dvacet sedm

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gracias a todos por sus hermosos comentarios. este cap es mas tranquilo.

aqui el cap y por favor leer notas finales.

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Todo había sido confuso después de eso, las puertas fueron abiertas estruendosamente y por ellas entraron las Fuerzas especiales de la Policía Alfa de Japón.

La FPA (Fuerza Policial Alfa) apuntaba con sus armas al interior, Tsunade y Shino venían tras ellos, estaban en el centro de las instalaciones de Akatsuki y durante todo su recorrido fueron encontrando a casi todos los integrantes de Akatsuki esposados, así que no había sido tan difícil llevárselos y movilizarlos hacia las cárceles, sin embargo, al llegar a su ubicación actual, Tsunade casi corrió al ver como Sasuke levantaba una mano mientras con la otra apretaba a su pequeño rubio, su Alfa estaba furiosa por haberle quitado a su cachorro —ya que en parte lo era—, había estado tan preocupada y muerta de miedo al no saber qué demonios le pasaría a su Naruto.

El lugar estaba lleno de sangre en su mayoría proveniente del cuerpo de Orochimaru que aún estaba ahí, intentó no sorprenderse, pero fue inevitable. Además de eso, en el lugar se encontraban dos Alfas, cabezas de Akatsuki.

En total tenían a 5 de los líderes de Akatsuki.

—¡Aseguren el perímetro!

—Sí oficial.

Varios de los Alfas salieron corriendo con la debida precaución mientras que Tsunade entró al cuarto acercándose a Sasuke y a Naruto, el pelinegro le gruñó ferozmente y Tsunade se molestó, pero a la vez se sintió orgullosa de que Sasuke estuviera dispuesto a defender tan ferozmente a Naruto, pero tarde se dio cuenta de que Sasuke lloraba abrazado a Naruto.

Se asustó, claro que lo hizo, ¿un Alfa pura sangre como Sasuke, llorando? Nunca... nunca lo hubiera esperado.

Se inclinó un poco y Sasuke la miró a los ojos, mostrando los fríos y celestes ojos de su tigre, estaba en máxima tensión, un movimiento equivocado y Sasuke saltaría para transformarse en su forma animal.

—Ya están bien Sasuke...

—No, no lo estamos —dijo ronco, su voz comprimida casi pareció bestial—. No lo pude proteger.

Aunque su voz denotaba peligro, hablaba suavemente, eso le hizo darse cuenta de que el pequeño rubio dormía —o eso parecía—, respirando rápido y con la carita llena de lágrimas, Tsunade chasqueó la lengua enojada también consigo misma por no haber movilizado las fuerzas antes.

—Los sacaremos de aquí. Quiero que colabores con las fuerzas —dijo despacio—. ¿Me entiendes?

Sasuke asintió y Tsunade trató de ayudarle, pero él no lo acepto.

—No me quiten a Naruto, no sé lo que mi tigre haría si me lo quitan. No siento que tenga el control de mi cuerpo —advirtió.

—Está bien... solo tranquilízate.

Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora