Para la hora de la cena Marta aún sigue sin creerse que vayan a ser padres. Se niega a creerselo. Tiene que ser un error. Uno muy grande. No está preparada para ser madre. No por ahora. Àlex no la deja sola en ningún momento. Tiene miedo hasta de volver a casa. No quiere dejarla sola así. No en este estado de ánimo que no consigue descifrar del todo y en el que se encuentra metida ella.
Cenan tranquilamente y temprano se van a la cama. De tanto llorar y de tanto darle vueltas al tema Marta ya no aguantaba despierta mucho más después de la cena.
Ella se deja dormir con Àlex a su lado en la cama. Y mientras ella duerme y sueña con su hijo, con cómo será y esas cosas, Àlex la mira dormir pensando casi en lo mismo. Pero la diferencia es que él está ilusionado con la idea y Marta se quiere morir. Aunque ya cambiará de idea.
Al final siguen con los planes del principio. Y Àlex vuelve a Cervera y Marta se va a clase. Aunque esta poco atenta a nada.
Las clases se hacen eternas. Pero se acaban para poder volver a casa y hablar con su chico. Se acaban de despedir esta mañana y ya lo echa de menos. Y más que lo va a echar cuando empiecen a pasar los días, las semanas y los meses. Cuando esté demasiado sensible y necesite tenerlo con ella ahí. Pero no esté. Porque el mundial no se lo permitirá.
Y pensando y pensando al llegar a casa cae en el sofá y a llorar como una idiota. Quiere olvidarse de todo. Mandarlo todo a la mierda. Pensó que Àlex se asustaría con solo imaginar en que podia ser que fueran a ser padres. Y al final fue ella la que se asustó y la que no quiere eso. Pero él está ilusionado con la idea.
-¡Marta! ¿Por qué lloras? ¿Qué ha pasado? ¿Le ha pasado algo a Àlex?
-No. À... Àlex está bien.
-¿Entonces que pasa?
-Tenias razón Almu...
-¿Estás...?
-Sí.Y vuelve a ponerse a llorar. No puede ahora con todo esto. Ella no quería eso. No quería ser madre. Nunca lo ha querido. Todas de pequeñas sueñan con casarse y tener muchos hijos. Ella no. Ella solo quería pasar su vida al lado de alguien. Pero sin necesidad de bodas y menos aún de niños. A lo de la boda podía acceder, al fin y al cabo si a su chico le llamaba la idea de casarse lo haría por él. Pero los niños no. Esa idea nunca paso por su cabeza. Y ahora que está ocurriendo. Que se ha hecho realidad su pesadilla no sabe que va a ser de su vida. Àlex no va a poder estar con ella ahí en todo momento. Y no va a dejar las motos por ella. Ni por ese niño que van a tener. Nunca se lo permitiría. Es su vida y su pasión. No puede quitarle eso, y tampoco quiere hacerlo.
El teléfono suena y una pequeña sonrisa aparece en su cara cuando ve el nombre de Àlex en su iPhone.
-Hola amor.
-Hola nene.
-¿Cómo estáis?
-Bien. Supongo. No te preocupes tanto.
-Ya le he dicho a Marc que vamos a Madrid el fin de semana.
-¡No! Ya subo yo Àlex. Tenéis que entrenar. El próximo fin de semana es Jerez.
-No quiero que os pase nada.
-Exagerado no va a pasar nada. Te lo prometo.
-Te quiero.
-Y yo a ti. ¿Marc sabe algo?
-No. Prefería contarselo contigo ahí.
-Pues el viernes le decimos al tito Marc que va a ser tío.
-Le va a dar algo.
-Y a tus padres. Pero supongo que a ellos puede esperar un poco más.
-Supongo que sí.
-¿Me llevarás a Jerez?
-Claro que no te voy a dejar en Madrid muriéndote de asco.
-Te quiero. Muchísimo.
-Y yo a ti princesa y al peque también.Y entonces se oye una voz por detrás de Àlex.
-¿Al peque? ¿De qué peque hablas Àlex?
Àlex mira hacia atrás y ve a Marc mirandole casi pálido.
-Luego te llamo Marta.
-Claro.Cuelga y se gira para ver a Marc.
-Te lo puedo explicar.
-Pues dispara ya Àlex.
-Marta y yo vamos a ser padres. Está embarazada.
-¿Y no me lo pensabas contar?
-Me enteré ayer. Y perdona si quería consultar primero con ella si decírtelo ya o qué. Además de que ya tenía pensado contártelo en viernes con ella aquí.
-Por eso querías que fuéramos a Madrid. No era por estar más cerca para después ir a Jerez. Era por no dejarla venir. Pero vale Àlex. No me cuentes nada.
-Marc. Que te lo iba a contar. Créeme.El mayor de los hermanos Márquez Alentà se queda callado un rato y luego ya más calmado habla de nuevo.
-Lo siento. Tienes razón. Es tu hijo y eres tú el que tiene que decidir cuando contarlo. Espero que vaya todo bien. Ahora empezaras a pasar más tiempo en Madrid.
-No tanto. Intentaré que venga ella una vez acabe el curso.
-Se te ve feliz con la idea de ser padre.
-Pues sí. No es el mejor momento la verdad. Pero es mi hijo. Y pensar que unos meses estará por aquí...
-Àlex que se te cae la baba.
-Ya se te caerá a ti también cuando venga corriendo a que lo cojas.
-Bueno. Voy buscando moto ya para mi sobrino, ¿no?
-¿Todavia no sé ni lo que es y ya la estás buscando tú una moto?
-Da igual lo que sea. Sobrino o sobrina. Va a querer una.
-Cuando llegue el momento a lo mejor. Ahora te estás quieto Marc que no quiero problemas.Y suena el móvil de Àlex. Es Marta. Videollamada de WhatsApp.
-Hola amor. ¿Cómo estás?
-Bien... Almudena no te escondas que te estoy viendo. Saluda tía.Una cabeza por detrás del sofá aparece de repente y saluda a Marc.
-Hola Marc. Felicidades por la victoria en Austin.
-Gracias.
-¿Cómo está mi sobrino Marta?
-Hola tito Marc. Está bien, o eso espero.
-Me alegro. ¿Nos vemos el viernes?
-¡Sí!- dicen Almudena y Marta a la vez.
-Yo. Yo y tú sobrino. Está se queda aquí. Tranquilo. Que no te va a molestar.
-Pues hasta el viernes. Te dejo con Àlex.Marc se va y Àlex sigue hablando con Marta y con Almudena que se les ha acoplado por si vuelve Marc. Dirán que no, pero algo hay y no solo es el tonto calentón de Reyes.
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Me Llaman Pistolas (MLLP 1)
FanfictionMarta. Una chica qué por culpa de su hermana pequeña pierde el interés por las motos desde bien pequeña. ¿Qué pasará cuando tenga que cumplir una promesa que le hace a su hermana antes de irse a la universidad y de la que le va a costar acordarse? ...