dvacet devět

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Buenas tardes a todos. Un placer, soy Alex, Beta reader de Yue, ella no pudo encargarse de subir el capítulo hoy así que, para no dejarlos sin nada, me pidió que lo hiciera en su lugar.

Yue estuvo enferma las últimas semanas, por eso le resultó muy complicado actualizar, pero ya ha vuelto.

Ahora sobre el capítulo, recuerden que Naruto todavía es muy inocente (basta con decir que ni siquiera sabía que era correrse) y Sasuke no quiere destruir esa inocencia tan rápido.

En fin, Yue tratará de regresar el próximo jueves.

Espero que disfruten este capítulo tanto como yo lo hice :)

Espero que disfruten este capítulo tanto como yo lo hice :)

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Era la situación más incómoda que podría haber sucedido, Sasuke se perdió en la bruma del desconcierto, pero el suave sollozo de Naruto lo despertó casi de inmediato, con su Alfa rugiendo con fuerza y enojo al no estar consolando a su Omega.

¿Y qué si eran primos? Al diablo con eso, no le importaba y quería hacerle saber a su rubio que no se alejaría de su lado, porque había planeado todo un futuro con él y no iba a renunciar a tan bello sueño solo por algo tan mínimo como su parentesco.

—Espera... ¿qué? —la voz chillona de Sakura se escuchó y él tuvo que rodar los ojos—. ¿Quién tiene un parentesco con quién?

—Calla, esto no es de tu incumbencia —bramó Sasuke.

—Es que el bonito rubio está llorando... Solo quería saber.

Naruto limpió sus ojos y salió corriendo hacia su cuarto dejando a Daichi con su padre. Sakura se quedó con la palabra en la boca y Sasuke gruñó.

—Puedes, por lo más que quieras, ir a dejar a Sakura y hacer la guardia por mí —le mencionó a Tsunade y esta arrugó el ceño—. Sé que no eres guardaespaldas, pero es mi amiga, por favor.

—Vale... Cuida a Dan y a Daichi.

—Lo haré, no tienes que pedirlo.

Y así, ambos tomaron caminos separados.

Apenas se despidió de su amiga, salió corriendo hacia el cuarto de su rubio, llevándose la sorpresa de que su puerta estaba con llave, tocó sin ser brusco, pero desesperado por estar con él y llenarse del hermoso aroma de su Omega.

—Sé que sabes que soy yo, por favor abre... No me iré de aquí hasta que me abras.

Y dicho y hecho se sentó contra la puerta a esperar que su terco, pero lindo Omega abriera la puerta, lo que no esperaba era que se tardara más de una hora en abrir y que, sin querer, cuando lo hiciera, fuera a dar contra el suelo asustando a Naruto, sin embargo, no le dio tiempo de preguntarle si estaba bien, en segundos se tiró contra su cuerpo moviéndose rápidamente y posicionándose sobre él, los bellos y ahora cristalizados ojos de Naruto lo miraban sorprendido, el olor a miedo opacaba el de la vainilla que tanto le gustaba, así que sin pensarlo mucho, estampó sus labios contra los contrarios y lo besó desesperadamente.

Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora