dvacet-dvě

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hola!! no se si habran leido lo que publique hace poco que era de una nominacion y ahi pedia su ayuda, por favor sigue en pie, les agradeceria mucho y les queria mucho mas! 


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Kakuzu corrió hacia su auto apretándose el brazo herido, deteniendo la hemorragia. Rompió un trozo de su capucha y se hizo un torniquete, tenía que irse de ahí rápido. Se puso en marcha y cuando llegó a la base abrió la puerta abruptamente, la primera cara que vio fue la de Hidan y este al verlo brincó del sillón en el que estaba bebiendo alcohol y comiéndole la boca a una puta, para ir a su lado a revisar su brazo.

—¿Estás bien?

—Aléjate —gruñó provocando que Hidan le gruñera de vuelta.

—Trató de no ser mala copa.

—¡Y una mierda! —dijo enojado—. ¿Está Orochimaru-sama?

Hidan asintió y Kakuzu al fin le dedicó una mirada, a veces Hidan parecía un cachorro que buscaba el amor de su amo, quizás era su culpa por haberlo acostumbrado a él. Le jaló el pelo acercándolo a su cara mientras veía el rostro del Alfa deformarse por un insano placer, Kakuzu sonrió de lado mordiéndole el labio con algo de fuerza, haciéndolo sangrar para después alejarse con rapidez de ahí, dejando a Hidan con ganas de más.

Cuando llegó a la sala donde estaba Orochimaru pidió permiso para entrar.

—Jefe —dijo con rapidez—. No pude.

—Maldito incompetente —farfulló—. ¿¡Acaso es algo muy difícil de hacer!?

—Me dispararon y tuve que salir rápidamente de ahí.

—Si era necesario que tú también murieras, debiste hacerlo —caminaba de un lado a otro tragándose el enojo.

—Y con orgullo hubiera dado mi vida, pero...

—¿¡Pero qué!? —gritó.

—Tenía que volver para traerle información, jefe. Si mi boca era silenciada por siempre nunca lo sabría.

—Habla.

—Encontré al pequeño bastardo.

Entonces pudo apreciar como Orochimaru sonreía macabramente mientras sus ojos dorados brillaban con intensidad.

—Entonces adelante... Tráeme a esa mierda.

—Como desee, jefe.

—Como desee, jefe

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Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora