Especial KB

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hola! 

vengo con el ultimo especial de esta historia, y espero les guste como a mi.

muchas gracias por el apoyo y lo siento por no contestar

sin mas aquí el cap.



Especial KB

—No podemos ocultarnos más, Mebuki... Ellos crecen. No, no podemos...

—Para, no hagas esto más difícil —pidió la mujer—. No me pidas separarme de mi niño...

La mujer lloraba contra el hombro de su esposo, ellos eran un matrimonio muy feliz, al menos hasta que la guerra intervino, y, tal como el resto, lamentaron lo que sucedió en el mundo, por ello, ahora tenían que enfrentar la separación de su familia, ya que ellos eran Betas y uno de sus hijos había nacido Omega... Aunque aún eran muy pequeños el aroma en él niño se hacía cada vez más dulce y el señor Haruno sabía que no podrían ocultarlo más.

De pronto, una pequeña pelirosa asomó la cabeza mirando a sus papás. Ella estaba enojada, estaba lastimada, tenía muchos sentimientos encontrados. No había pensado que, al regresar a su casa, después de una digna revolcada en el lodo que había dejado la lluvia en el prado, iba a encontrar a su hermanito llorando en el suelo oculto entre las sombras mientras escuchaba como sus padres se lamentaban.

Ella era Beta, tal como sus padres, pero su gemelo... estaba casi segura de que él no lo era, sin embargo, ella amaba a Bara, lo amaba tanto que dolía, le dolía verlo así. La conexión que ambos tenían —al ser gemelos—, le permitía sentir lo mismo que él, provocando que las lágrimas casi se acumularan en sus ojos.

Se limpió la cara llena de lodo y se acercó a sus padres, con sus ojos verdes brillando fuertemente y hablando de manera decidida.

—¡¡Cuando llegue el momento no me separaré de él!!

Pero el tiempo no perdona, y, cuando Bara presentó como Omega a una edad temprana fue imposible ocultarlo por más tiempo, las fuerzas Alfas no tardaron en llegar a la casa de los Haruno, y, ya que Sakura sabía que eso iba a pasar, no dudo ni en un segundo al ponerse ropa de Bara para oler como un Omega, dejando a su vez que su hermano la marcara con su aroma, después de todo, no era raro que los gemelos tuvieran casi la misma esencia.

Así, cuando Bara bajó las gradas pudo ver a los intimidantes Alfas que estaban en la puerta y se congeló por completo, miró a su madre llorar desconsolada y a su padre ser retenido con agresividad contra el suelo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y empezó a sollozar, quiso retroceder, pero los Alfas posaron sus miradas sobre él, ya que, aunque Bara no lo sabía, los Alfas era muy vulnerables ante un Omega que sollozaba en busca de protección.

Entonces, cuando el lindo Omega quiso correr, sintió un fuerte apretón en su mano y vio a Sakura colocándose a su lado, mirando al frente decidida y seria, provocando una mirada de curiosidad en ambos Alfas.

—Vamos... —susurró Sakura, luego le sonrió un poco y Bara sintió la confianza necesaria para seguirla.

—Sólo se nos informó de un Omega, no de dos...

—No he presentado como tal —dijo Sakura mirándolo a los ojos—, pero pueden olerme si quieren.

Al oír eso, ambos Alfas retrocedieron de inmediato, eran oficiales y esa niña descarada les estaba ofreciendo su tierno cuello para que lo olfatearan, ese era un acto de posesión y de confianza que no podía ser entregado tan fácilmente.

Bara enmudeció al escucharla, ahora entendía porque Sakura había hecho todas esas cosas raras. Sonrió con gracia, aguantándose las ganas de carcajearse. ¡Tenía la mejor hermana del mundo!

Jeho divoké oči  -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora