Marta. Una chica qué por culpa de su hermana pequeña pierde el interés por las motos desde bien pequeña. ¿Qué pasará cuando tenga que cumplir una promesa que le hace a su hermana antes de irse a la universidad y de la que le va a costar acordarse?
...
Y Marta al final llegó a Cervera, sin ganas, pero llegó. Ahora tenía que sacar ovarios y hablar con su chico de lo que había pasado y de lo que iban a hacer con su relación.
Llegó hasta por fuera de la casa de su novio y no necesitó ni llamar a la puerta. Al mismo tiempo que llegó ella y se bajaba del coche llegaba Àlex con la bici de entrenar.
Para Marta fue verlo ahí delante suyo todo empapado en sudor y además que no se esperaba encontrarselo tan pronto, y quedarse en medio estado de shock. Aunque más bien podríamos llamarlo tambien: babear por él hasta deshidratarse.
Àlex aún no la había visto. Así que aprovecho lo poco de valentía que aún le quedaba y se le acercó.
-Hola.
Àlex se da la vuelta en tiempo récord al oír esa voz que lleva tanto tiempo sin oír. Esa que tanto quería oír pronto. Y ni cuando la vio delante de él se creyó que estuviera ahí con él.
-¿Marta? ¿Eres tú? -No. Soy el fantasma de tus exnovias. Claro que soy yo idiota.
No tardo ni dos segundos en dejar la bici de lado y pegarla a él para besarla. Ni pensar en que quizás había venido simplemente a dejarlo. Solo supo pensar en que la tenía ahí con él después de tanto tiempo.
Querría estar con ella así toda la vida, pero decide soltarla. No vaya a ponerla aún más en su contra.
-Bueno pues tú dirás. -Quiero que me expliques qué vi en Valencia. -Ya te lo expliqué en Madrid. Estaba tan tranquilo buscando a Guille que se había desaparecido y de repente se me había tirado encima esa tía que no sé ni quién era ni que hacía ahí. Intenté seguirte cuando me la pude quitar de encima pero ibas muy rápido y no me querías escuchar. Así que me di por vencido y volvi al box. Y me arrepiento Marta. De no haber corrido aún más para cogerte y explicártelo en el momento. Por haber esperado tanto sin hablarte ni nada. Pero es que quería hablarlo en persona Marta. Por teléfono no era la mejor opción. -Vale. -¿Me vas a dejar?
Marta no responde. Solo se mira las manos y los pies. Y un par de minutos después decide responderle de una forma muy peculiar. Besándole.
Àlex no reacciona. No sé lo esperaba.
-¿Y esto que significa? -Qué te creo. Qué quiero seguir a tú lado idiota. Sin ti a mi lado muero Àlex.
Y ahora es Àlex quien besa a Marta. Y ya ninguno para al otro. El ambiente va subiendo de tono. Es mucho tiempo sin verse, sin hablarse, sin todo...
Un rato después, lo que podrías ser horas, Marta está apoyada en él recobrando el aliento y las fuerzas cuando el móvil de Àlex suena. Lo coge y ve que su hermano el despistado se ha olvidado las llaves.
Àlex se levanta de la cama muy decidido a hacer lo que le a acabado de pedir su hermano, que le abra la puerta, pero una Marta curiosa lo para antes de que consiga salir de la habitación
-Amor. -Dime nena -¿A dónde vas? -A abrirle la puerta a Marc. -¿Así? -Sí... ¿Pasa algo? -A ver cómo te digo esto nene...
Marta se calla un momento y no tarda en volver a hablarle
-¡ÀLEX QUÉ ESTÁS EN PELOTAS! Tú te diste un buen golpe en la cabeza de pequeño, ¿verdad? -Solo es mi hermano -Qué te vistas cabra loca. No creo que Marc quiera verte en todo tu explendor. -Lo que la tigresilla diga. Ahora me visto.
Hace caso a Marta y se pone lo primero que pilla para poder ir a abrirle cuanto antes a Marc. Lo que no viene siendo mucho.
Marta se queda tumbada en la cama pensando que lo que acaba de pasar y oye a los dos hermanos al otro lado de la puerta. Marc quiere entrar y Alex le dice que no, que está cansado y que prefiere descansar un poco.
-¿Marta sigues viva? ¿O mi hermano te ha matado? -Sigo viva tranquilo. -Mira a ver que sino le doy una ostia a este. -Tranquilo que me cuida muy bien. -¡NO QUIERO SOBRINOS! -¡PUES YO SI QUIERO UN MINI MARC! -Estás muy loca.
Marc se va a su habitación y Àlex vuelve a la cama con Marta, donde esta está traquinando con el móvil para devolver todo a la normalidad. Viendo la foto que ha subido Àlex antes.
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-¿Te gusta? -Está para enmarcarla. -No te pases. ¿Vendras a Argentina? -No puedo. Pero te voy a estar apoyando mucho desde aquí. -Te voy a echar mucho de menos. -En verano soy toda tuya. ¿Vale? -Sí. Perfecto. -Ahora cállate que estoy cansada. -¿Por qué será? -Gallito deja de darte tanto mérito. Qué llevo mucho sin poder dormir bien. -Descansa.
Y eso hizo Marta. Se dejó dormir enseguida con Àlex pegándola a él lo más que puede.
Àlex la mira mientras duerme. Aún no se puede creer que este ahí con él. Que haya vuelto. Que sea suya. Que la tenga solo para él. Su Marta. Su niña. Su chica.
No piensa dejarla escapar más. Nunca. Sin ella nada es igual. Todo le cuesta 10 veces más. La necesita ahí con él.
Y mientras Àlex la observa y se va dejando dormir con y junto a ella, Marta esta soñando con un gran futuro a su lado. Todo es tan bonito y emocionante. Todo tan perfecto. Pero la vida no es así nunca. Siempre hay problemas. Y con ellos suelen ser muchos y aunque fáciles de resolver para ellos se complica todo y tardan 1000 veces más en resolver problemas tan tontos como esos.
Pero es que sin uno el otro no es nada ni nadie. Se necesitan o mueren por el otro. Lo que sienten uno por el otro es algo muy intenso y fuerte. Y muy importante.
Capitulo para celebrar el primer podio de la temporada y la primera victoria en Moto2 de Àlex.
