Capítulo 61: Visita desde Almería.

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Han pasado unos días desde qué ocurrió la caída de Argentina. Marta está en casa porque no tenía ganas de ir a clase y habla con un Alex muerto de sueño.

-Àlex, descansa que te me vas a dormir hablando conmigo.
-Qué no estoy tan cansado. Parece que no quieras hablar conmigo.
-Sí quiero, pero si te tuviera aquí casi que mejor. Así no estaría tan sola en casa.
-Pues dejame unas horas que voy.
-Ni de coña. No vas a coger el coche ahora. Te estoy diciendo que te vas a dormir y tú me dices de conducir durante horas. Claro, todo muy lógico.
-Pues mañana. Voy mañana a Madrid y pasamos unos días juntos.
-Vale. Sí te empeñas en bajar.
-Quiero verte.
-Nos vamos a ver el fin de semana y la próxima semana.
-No es suficiente.
-Tienes que entrenar Àlex.
-Ya entreno ahí contigo.
-Eso no vale como entrenamiento.
-Relajate.

Y tocan al timbre en casa de Marta. Va medio a vestir a abrir la puerta y se queda flipando al momento.

-Nene luego te llamo. Creo que estoy soñando.
-¿Qué pasa?
-Nada. Luego te llamo.
-Vale. Llámame cuando puedas.

Marta cuelga a Àlex y se queda mirando a la persona que tiene delante en la puerta.

-¿Qué haces aquí?
-¿No te alegras de verme?
-¿Qué has hecho?
-Nada. ¿No puedo venir a ver a mi hermana mayor?
-O te han expulsado y te han mandado a que te eche la bronca o te has escapado. Y me creo más la primera opción.
-Qué fé en mí tienes.
-Pasa anda. Ya no te puedo mandar de vuelta a Almería.

Entramos las dos en casa y me dejo caer en el sofá.

-Tenia unos días libres de clases por no sé qué mierda me han dicho y quería​ pasar con mi hermana mayor estas mini vacaciones.
-Ya te estás volviendo a Almería. En unos días me voy y no vuelvo hasta principios de dentro de dos semanas.
-¿A dónde vas?
-A dónde no te interesa.
-Tiene que ver con Àlex, ¿no?
-Eso no te importa.
-No quiero sobrinos aún.
-No los tendrás.
-No estaría yo tan segura.
-¿Y eso por qué?

Cristina no responde. Solo la mira fijamente.

-Tengo que llamar a Àlex para decirle que estoy bien, ¿podrías estar 5 minutos calladita?
-Claro.

Marta llama a Àlex pero parece estar ocupado porque no responde.

-Pues nada, ya llamará él. Cristina no te muevas de aquí. Ahora vuelvo.
-¿A dónde vas?
-A acordarme de ti.

Marta se va y deja sola en el salón a Cristina que se tira en el sofá y se pone a hacer el tonto. Hasta que suena el móvil de su hermana mayor y lo coge como si se tratara del suyo.

-Hola cuñi guapo.
-¿Cristina?
-Esa misma.
-¿Qué haces tú en Madrid?
-Cuidar de mi hermana ya que tú no lo haces.
-No puedo estar en 20 sitios a la vez. Y si no lo sabes, pienso ir mañana.
-Ya, ya. Tranquilo que ya cuido yo de los dos por ti.
-¿Los dos? ¿De qué hablas?
-No te hagas el que no sabe de que le hablo. No me chupo el dedo Àlex. Sé perfectamente que voy a ser tía.
-¡¿QUÉ?!
-Ya la he vuelto a cargar... ¿Àlex? ¿Sigues ahí?

Pero Àlex no responde.

-¿Se puede saber con quién hablas?
-Con Àlex. Pero creo que le ha dado algo.
-¿Qué has hecho Cristina?
-Pense que lo sabía.
-¿Saber el qué?
-Qué váis a...
-¡Cristina! Te he dicho ya que no estoy embarazada joder.

Marta le quita el móvil a Cristina e intenta que Àlex responda. Pero es imposible. Cuelga y llama corriendo a Marc.

-Marc escúchame. ¿Estás con Àlex?
-No. Aún no he vuelto a España.
-Mierda. Mi hermana le ha dicho algo y ahora no reacciona. No sé qué hacer.
-Intenta llamarlo de nuevo.
-Vale.

No espero más y colgó a uno para llamar al otro. Que respondió medio en shock aún.

-Amor. Àlex olvidate de lo que te ha dicho Cristina. No vamos a ser padres, tranquilo.
-Va... Vale.
-Escúchame. Por favor, no quiero que te pase nada por culpa de mi hermana.
-E... Estoy bien.
-¿Quieres que vaya?
-No. Te dije que ya voy yo mañana.
-Vale amor. Nos... Nos vemos mañana.

Cuelgan los dos y Àlex no sabe que creer y Marta no sabe si matar a Cristina. La que ha liado la niña en 5 minutos.

Marta se pega todo el día pasando de Cristina y no la saca por la puerta para afuera porque tiene mucha paciencia. La que le ha formado en nada de tiempo.

Almudena llega al piso y se encuentra con ese panorama. Y decide no meterse de por medio. Bastante tiene con su vida.

Cristina duerme en el sofá. Marta no duerme en toda la noche pensando en lo que le ha dicho aún hermana a Àlex. ¿Y si luego resulta que sí? Porque podría pasar. Se pone a darle vueltas y vueltas a lo mismo en la cabeza y no duerme hasta casi las 5 de la mañana.

Cristina desaparece después de irse a clase Almudena y hasta que no llega Àlex a la hora casi de comer y la despierta con el timbre Marta no sé entera de que está sola en casa y lleva toda la mañana dormida.

Le abre la puerta con unas ojeras enormes y los ojos rojos de haber estado por último llorando también.

Él solo la abraza, la mete dentro del piso y los lleva hasta el sofá dónde se sienta con ella encima. Ninguno de los dos sabe quién está más hecho mierda de los dos. Sí él que no sabe si Marta le dijo que no solo por tranquilizarlo, o ella que después de pensarlo piensa en sí podría ser posible que fuera verdad. Y todo por una locura de su hermana. Una idea loca que le dio por soltar como si no importase nada. La que ha liado Cristina solo con aparecer.

Me Llaman Pistolas (MLLP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora