al rubio mayor... Era tan parecido al de la foto, ¿era posible? Estaba tan confundido.

—¿¡Qué demonios te pasa!? —demandó Tsunade agitada después de perseguirlo—. No vuelvas hacerlo nunca.

Dan llegó poco después sosteniendo su prominente barriga y miró con un enorme puchero a Naruto, renegando por la falta de aire.

Y así, por primera vez Naruto fue enérgicamente regañado por ambos, Alfa y Omega.


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Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora