Me Llaman Pistolas (MLLP 1)

Capítulo 65: De vuelta por Madrid.

Marc no apareció durante toda la tarde del domingo. Se imaginaria lo que podía estar pasando ahí entre ellos dos. Se vinieron a ver en la cena. Y el lunes por la mañana se pusieron rumbo a España. Más concretamente Àlex y Marta derechos a Madrid. Marta para volver a las clases ya, aunque a lo mejor ya mejor ya se coge un par de días mas, y Àlex por un evento que tenía el martes.

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-¿Has visto como se lo pasa tu novio?
-¿Qué?
-Marta. ¿Estás bien?
-Sí, sí. Solo estaba pensando en que me voy a morir cuando vuelva a la uni mañana.
-Tú puedes. El cuatrimestre pasado ya faltaste bastante y mira como te fue.
-Ya. Bueno, ¿qué me decías?
-Que mires lo violable que está Àlex.
-Eso ya lo vi anoche.
-¡Me dijiste que lo había soñado!
-¿Pensabas que iba a decirte la verdad? Vamos Almudena. Todavía estoy por llamar a Marc y que te devuelva de una vez a la vida real.
-¡Qué no me gusta Marc!
-Uy, pues si que ha hecho efecto, sí.
-Menos mal que no hay miniÀlex en camino. Sino pobre de él. Me compadezco de la madre que tendría que soportar.
-Ehh...
-¡ME MENTISTE EN AUSTIN!
-Lo siento.
-Ni lo siento ni nada. Ahora vuelvo, no te vayas de aquí.

Almudena coge sus cosas y se por la puerta y justo se choca con Àlex que iba a tocar al timbre.

-Felicidades atrasadas, ahora nos vemos que tengo prisa.
-Gracias y ten cuidado.
-Más bien deberías tenerlo tú.
-¿Yo?
-Luego te explico.

Almudena se va y Àlex entra en el piso en busca de Marta que se le tira encima.

-¿Cómo te ha ido?
-Bien. ¿Y a ti el día?
-Aburrido sin ti.
-Mañana cuando me vaya te quiero en la Universidad.
-Te lo prometo.
-Te quiero.
-Y yo a ti Àlex.

Àlex los lleva al sofá con Marta aún como un koala enganchada a él. Y casi no hablan mucho más. Y no le importa. Así están bien. Uno con el otro sin tener que decir nada para sentirse bien.

Pero el silencio se acaba cuando Almudena entra en casa como un ciclón.

-Estais aquí. Y yo que pensaba que ya estarías buscandole sobrino a Marc.
-Callate Almu.
-¿Os pasa algo?

Marta la mira con mala ostia para que deje de hacerse la que no sabe nada y para que se vaya callando de una vez.

-Luego hablamos. Os dejo solos.
-Sí.

Almudena los deja solos y siguen ahí los dos solos sin hablar y sin hacer nada.

-Àlex...
-Dime amor.
-Sobre lo que ha dicho Almu...
-No sabe lo que dice. Tranquila.
-No Àlex. Escúchame.
-Dime Marta.
-¿Te acuerdas de lo que dijo Cristina?
-Sí.
-Pues llevo desde entonces dándole vueltas al tema y... Creo que podría ser al final.

Àlex no responde al momento. Le da vueltas a lo que acaba de decirle Marta.

-Aun no es seguro del todo... Àlex di algo. No me gusta verte tan parado. ¿Estás bien?
-Sí. Ven.

Ahora es Marta la que no se mueve, así que Àlex se levanta y la coge para ir a su cuarto para hablar más tranquilos.

Se tumban en la cama y Marta arranca a llorar. Lleva demasiado pensando en lo mismo y ya no puede aguantar más. Àlex la pega a ella a la intenta calmar. Es increíble que esté él más tranquilo en este momento que ella.

-Marta. Tranquila. Todo va ir bien.
-No es el mejor momento para ninguno Àlex.
-¿Y que quieres que hagamos?
-No lo sé. No sé que voy a hacer sí...
-Ya veremos que hacemos. Ahora cálmate.
-Va... Vale.

Marta intenta calmarse con Àlex abrazándola. Le toca ser el fuerte de los dos hoy. Pero si no está mal con la noticia es porque ya se lo olía él mismo. Él también estuvo días pensando en si irían a ser padres. Y ahora sabe que la posibilidad está ahí. A poco de dejar de ser posibilidad para confirmarse finalmente.

Marta se deja dormir de tanto que se relaja hasta que algo la despierta. Cómo cosquillas en la nariz.

Abre los ojos y ve a Àlex de frente suyo.

-¿Qué pasa?
-Que no quiero pasarme las últimas horas contigo mirando como duermes. Además, Almudena quería hablar contigo.
-Ya voy.

Se dan un beso y Marta va en busca de Almudena por todos lados hasta que la encuentra en la cocina y le quita lo que estaba preparando.

-¿Hambre? ¿Mucha fiesta por ahí?
-No hemos hecho nada. Lo sabes perfectamente.
-Bebe algo que te vas a atragantar bruta.
-Tengo hambre.
-Que raro...
-Dejame ser feliz.
-Vale, comete mi comida. Pero te vas a hacer eso.
-¿Ahora?
-Sí. ¿O el bailecito ese que te tienes no es por ganas de mear?
-Vale. Pero mándame a Àlex si ves tardo mucho en salir.
-Vale. Y tú tranquila.

Marta se va directa al baño pensando en que con cada paso que da está más cerca de saber algo que todavía no está segura que querer saber.

Se hace el test que ya le había dado Almudena y a esperar. Y espera tanto que antes de que se atreva a mirar lo que pone entra Àlex para saber si está bien.

-¿Tanto he tardado?
-Te ha dado media hora.
-Tengo miedo.
-¿Lo miro yo?
-Por favor.

Y eso hace Àlex. Mirar él mismo si va a ser padre o no. Pero sin alejarse de ella. Es la que más ánimos necesita ahora.

Àlex no necesita hablar para que Marta sepa lo que dice. La cara lo dice todo. Y por eso echa a llorar en los brazos de Àlex.

-Tranquila Marta.
-No puedo. Todo a la mierda por tener prisa.
-Va a salir todo bien.
-No sé si quiero ser madre Àlex.
-Vas a ser una muy buena. Ahora relájate.

Se va calmando poco a poco y salen del baño. No es el mejor lugar para estar. No ahora.