Capítulo 6: Mar... Marcelino.

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Domingo por la tarde. Y todo preparado. Marta le está dando la última oportunidad a Cristina para irse con ella a Mojácar. Pero la chica sigue diciendo que no. No lo intenta más y sale por la puerta y se sube al coche de Kevin, con Izzy y Lucía. Será divertido.

Una hora después entre risas y con la música a tope llegan al pueblo almeriense de Mojácar. Marta se queda sorprendida. No está tan mal el sitio. Cogen las cosas y corren a instalarse lo antes posible. Y una vez hecho se reúnen todos. La mayoría no quiere parar quietos en ninguna parte. Quieren salir nada más llegar. Pero Marta prefiere esperar al día siguiente. Esa noche descansar del viaje y eso.

A todos les parece bien pero al final de queda ella sola. Lo que le da igual. Se mete en la cama temprano y duerme como un bebé. Sin nada que la moleste. Ni siquiera sus propios sueños.

Por la mañana se despierta y algunos aún están llegando. Los deja descansar tranquilos. Se desayuna y luego sale a dar una vuelta para ir conociendo el sitio. Ve un montón de jóvenes por todas partes. Nada interesante.

Vuelve a la hora de comer y la gente sigue durmiendo. Vaya vacaciones van a tener esos. Fiesta, fiesta, fiesta. Vaya plan más perfecto. Mantenla. ¿Enserio eso es lo único que piensan hacer? Almuerza tan tranquila sin molestarnos. Le da pena despertarlos. Y al terminar de comer le suena el móvil.

-Dime hermanita.
-¡Dios! Marta ven a buscarme. Por favor. Necesito estar ahí.
-¿Ahora si quieres venirte? Bueno, ¿que y ha hecho mamá?
-Mamá nada. ¡MARC! ¡MARC ESTÁ EN MOJÁCAR!
-Ahh, que es por eso. Adiós hermanita.

Y cuelga. Así Cristina aprenderá a saber que las oportunidades o las aprovechas en el momento o ya luego no están a su disposición. Para eso si le interesa tener una hermana. Marc, Marc, Marc.

Vuelve a salir para coger aire y como no mira por donde va se choca con algo o alguien. Algo que la deja empapada. Retrocede un poco y ve entonces al chico de Cervera. El que estaba buscando a Albert.

-Hola. Qué coincidencia.

El chico se la queda mirando pensativo y entonces se da cuenta.

-La chica que se chocó con Al... Albert.
-Esa misma.
-¿Vives aquí?
-No. En Almería. Estoy de vacaciones.
-Interesante. ¿Cuando llegaste?
-Anoche.
-¿Y estarás hasta?
-No lo sé. Quizás el lunes que viene.
-Bien.
-Lo siento, pero creo que no nos presentaron la otra vez. Soy Marta.
-Encantado guapa. Yo soy Mar... Marcelino.
-¿Pan y vino?

Y ya no puedo dejar de reirme. ¿Qué nombre es ese?

-Muy graciosa. Sí. Y mi hermano el de Ciudadanos.
-¿Tú hermano?
-Al... Albert.
-¿Eres su hermano?
-Sí.
-¿Pequeño?
-¿Eso parece?
-Sí.
-Tan bajito no soy...
-¿Eres el mayor? ¿Que edad tienes? ¿18?

"Marcelino" la mira con cara de flipar y mucho.

-Gracias. Pero no. Tengo 23.
-¿23? No los aparentas. Entonces... Tu hermano...
-20.
-¡Tiene mi edad! Parecía mayor.
-Le va a dar algo cuando te vea.
-¿Está aquí?
-No. Pero en unos días sí.
-Bueno...
-Entendido. Ya no molesto más.
-No molestas hombre. Al menos me has hecho olvidarme de que mi hermana se ha acordado de que tiene hermana porque supuestamente Marc está por aquí. Me he cogido un cabreo. Para eso si tiene hermana, ¿no?
-Hermanos. Pues no te molesto más.
-Nos vemos... Marc.
-¿Como has dicho?
-O no.
-No. ¿Como me has llamado?
-Marc. No sé si te gustará más que te llame por tu nombre completo.
-Ahh. Marc de Marcelino. Vale, vale. Entendido. Hasta otra Marta.

Se despiden con dos besos y cada uno sigue a lo suyo. Marta más tranquila vuelve con sus amigos que parecen zombies recién levantados.

Y Marc no tarda en llamar a su hermano.

-Àlex.
-Dime.
-Está aquí.
-¿Quién?
-Marta.
-¿La chica de Cervera?
-Esa misma.
-Joder. Y yo sin poder estar ahí.
-Aguanta un poco más enano. Tienes tiempo aún para verla.
-Eso espero.
-Te dejo Àlex. Suerte en los tests de mañana.
-Gracias. Nos vemos ahí en unos días.
-Sí hermanito.

Volviendo a Marta y la pandilla de zombies. Las chicas nada más verla entrar la atrapan y le obligan a contar lo pasado en Cervera con ese moreno. Y como no le queda de otra Marta les cuenta todo. Incluido lo que acaba de pasar con el hermano. Las locas de sus amigas se ponen a gritar porque no se lo pueden creer. Pero saben que es verdad. Los chicos pasan un poco de todo. Sobre todo Kevin. No quiere oírla más como habla del catalán.

La tarde pasa entre cotilleos y demás y cuando llega la noche empiezan a prepararse todos para salir otra vez. Marta duda si quedarse pero al final se anima y va con ellos.

Al principio se aburre. La han dejado sola en medio de todo el gentirio. Pero alguien que la conoce da con ella. El mismo Marc.

-¿Aburrida?
-¡Marc! Un poco la verdad.
-Ven.

Marta se deja llevar y cuando se paran se da cuenta que la ha llevado con sus amigos. Hace las presentaciones necesarias. Y la noche pasa entre risas y demás. Aunque Marta llega un momento que ya no puede más y se despide de los chicos y vuelve para irse a la cama. Donde cae rendida en cuanto se mete en ella. Los demás van llegando poco a poco durante la noche sin enterarse de nada más. Marta sólo tiene cabeza para esos ojos marrones que la miraron de tal manera cuando se chocaron. No puedo olvidar esos ojos, no esas sonrisa. Y aún menos olvidarlo a él. Sería imposible borrar algo así nunca. Y por eso se despierta por la mañana de tan bien humor. Aún no habiendo dormido mucho. Ha soñado con él. Con el chico de sus sueños. Ahora si nunca mejor dicho. Es el único que aparece en sus sueños cada noche. El único que desea volver a ver.

Me Llaman Pistolas (MLLP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora